XXI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A.
DE EXCURSIÓN POR LA MONTAÑA
Padre Pedrojosé Ynaraja
El episodio evangélico de la misa de hoy, aparece en diferentes momentos del año
litúrgico y le he dedicado mis comentarios otras veces. Vaya por delante esta
advertencia, porque en alguna ocasión me han dicho que me repetía. No lo dudo, si
no fuera así significaría que no soy coherente. También adelanto que siento por el
lugar y el relato un gran aprecio.
Por las características de la narración se trata de una excursión del Señor con sus
discípulos durante los días del Sucot. Sin tener calado teológico profundo,
resultaban y resultan estas fiestas las más alegres del calendario judío. Como el
calendario vigente es el lunar, no se puede señalar los días concretos, de acuerdo
con el nuestro. Situémoslas en septiembre-octubre, acabadas las labores agrícolas.
Guardados los cereales en el granero, el vino en tinajas o pellejos y el aceite de
manera semejante. El pueblo celebra la vida nómada por el desierto. Viven en
cabañas o las imitan, se van al campo o lo escenifican con ramajes, encañizados en
sus balcones.
En este caso el grupo no es familiar. Se trata de un puñado de varones, pescadores
de oficio la mayoría y algunas mujeres que se han ofrecido voluntarias.
El lugar escogido es precioso. Me detendré en el sitio preciso pero advierto que muy
próximo a él y perteneciente al mismo macizo y cuenca hidrográfica, está Dan, que
no ha perdido las vetas de agua y que hoy en día es de una abundante red de
riachuelos y exuberantes árboles, que no he visto en mi vida nada semejante,
superado, eso sí por los Alpes. (pero a estos por majestuosos que sean sus picos y
glaciares, les falta contenido espiritual9
El del punto geográfico del relato que me ocupa, perdió ya de antiguo su abundante
caudal que nacía de una oquedad enorme. Si la fuente del Jordán más abundante
brotaba allí, hoy se escurre oculta entre las rocas y aparece algo más abajo,
formando ya una cuenca con sus riberas que la delimitan. En tiempos de Jesús el
correspondiente reyezuelo de turno, había edificado una ciudad que en honor del
emperador romano llamó Cesarea, añadiendo lo de Felipe, para distinguirla de la de
la orilla del mar. La primera vez que fui no se veía ni rastro. Lo único que
sorprendía eran unas hornacinas excavadas en la roca que habían albergado
imágenes del dios Pan, deidad pastoril. La palabra castellana pánico deriva de esta
divinidad menor. En la actualidad se han descubierto muchas ruinas de la antigua
ciudad, especialmente abundantes aras.
Añado también que este punto es el origen del llamado “gran valle del Rift” que se
inicia aquí y llega hasta la región de los grandes lagos. De la gran fractura
geológica, cuya extensión en total es de 4830 kilómetros, forma parte esta gran
cueva, el lago Hule, que nunca se cita en la Biblia, el de Genesaret o de Tiberiades,
donde radica Cafarnaún, donde vivió Jesús de adulto su vida apostólica, toda la
cuenca del Jordán, el mar Muerto y el mar Rojo. Lo que sigue hacia el sur, ya no
interesa para este pasaje.
Venga, amigos lectores, que a esto no me había referido nunca anteriormente.
Ahora bien, lo importante no es el lugar, lo importante es el contenido de la
conversación.
Seguramente estarían ellos y el Señor fatigados por el camino recorrido. Sentados
en el suelo, improvisan lo que se les ocurre en aquel momento.
Al Maestro le intriga lo que puedan pensar las gentes de Él y se lo pregunta.
Ya sabéis la respuesta.
Iniciado el diálogo Jesús no se queda en pequeñeces, ellos ya no podrán retroceder.
Utiliza armamento de gran calibre.
Vosotros ¿Quién decís que soy yo?
Cuando visito el lugar del que os estoy hablando, mis queridos jóvenes lectores y
cuando me acerco al sagrario, muchas veces oigo que el Señor a mí también me
pregunta: Óyeme: ¿Quién soy yo para ti? ¿Qué piensas de mí? ¿Qué dices de mí?
La promesa del primado a Pedro es muy importante y el advertirle de donde ha
salido la respuesta que el discípulo ha dicho también. Ahora bien acabo pidiéndoos
que meditéis con sinceridad y valentía la vuestra respuesta personal e individual.
Creo yo que es lo que a cada uno de vosotros os interesa más.