Miércoles 09 de Abril de 2014
Santoral: Casilda, María de Cleofás, Demetrio
Daniel 3,14-20.91-92.95 Envió un ángel a salvar a sus siervos
Interleccional: Daniel 3 A ti gloria y alabanza por los siglos.
Juan 8,31-42 Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: Si os mantenéis en mi
palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Le replicaron: Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo
dices tú: Seréis libres? Jesús les contestó: Os aseguro que quien comete pecado es
esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si
el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin
embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he
visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre.
Ellos replicaron: Nuestro padre es Abrahán. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abrahán,
haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la
verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace
vuestro padre. Le replicaron: Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo
padre: Dios. Jesús les contestó: Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de
Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.
Pensemos…
Vivimos en un mundo sometido por el materialismo y la apariencia. Donde todo se
puede comprar. Todo es relativo y cada uno hace lo que pueda. Con una oferta y demanda
que alcanza proporciones gigantescas y hasta grotescas.
Entonces…
Cada uno es sometido y a la vez liberado. Sometidos aquellos que contemplan en el
estandarte, de ayer, la culebra que engaña y hace sucumbir. Liberados quienes saben
relacionarse con Jesús. De ahí que la libertad, disposición para lo bueno, jamás para lo
malo, nazca de la fidelidad a la palabra de Jesús. “Si se mantienen en mi palabra, serán
verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres”
En esa palabra está la verdad que necesitamos para ver las cosas con los ojos de
Dios. Es decir, como son. Por eso todo el que comete pecado es un esclavo. No se puede
servir a Dios y al diablo. O se es o no se es.
No aman a Jesús porque no tienen al mismo Padre del cual viene Jesús. “Aquel que
pertenece a Dios escucha las palabras de Dios”
Padre Marcelo
@padrerivas