II Semana de Pascua
Sábado
Lecturas bíblicas:
a.- Hch. 6,1-7: Institución de los siete diáconos.
Primeros problemas de la comunidad de Jerusalén. Los judíos de habla griega, se
quejan de que sus viudas son discriminadas a la hora de recibir ayuda como pobres
que eran. La respuesta de los apóstoles es acogida por la comunidad y consiste en
elegir a siete varones que se encarguen de la administración, quedando así ellos
liberados para dedicarse a la predicación y oración. Todos los elegidos son griegos,
se les imponen las manos orando, nace así un nuevo servicio eclesial: el diaconado.
La administración de los bienes, no les quitó responsabilidad en la evangelización y
predicación de la palabra de Dios, como hacen Esteban y Felipe, por lo que
sabemos. Es la naciente organización eclesial, reparto de responsabilidades, fruto
de la colegialidad apostólica. Palabra, sacramentos y caridad, elementos básicos de
la comunidad. La atención a los pobres, las viudas en este caso, habla de la
atención que desde siempre la Iglesia ha tenido por ellos; queda claro, además que
la autoridad eclesial es servicio de amor a la comunidad, a los hermanos. Este
servicio de los apóstoles a los hermanos lo hemos visto en la multiplicación de los
panes, cuando Jesús, les encomienda repartir a ellos el pan (cfr. Jn. 6, 11).
b.- Jn. 6,16-21: Jesús camina sobre las aguas.
El evangelio nos presenta a Jesús caminando sobre las aguas y presentándose
como: “Soy yo. No temáis” (v. 20). Una verdadera epifanía de Jesucristo para sus
discípulos que en Juan adquiere un significado especial: la autorevelación del Hijo
mediante la f￳rmula “Soy yo”, que tiene sus raíces en el “Soy el que Soy” del AT
(Ex. 3, 14). La intención del evangelista es dejar en claro que Jesús lejos de ser un
taumaturgo y milagrero, es el Hijo de Dios. Caminar sobre las aguas vendría a
significar la estrecha relación entre el pasaje del Mar rojo y la Pascua, la entrega
del maná con el paso del Mar rojo. Esta sería la razón por la cual coloca este pasaje
luego de la multiplicación de los panes y como gran introducción al discurso del pan
de vida o Jesús, nuevo maná venido del cielo. Este portento de caminar sobre las
aguas lo hace Jesús, para librar a sus discípulos de la muerte que el pecado de la
incredulidad puede provocar en el hombre. ÉL nos rescata de las aguas de la
muerte por medio de la fe. El miedo de los discípulos, sin Jesús, en la barca
zarandeada por el fuerte viento de tempestad, la Iglesia lo ha vivido desde los
primeros tiempos, pero con Jesús a bordo la Iglesia, la barca, llega a puerto de luz.
Cuando Mateo escribe su evangelio, el que más profundiza este milagro, la
comunidad eclesial ya conocía de dificultades en el camino de la fe y del
seguimiento de Cristo. Luego de veinte siglos, a pesar las diversas crisis por las
que ha atravesado, la Iglesia no ha conocido, el zozobrar de la nave, pues confía en
la promesa del Señor: Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”
(Mt. 28, 20). En las horas más oscuras del caminar eclesial y personal debemos
como los ap￳stoles escuchar al Se￱or que dice “Soy yo. No temáis” (v. 20). Fe y
oración, pan vivo para el mundo, son nuestra fortaleza como comunidad eclesial y
como discípulos. Sabiduría secreta, es la que necesitamos para, a decir del místico
Juan de la Cruz, nos guíe Dios, dejando que dé pisadas y pasos en nuestras vidas,
almas dice él, para llegarnos a Sí, es decir, a su unión de sabiduría y amor, por el
mar de la vida y de fe, en la nave de su Iglesia.
San Juan de la Cruz, escribe: “Por la secreta escala, disfrazada” del poema de la
Noche oscura, con lo que quiere dejar claro que las verdades de la fe son oscuras
para el mundo de los sentidos y, por lo tanto, se necesita un fe iluminada y cierta:
“En el mar está tu vía y tus sendas en muchas aguas, y tus pisadas no serán
conocidas” (Sal.77,19-20), es decir, que este camino de ir a Dios es tan secreto y
oculto para el sentido del alma…Que esta propiedad tienen los pasos y pisadas que
Dios que va dando en las almas que Dios quiere llegar a sí, haciéndolas grandes en
la uni￳n de su Sabiduría que no conocen….Queda, pues, claro que esta
contemplación, que va guiando al alma Dios, es sabiduría secreta” (2N 17,7-8).
Padre Julio Gonzalez Carretti OCD