1
QUINTO DOMINGO DE PASCUA
(Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.-Hch.6,1-7:Escogieron a siete hombres llenos del Espíritu Santo.
b.- 1Pe. 2,4-9: Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real.
c.- Jn.14,1-12: Yo soy el camino, y la verdad y la vida.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra,
de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.-Oración colecta: Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido
hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos
creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “No se turbe vuestro coraz￳n. Creéis en Dios creed también en mí”
(Jn.14,1ss).
El evangelio nos presenta la revelación del misterio del Padre y cómo llegar a
ÉL. La marcha de Jesús, que les preocupa sobre manera a los discípulos, posee
un secreto: la realidad del Padre. ÉL ha venido del Padre a ÉL retorna. No sólo,
sino que el Hijo, sube al Padre con todos los redimidos. Esa relación con el
Padre que los discípulos conocen, es la raíz y origen de toda su existencia. La
comunidad, realidad palpable es testigo de cómo la ida de Jesús es necesaria,
para que se de esa misma relación que tiene con el Padre en cada uno de sus
discípulos. El Padre lo desea abiertamente, Jesús quiere dar a conocer su
misterio (vv. 7-8). Las palabras de Felipe, son un abrir el misterio de la
comunión trinitaria por parte de Jesús (cfr. Jn. 14, 16-17). Turbado y
emocionado les pide: “No se turbe vuestro coraz￳n. Creéis en Dios; creed
también mí” (v. 1; cfr. Jn. 11,33; 13,21). La adhesi￳n plena a Jesús, es
también adhesión al Padre (cfr. Jn. 10,30. 38; 14, 11-20; 17, 21-23). La
2
misma fe se debe tener en el Padre como en el Hijo (cfr. Jn. 12, 44; 1Jn.
2,23). Contando con la fe de los discípulos, comienza a develar el sentido de
su partida: su muerte es un volver al Padre. Por medio de su resurrección se
crea una nueva relación con el Padre, su humanidad será glorificada. Va a
preparar una morada para los suyos en el cielo, casa del Padre, que ahora se
abre también para los discípulos. La casa del Padre es Cristo Jesús, ÉL está en
Jesús. Luego de la resurrección los discípulos experimentarán esa misma
comunión que ahora, al presente, posee sólo Jesús. La pregunta de Tomás (v.
5), busca tomar conciencia del camino que ellos deben hacer, por eso Jesús
afirma: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por
mí” (v. 6). El camino hacia el Padre está trazado, Jesús lo va a recorrer en su
última etapa; los discípulos lo comenzarán a recorrer con el inicio de la pasión,
muerte y resurrección de su Maestro. Sólo quien entra en el camino de Jesús
comprende que es Vida y Verdad, no sólo al inicio, sino siempre. Como único
camino al Padre, el Hijo del Hombre, se compara a la escala de Jacob, lugar de
la comunicación con Dios (cfr. Gn.28,10-22). Jesús es el Camino hacia el
Padre, la Verdad y la vida, son su explicación. La verdad con la que se
identifica Jesús, es expresión de Dios, su palabra definitiva en la que todo fue
creado. Jesús encarna todo el proyecto del Padre, como Mediador, Revelador y
Salvador. Quien asume este Camino, encuentra la Vida, sinónimo de la paz
mesiánica pero también la experiencia del Resucitado y del Espíritu y el
encuentro del hombre con Dios en la eternidad. El hombre entra en el espacio
divino y de plenitud espiritual: comunión plena con Dios. No duda Jesús en
afirmar entonces: “Si me conocéis a mí, conoceréis también a mí Padre desde
ahora lo conocéis y lo habéis visto” (v. 7).
“Felipe le dijo: ᆱSe￱or, muéstranos al Padre y nos bastaᄏ. Jesús le
dijo: «Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe?
El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿C￳mo dices tú: ‘Muéstranos al
Padre’?” (Jn.14,8-9).
La pregunta de Felipe, expresa la necesidad más profunda de los discípulos:
ver al Padre y la respuesta es densa, pura cristología: “El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre” (v. 9). La exclusividad es absoluta: Jesús es el único
Camino hacia el Padre. Lejos de él, todo es mentira, error, oscuridad; la luz
que expanden sus palabras son destellos del Verbo. Ver al Padre se entiende
como comprensión en fe de su misterio, experiencia de su revelación,
presencia de Dios vivificante en la vida del discípulo. Una prueba de la
presencia del Padre en Jesús, son las obras que hace por su medio. Toda la
vida de Jesús es obra del Padre, incluidos los signos y las obras. Mirando al
futuro, serán los discípulos quienes continúen esas obras, que bajo la moción y
unción del Espíritu, serán más grandes que las realizadas por Jesús (V.12).
Será el Cristo resucitado y glorioso con el Espíritu Santo, los que llevarán a su
3
consumación, lo iniciado por Jesús de Nazaret. Finalmente la comunión tan
estrecha que existe entre Jesús y su comunidad, imagen de la que ÉL tiene con
el Padre, ahora le corresponde a ella, a la comunidad, expresarla como lo hizo
Jesús a sus discípulos. Desde esa comunión, los discípulos cualquier cosa que
pidan en su nombre Él las realizará (v. 14). Esta es la nueva dimensión en que
ingresan los discípulos, y nosotros, gracias al camino que Jesús abre en su
retorno al Padre. La experiencia que tengamos de Jesús es ya haberse puesto
en camino hacia la morada del Padre.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Jesús nos prepara una morada en la Casa de su Padre, hay que ir a ocuparla.
- Jesús nos señala el camino ÉL es el Camino del discípulo, la Verdad y la Vida
del creyente.
- Contemplar el Rostro de Jesús es ver a Dios y sus obras.
- La palabra de Dios es fuente donde leer la voluntad del Padre y los creyentes
harán obras mayores que ÉL en el tiempo.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo 32: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como
lo esperamos de ti.
- Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos. /Dad
gracias al Señor con la cítara, /tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.
- La palabra del Señor es sincera,/ y todas sus acciones son leales;/ el ama la
justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra.
- Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,/ en los que esperan su
misericordia, / para librar sus vidas de la muerte /y reanimarlos en tiempo de
hambre.
b.- Relectura bíblica que hace S. Juan de la Cruz de este pasaje
evangélico:
Traer memoria de la vida eterna, es vivir el evangelio puesta la mirada en
Cristo, camino, verdad y vida nuestra, en ejercicio de santa esperanza. Cuanto
más esperemos de esa vida más alcanzaremos, enseña Juan de la Cruz.
“Tenga ordinaria memoria de la vida eterna, y que los más abatidos y pobres y
en menos se tienen, gozarán de más alto se￱orío y gloria de Dios” (D 87).
4
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
www.carmelitasvina.cl.