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DECIMO OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo A)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is. 55,1-3: Daos prisa y comed.
b.- Rom.8, 35. 37-39: Ninguna criatura nos podrá apartar del amor de
Dios manifestado en Cristo Jesús.
c.- Mt.14, 13-21: Comieron todos hasta quedar satisfechos.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros:
Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Ven Señor en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad
inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos
en favor de los que te alaban como creador y como guía. Amén. Por Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto?
- “Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a
sus enfermos” (Mt.14,14ss).
Este milagro tiene reminiscencias en el AT., donde vemos que la harina y el
pan son multiplicados en tiempos de Elías y Eliseo (cfr.1Re 17,9-16), pero lo
más importante, es la palabra de Yahvé: “Comerán y sobrará” (2Re 4,42-44).
Los judíos contaban entre los bienes mesiánicos, con un pan milagroso, como
el maná en tiempos de Moisés; realidad que se cumplió en Cristo Jesús (cfr.
Jn. 6, 32). Con esta primera multiplicación de los panes, Jesús quiere dejar en
claro, que han llegado los tiempos mesiánicos con su persona entre ellos, y su
mensaje de salvación. Esta primera multiplicación de origen palestino, se
realiza en el lado occidental del lago; la segunda que recoge la tradición de
origen pagano, sucede en el lado oriental del lago (cfr. Mt. 15, 32-39). El
Mesías debía dar respuestas a los problemas más urgentes de las personas,
como el hambre, en este caso. El señorío de Cristo, llega a toda la realidad del
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hombre necesitado de bienes espirituales y materiales, aunque el esfuerzo
humano, también se requiere para que obre Dios, con su providencia divina.
Los apóstoles, le señalan a Jesús, que se ha hecho tarde, están en
descampado, le piden despache a la gente y se compren comida (v.15). Jesús
sabe lo que quiere hacer, pero serán los apóstoles quienes deban crecer en el
conocimiento del Señor.
- Dadles vosotros de comer” (Mt. 14,16ss).
Hay sólo cinco panes y dos peces; el mandato ha sido: “Dadle vosotros de
comer” (v.16). Los discípulos muy poco pueden hacer, hay que poner los ojos
en Jesús; ellos están con las manos vacías, sólo podrán entregar lo que Jesús
les ofrecerá. Todos se sientan alrededor de Jesús, sobre la hierba, los
discípulos le proporcionan los alimentos, los toma, mira al cielo y alaba al
Padre. Como un padre de familia antes de la comida da la bendición a los
alimentos como padre de todo el pueblo; parte el pan y los peces, y lo da a
los apóstoles para que los repartan a las gentes. Todos comen y quedan
saciados, una verdadera bendición divina, todo un signo. Si leemos bien este
signo, Jesús no les quitó el hambre ni la preocupación por el pan cotidiano,
pero al menos una vez todos quedaron saciados, y sobraron doce canastos
llenos (v. 20). Cuando Jesús está en medio de ellos, nada les falta sacia todos
su apetitos, crecía la unidad entre ellos. Todo resultado de una situación
puntual, como cuando sana enfermos, expulsa demonios o resucita muertos,
da de comer a la multitud. Yahvé había alimentado a su pueblo,
asegurándoles su existencia (cfr. Ex. 16,13-15). Se repiten los prodigios del
pasado, Dios está más cerca de su pueblo con Jesús de Nazaret, en medio de
ellos. En una segunda lectura de este acontecimiento salvífico, encontramos
una imagen de la Iglesia: Jesús, en medio de ella como el Revelador del
Padre, dador de todos los bienes del Reino, en especial el Pan de la Palabra y
de la Eucaristía. Los apóstoles son los que están más cerca de ÉL, entregan
sus dones, son sus brazos extendidos. Cuando bendice, Jesús, mira al cielo,
hace las obras que el Padre le ha encomendado; obra más que como
Mediador, como el caso de Moisés, como fuente de vida, dador de vida nueva.
La Eucaristía, es la mejor manera de gozar de su compañía, vivir
caritativamente, toda la comunidad, los elegidos para el banquete del reino de
los Cielos.
b.- ¿Qué me dice? - ¿Qué le digo? - ¿A qué me comprometo?
- Me dice que Jesús alimenta a su pueblo con la palabra y el pan cuotidiano.
- Me dice que la compasión de Jesús y la colaboración de los apóstoles, la
nuestra obra el milagro de creer.
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- Me dice que las doce canastas están ahora llenas para nosotros repartir el
Pan de la Eucaristía y renovar el milagro.
- Hoy son millones de cristianos que se alimentan de la Eucaristía, pero
también del milagro de compartir.
- Otros testimonios…
5.- Momento de Agradecimiento y Contemplación:
a.- Salmo: Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores.
- El Señor es clemente y misericordioso,/ lento a la cólera y rico en piedad;/ el
Señor es bueno con todos,/ es cariñoso con todas sus criaturas.
- Los ojos de todos te están aguardando,/ tú les das la comida a su tiempo;/
abres tú la mano,/ y sacias de favores a todo viviente.
- El Señor es justo en todos sus caminos,/ es bondadoso en todas sus
acciones;/ cerca está el Señor de los que lo invocan,/ de los que lo invocan
sinceramente.
b.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje
evangélico: Teresa de Jesús, ve en la Humanidad de Jesucristo, el mayor don
que nos pudo hacer el Padre, porque es Dios entre nosotros, es decir, es carne
nuestra. Por lo mismo, la Eucaristía nunca la habríamos podido tener ni
conocer, si el Verbo, la segunda Persona de la Trinidad, no se hubiera hecho
hombre. “Su Majestad nos le dio como he dicho este mantenimiento y maná
de la humanidad; que le hallamos como queremos, y que si no es por nuestra
culpa, no moriremos de hambre; que de todas cuantas maneras quisiere
comer el alma, hallará en el Santísimo Sacramento sabor y consolación. No
hay necesidad ni trabajo ni persecución que no sea fácil de pasar si
comenzamos a gustar de los suyos.” (CV 34,2).
6.- Adoración y Alabanza: Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por darnos a Jesús, Palabra y Pan del cielo que nos
alimenta. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por poder renovar en la Eucaristía, la multiplicación de
los panes. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde los enfermos y necesitados no de pan sino de
compasión y comprensión. Te lo pedimos Señor.
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- Te alabamos Padre desde los que no te agradecen y te olvidan, desde ellos y
con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por la paz en Tierra Santa, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por los que tienen hambre de pan y de justicia, de verdad
y de amor, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre por los que tienen todo, para que sean agradecidos y
compartan con los que no tienen. Te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por los enfermos y sin trabajo, los matrimonios en
dificultad, los jóvenes y niños para que crezcan sanos y ambientes de familia
cristiana. Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página de la Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar:
www.carmelitasvina.cl.