Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo A, Tiempo de Pascua,
Domingo de la Semana No. 5
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Eligieron a siete hombres llenos de espíritu * Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. * Vosotros
sois una raza elegida, un sacerdocio real * Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
Textos para este día:
Hechos 6,1-7:
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se
quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no
atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron:
"No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la
administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de
buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea:
nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra." La propuesta
les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu
Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de
Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos
orando.
La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de
discípulos, incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Salmo 32:
Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos. / Dad gracias al
Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la
justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, / en los que esperan en su
misericordia, / para librar sus vidas de la muerte / y reanimarlos en tiempo de
hambre. R.
1 Pedro 2,4-9:
Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los
hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras
vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio
sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la
Escritura: "Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea
en ella no quedará defraudado." Para vosotros, los creyentes, es de gran precio,
pero para los incrédulos es la "piedra que desecharon los constructores: ésta se ha
convertido en piedra angular", en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y
ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza
elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios
para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su
luz maravillosa.
Juan 14,1-12:
En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que
voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré
conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya
sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos
saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre.
Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos al Padre
y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me
conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
"Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo
que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él
mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no,
creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que
yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.
Homilía
Temas de las lecturas: Eligieron a siete hombres llenos de espíritu * Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. * Vosotros
sois una raza elegida, un sacerdocio real * Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
1. La Vocación de los Apóstoles
1.1 El incidente narrado en la primera lectura de hoy, con aquellas dificultades que
llevaron a la elección de los primeros diáconos, sirve bien para mostrarnos con
realismo cómo se fue conformando esa realidad compleja y bella que llamamos la
Iglesia. No nació ya hecha sino que necesitó de tiempo, aciertos y desaciertos, para
ir encontrando su camino. Si bien el amor de Dios guía la obra, ese amor no se
salta los trechos en que padecemos oscuridad o en que nos duelen las tensiones
internas.
1.2 De un modo más profundo quizá esa lectura nos ayuda a ver en su esplendor la
vocación de los apóstoles: "No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para
ocuparnos de la administración... Nosotros nos dedicaremos a la oración y al
servicio de la palabra." Por una parte hay aquí un reconocimiento de la necesidad
de administrar y velar por cosas que pueden parecer secundarias pero que
interesan a la vida de los fieles, y en ese sentido, interesan también a la obra del
Evangelio en ello. Por otra parte, sin embargo, queda claro que la tarea del apóstol
no se queda en ese plano sino que tiene que ver con lo que es fundante y sirve de
fuente: la oración y la predicación.
1.3 Una consecuencia de esto es que cada vez que la Iglesia necesita renovarse ha
de mirar hacia esa doble fuente: la oración y la predicación. Orar más y renovar el
anuncio de la Buena Nueva: es lo que han hecho los fundadores de comunidades y
órdenes, y también los que han iniciado obras de misión o de caridad. Es también
nuestra tarea cada día y con mayor entusiasmo ahora, a impulsos de la Pascua.
2. Arriba o Debajo de la Piedra
2.1 Arriba de la piedra estás seguro y salvado; debajo de ella, estás perdido sin
remedio. La piedra es Cristo y estar sobre la piedra es tomarla como cimiento de tu
vida; es el resultado de creer en Cristo y saber que nos podemos fiar de su palabra.
Estar bajo ella es recibir el peso de su juicio al final de nuestros días, pues es una
realidad que el mismo que hoy ofrece salvación al final traerá juicio.
2.2 Esta idea es del apóstol Pedro en la segunda lectura de este domingo. Pero la
idea va más allá: también nosotros entramos "como piedras vivas." No cambiamos
el fundamento único y decisivo, que es Cristo, pero sí llegamos a servir de apoyo
para que otros, puestos sobre nosotros, puedan encontrar su propio lugar. Es una
imagen bella: las piedras más fuertes se reservan para la base, y su función es
humilde y casi oculta, pero indispensable para el resto del edificio. Así también en
la Iglesia nadie sobra y el más robusto está al servicio del más pequeño.
3. Camino, Verdad y Vida
3.1 Las palabras de Cristo en el evangelio de hoy son de las más conocidas y
justamente recordadas. Es posible que, si hubiera que dar una definición de Cristo,
muchos de nosotros tomáramos lo de hoy: Él es "el Camino, la Verdad y la Vida."
3.2 Bueno es entonces preguntarnos si Cristo es nuestro Camino, es decir, si
tomamos nuestras decisiones y opciones siguiendo su modo de decidir y optar; si
sus palabras nos iluminan; si acogemos a los que se nos acercan con el corazón
que él lo hacía y si rechazamos las tentaciones y engaños como él lo hizo.
3.3 Y preguntemos también si Cristo es nuestra verdad. Si desde la certeza en él
fluyen las certezas que nos sirven de fundamento. Si somos capaces de presentar
su rostro sin vergüenza estéril y sin orgullo vano de nosotros mismos.
3.4 Y miremos si él es nuestra vida. Si de veras no tenemos vida cuando él no está;
si le buscamos cuando parece que se aleja o si corremos pronto hacia él cuando
acaso nos hemos alejado nosotros.