Lectio Divina: V Domingo de Pascua, Ciclo A.
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida
LA PALABRA HOY: Hechos Apóstoles 6, 1-7; Salmo 32; 1 Pedro 2,4-9; Juan 14,1-
12
Ambientación: Camino con páginas de revistas que tengan muchos rostros; al
final un rostro de Jesús con la frase: Yo soy el camino .
Cantos sugeridos: Camino, verdad y vida
Ambientación
El Evangelio de hoy nos presenta el primer discurso de despedida de Jesús. Él
quiere preparar a los discípulos para el momento en que no esté físicamente con
ellos, de manera que puedan continuar la obra que él comenzó sin dejar de
reconocerle como el único mediador que hace posible el encuentro con el Padre.
Oración inicial
Creo Señor en Ti.
Creo que Tú eres el enviado del Padre para salvarnos.
Creo que Tú eres el único camino,
creo que Tú eres la única verdad que salva
y que eres la Vida Verdadera.
Mi fe está puesta en Ti Señor.
Oye mi oración de súplica para que pueda creer más en todo lo que Tú me
propones.
Señor, para imitarte a Ti, necesito tus fuerzas, dámelas para que también pueda
hacer las obras que Tú me indiques y que haga siempre tu voluntad, aunque no la
entienda, porque eso es creer.
Que también a través de las obras que Tú me pides hacer, sea un verdadero
testimonio para que los demás también crean en Ti.
Amén
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 14, 1-12
Motivación: En medio de las dificultades, dudas y desalientos suenan los ánimos de
Jesús: “Que no tiemble su corazón”. Crean, confíen, sigan. Tenemos un camino
personal y vivo. Siguiéndolo haremos realidad lo que nuestra vida busca con tanto
anhelo.
Forma de leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
vv. 1-4: ¿A dónde va Jesús? ¿Cómo describe ese lugar? ¿Para qué va allí? ¿Qué
pide a sus discípulos durante su ausencia?
¿Qué le pregunta Tomás a Jesús? ¿Cómo le responde? ¿Qué quiere decir con
ello?
¿Qué le pide Felipe a Jesús? ¿Qué le responde el Señor?
¿Cuál es la relación entre Jesús y el Padre?
¿Cuáles son las obras que atestiguan que Jesús es el enviado del Padre?
¿Qué otras obras podrán hacer sus seguidores?
Otros textos bíblicos para confrontar: Juan 1, 23; Ex 14, 31.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Los creyentes conocemos la meta que perseguimos y sabemos que el
camino que conduce hasta ella no está hecho de leyes y normas, sino que es una
persona: Jesús. Si creemos en sus palabras y continuamos su obra, Él nos
encaminará hacia el encuentro con el Padre.
Señor Jesús, tú me pides que confíe en Ti. ¿Hasta dónde está mi confianza en
Jesús? ¿Cuáles son las cosas que me preocupan?
¿Cuál es el camino que debo tomar para entonces entrar en la casa del Padre?
¿En qué cosas me estoy desviando de este camino?
¿Soy consciente que muchas veces busco la verdad fuera de Jesús? ¿Soy
consciente que seguir a Jesús implica también otras renuncias?
¿Busco la vida en Plenitud? ¿Cuáles son los actos que atentan contra la vida, sea
mía o de mi prójimo que Jesús me pide cambiar?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Pidamos a Jesús que nos muestre al Padre, que nos ayude a caminar
por su camino, a mirarle, a conocerle, a creer en él y a descubrir en sus palabras y
en sus obras el auténtico rostro de Dios.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias
o la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este
domingo .(salmo 32)
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: En una conferencia a los misioneros, San Vicente habla de la
identificación de Jesús con el Padre, y nos la propone como modelo: “ Pues Dios es
una fuente inagotable de sabiduría, de luz y de amor… hay que salir de sí mismos
para entrar en Dios; hay que consultarle para aprender su lenguaje y pedirle que
hable él mismo en nosotros y por medio de nosotros. De esta forma él llevará a
cabo su obra, sin que nosotros la estropeemos. Nuestro Señor, cuando trataba con
los hombres, no hablaba por sí mismo: “Mi ciencia, decía, no es mía, sino de mi
Padre; las palabras que os digo no son mías, sino de Dios” (Jn 14,10). Esto nos
demuestra cómo hemos de acudir a Dios, a fin de que no seamos nosotros los que
hablemos ni los que actuemos, sino que sea Dios.” (XI, 332-333)
Compromiso personal: hacer una lista de las cosas que me preocupan y
llevarlas a la oración para pedirle al Señor que me enseñe a confiar en Él en
todas estas cosas.
Teniendo en cuenta que el Señor es camino, verdad y vida, ¿de qué manera
debo acercarme más a Él para vivir lo que Él nos propone y asumir su estilo de
vida?
Oración final
Señor Jesús, Tú que eres camino, verdad y vida,
que nos has hecho ver la relación de comunión y unión,
que existe entre el Padre y Tú,
hasta tal punto, que quien te ve, ve al Padre,
estando Tú en Él y Él en ti.
Te pedimos que nos ayudes a conocerte más vivencialmente,
para que así conociéndote a ti,
podamos conocer al Padre
y así vivir de acuerdo a lo que nos pides,
identificándonos contigo,
buscando tener tus mismos sentimientos,
para actualizar en nosotros,
las actitudes y disposiciones del Padre
que Tú has venido a revelarnos,
para dar testimonio de tu amor,
y así realizar y manifestar,
la obra que Tú ya la hiciste.
Ayúdanos Señor, a seguirte y así encontrar en ti,
la vida y la salvación, siendo Tú nuestro Dios y Señor. Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org