Solemnidad. Domingo de Pentecostés. )
Luis María Martínez Sanjuan, C.M.
Hoy me voy a poner predicador y serio.
Alguien ha escrito: “Cuando en el mundo sucede algo nuevo, decisivo, ha sido
siempre gracias a los «soñadores» incorregibles que se obstinan en imaginar una
realidad distinta de la que tienen ante los ojos. Si la calidad de nuestro vivir resulta
tan decepcionante es porque tenemos miedo a soñar cosas estupendas, cosas
grandes, cosas nuevas”.
Copio otra frase. El gran teólogo alemán K. Rahner afirmó que el principal y más
urgente problema de la Iglesia de nuestros tiempos es su “mediocridad
espiritual”.Nuestra sociedad ha optado por lo externo y superficial, por la “dulce
apariencia”.
Pero santo Tomás de Aquino dijo: “Todo bien que sucede, (lo veamos claro o no lo
veamos), procede del Espíritu Santo”.
Y fue Jesús, y esto es más importante, quien nos lo dice con claridad: «Si vosotros,
pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»
Así que ya sabes… A pedir los dones y frutos del Espíritu, que seguro Dios te los
concede. La lotería, no; pero el Espíritu, sí. Es la promesa de Jesús. ¿O no crees en
Jesús? Porque, ¿no rezarás como un fariseo: Santificado sea tu Nombre?
Con permiso de somos.vicencianos.org