Sábado. Vigilia Pascual en la Noche Santa.
Noche de Pascua: Mensaje
Padre Pedrojosé Ynaraja
1.- Pienso con frecuencia en lo que se esconde en esta noche que algunos llamarían
mágica y nosotros decimos que es Santa y con enorme contenido antropológico.
Sus orígenes están en la prehistoria. Beduinos que observaban que nacían sus
corderos. Agricultores que veían brotar las primeras espigas de cebada. Todo era
para ellos asombroso. Ocurría cuando por la noche de aquellos días lucía una
maravillosa LUNA de primavera. Lo celebraban unos ofreciendo lechales y untando
las estacas de sus tiendas con la sangre de estas víctimas. Los otros ofrecían
espigas y comían pan elaborado exclusivamente con harina nueva, sin sal ni
levadura. Era el PASO de la esterilidad del invierno a la fecundidad de la primavera.
2.- Israel era de origen pastoril que les tocó cultivar la tierra de Gosen. Mezclaron
ambas tradiciones. En una ocasión, y coincidiendo estas celebraciones, vino una
gran desgracia sobre los primogénitos de los egipcios. Se salvaron los hebreos que
habían embadurnado los dinteles de sus casas con la sangre del cordero. El PASO
de largo del Ángel los salvó y pudieron huir. Llegó entonces el PASO de la
esclavitud a la libertad del desierto. Israel lo celebró y lo celebra cada año. La
misma LUNA lo preside.
3.- Jesús, en un tal día, como buen judío, celebró una fiesta semejante. Estableció
novedades. Se trataba del PASO de Él mismo de la muerte a la vida. La misma
LUNA la podréis ver vosotros, el pan y el vino, son la Eucaristía que supera a
aquellos símbolos. He pensado ofreceros, mis queridos jóvenes lectores, un poema
que hace años escribí y que loa las maravillas de esta noche.
PASCUA
(Recordando a R. Kipling)
Si la luz de la Luna
escurriéndose por entre las hojas y ramas,
llega a iluminar el tronco fornido,
y maravillados observamos cómo es y cómo era,
es que algo nuevo nace en la Tierra.
Y si el fuego nos asombra en la noche,
e imaginamos al verlo sorprendentes formas,
colores mágicos,
generosos dones,
vidas que evolucionan y progresan
es que hay juventud en la Tierra.
Y si un pueblo, ni que sea de un solo individuo,
camina con decisión por caminos ignotos,
del hoy y el aquí,
sin vacilar y sin miedo,
es que hay progreso espiritual en la Tierra.
Y si alguien, por pequeño y único que sea,
escudriñando en su ensueño
es capaz de divisar un bello país
siquiera un instante feliz
y sus ojos sollozan de emoción y de gozo,
es que hay Esperanza en la Tierra.
Y si el Cristo encuentra descanso,
en lo más hondo de nuestra morada interior,
llenándola así de optimismo,
de coraje y de Fe,
es que hay salvación en la Tierra.
Y si cada uno de nosotros se abre confiado
al Amor y al Eterno,
al enigma envolvente,
al que con ternura está a nuestra vera,
y al que nos molesta e irrita con su compañía,
entonces, solo entonces,
hermanos, sabremos
que se celebra la Pascua en la Tierra.