SOLEMNIDAD. DOMINGO DE PENTECOSTES
PENTECOSTÉS – RECEPCIÓN
Padre Pedrojosé Ynaraja
No sé como celebraréis, en el lugar que acostumbráis a reuniros, mis queridos
jóvenes lectores, la Solemnidad de Pentecostés. Si la liturgia eucarística está
exactamente determinada, el mismo misal sugiere que puede celebrase una vigilia
libremente y marca algunas pautas para esta reunión. Se trata de lecturas bíblicas,
dejando lo demás a la libre elección. Aquí se acomodarán bien vuestras canciones y
textos escogidos o testimonios personales. No os olvidéis de compartir.
Os sugiero que escojáis vosotros mismos, aquellos textos que más os gusten, que
más os exijan y que más os ayuden a progresar. Una vez hecha esta elección, la
podéis ofrecer a todos como un aperitivo espiritual.
Y es que imagino que el tono del encuentro puede ser el de una recepción.
Inmediatamente de ocurrírseme la idea, he acudido al diccionario para encontrar el
sentido exacto del término elegido. He encontrado que se trata de un acto solemne
y festivo en el que se recibe a alguien. Una fiesta de gala. Una velada de sociedad,
dada por un personaje. En otro lugar, he buscado por Internet, se marcan las
normas de protocolo, las horas más apropiadas, la duración que puede tener… Por
cierto, me satisface que se insinúe las dos horas, es lo que hasta ahora ha tenido
nuestra vela, los años que la hemos celebrado, de20 a 22 horas del sábado
exactamente. Me hace gracia que se refiera a ofrecer a los asistentes aperitivos y
canapés y os comento que, entre nosotros, son los chiquillos más jóvenes los que,
acabada la misa, obsequian a todos con “chuches”, dicho en otro lenguaje:
caramelos de todos los colores y sabores, regaliz en diferentes presentaciones etc.
etc.
Y es que el acontecimiento se lo merece. La Solemnidad de Pentecostés es de
rancio abolengo espiritual. La recepción del Espíritu Santo por parte de los
Apóstoles a los que acompañaba María, la Madre del Señor, las Santas mujeres y
un montón de discípulos selectos. Calculad que serían unos ciento veinte. En este
caso no hagáis caso de lo que ofrecen los artistas, pese a que ya desde el siglo VI,
como ilustración en un manuscrito en pergamino de la Iglesia maronita, aparezca,
casi siempre, pintado exclusivamente un grupo de doce hombres con Santa María.
Ateneos, más bien, al texto de los Hechos de los Apóstoles.
Este acontecimiento viene precedido y celebrado con anterioridad de una manera
genérica o exclusivamente personal.
Al principio del libro del Génesis se lee: el Aliento de Dios, se cernía sobre la faz de
las aguas.
A Elías, en el monte Horeb, se le manifestó como una suave brisa…
Llegada la plenitud de los tiempos, Gabriel, el arcángel, le dice a la jovencita María:
el Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza… (Lc 1, 35)
Cuando acude la Virgen a refugiarse y ayudar a su tía Isabel, gestante como ella,
pero, como se diría hoy, “un embarazo con riesgo, por edad avanzada” , nada más
encontrase el mismo evangelio dice que la anciana, llena del Espíritu Santo… (1,41)
Durante su vida histórica y en los encuentros ya resucitado, el Maestro les habla de
la suerte que para ellos les supondrá el Espíritu Santo y en alguna ocasión ya les
adelanta su don…
Los antiguos en esta fecha celebraban y ofrecían a Dios las primeras espigas de
trigo. Observo que este año, entre nosotros los peninsulares, se ha adelantado el
tiempo normal de la cosecha y nuestros campos ofrecen generosos este cereal.
Podríais recordar al hombre primitivo, aportando un ramo de espigas de trigo, si
vuestra situación geográfica os lo permite…
El pueblo hebreo celebraba, y aun celebra, el don de la Ley, regalo que se les hizo
en el Sinaí, la montaña santa. A la fiesta le llaman la de las semanas, pues, ocurre
siete por siete días después del Pesaj.
Del Dios único tenemos alguna noticia. De Dios-Padre solo sabemos que es “abba”
(papá querido, papaíto… que ya es mucho decir en sólo cuatro letras). De Dios-Hijo
sabemos bastante, aunque si hubieran pretendido escribir su historia, no cabrían
los libros en el mundo… De Dios-Espíritu tenemos imágenes simbólicas: viento o
brisa. Agua fecundante. Fuego distribuido en llamas. Aceite que unge. Paloma.
¿Qué papel juega en la Iglesia? ¿Qué efectos produce en cada uno de
nosotros? ¿Vale la pena esperarlo y desearlo?
Aquí os recomiendo que recapacitéis sobre vuestra historia personal misma.
Penetró, pese a que seguramente no erais conscientes, en el momento del
Bautismo. Desde entonces no os ha abandonado nunca al recibir los
sacramentos. El día de la Confirmación, su presencia fue más explícita.
Los que por nuestra dedicación hemos recibido el sacramento del Orden, se
nos ha otorgado más efusivamente aun.
¿Qué nos falta? ¿Qué falta a cada uno de vosotros, mis queridos jóvenes
lectores?
Sin duda la Esperanza. Más que la contaminación atmosférica, el agujero de
la capa de ozono o el cambio climático, sufrimos el desencanto, que es
mucho peor...
El Espíritu Santo es la sonrisa de Dios, su encanto femenino.
Tradicionalmente, pero no es ningún dogma, se ha dado nombre a siete
dones del Paráclito, que es Defensor, Consolador, Impulsor...
Buscad un manual, el mejor es el Catecismo de la Iglesia, apuntad el
nombre de los dones y de los frutos y traducidlos a vuestro lenguaje de hoy,
a palabras que puedan ser entendidas por cualquiera.
Hecho lo cual, entregaos al silencio, a la petición sincera y personal.
La “RECEPCIÓN” culmina con la EUCARISTIA, no os la perdáis.
Rezad también por mí, como lo he hecho y lo hago yo por vosotros, mis
queridos jóvenes lectores.