El sacramento de la comunión.
2014-05-06
Oración preparatoria
Señor, ¡gracias por la Eucaristía! Permite que esta oración renueve mi fe en el
poder de tu gracia, que es mi fortaleza, el alimento de mi alma, la fuente perenne
de mi vida espiritual.
Petición (gracia/fruto que se busca)
Jesús, que a partir del día de hoy, la participación en la Eucaristía, sea el momento
más importante de mi vida.
Texto base para entablar el diálogo con Dios
Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, la gente le pregunto a Jesús: «¿Qué señal vas a realizar tú, para
que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros padres
comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo ».
Jesús les respondió: «Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es
mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel
que baja del cielo y da la vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Jesús les contestó: «Yo
soy el pan de la vida, el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí
nunca tendrá sed».
Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo
personal)
El sacramento de la comunión.
«Es un momento de profunda comunión: la gente que ha bebido la palabra del
Señor, es ahora nutrida por su pan de vida. Y todos fueron saciados, anota el
evangelista.
 
Esta tarde, también nosotros estamos en torno a la mesa del Señor, a la mesa del
Sacrificio eucarístico, en el que Él nos da una vez más su cuerpo, hace presente el
único sacrificio de la Cruz. Y en el escuchar su Palabra, en el nutrirnos de su Cuerpo
y Sangre, Él nos hace pasar de ser multitud a ser comunidad, del anonimato a la
comunión. La Eucaristía es el Sacramento de la comunión, que nos hace salir del
individualismo para vivir juntos el seguimiento, la fe en El. Entonces deberemos
preguntarnos todos ante el Señor: ¿cómo vivo yo la Eucaristía? ¿La vivo en modo
anónimo o como momento de verdadera comunión con el Señor, pero también con
tantos hermanos y hermanas que comparten esta misma misa? ¿Cómo son
nuestras celebraciones eucarísticas?» (S.S. Francisco, 30 de mayo de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a
Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho
Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con
Cristo)
Recibir hoy a Jesús en la Eucaristía, y si no me es posible, hacer una comunión
espiritual, preferentemente invitando a alguien que me acompañe.
«Vida de Sagrario; allí está el único que te puede dar fuerzas para vencer las
tentaciones»
( Cristo al centro, n. 837).