XIX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Luis María Martínez Sanjuan, C.M.
Tener fe y confiar. Es fácil decirlo. Pero… Y si sentimos la fuerza de los problemas y
de las contradicciones. Y si el Malo se disfraza de llamadas a pasarlo bien y al
bienestar. Y si nos sentimos solos y hasta no nos entienden los de nuestra propia
casa….
No sé. Pero me parece que como Pedro tenemos que gritar: ¡Señor, sálvame,
sálvanos! Porque…, a que tú también tienes un poquito de miedo al compromiso.
Los miedos son el mayor obstáculo para reconocer, amar y seguir a Jesús como
“Hijo de Dios” que nos acompa￱a y salva.
Las olas, el viento, los fantasmas imaginarios, los agnósticos y ateos, los
indiferentes, los cristianos c￳modos y acomodados, los curas…, y… Pero, ¿quién
podrá apartarnos del amor de Cristo? Porque Él nos lo ha dicho claro: ¡Ánimo, yo
estoy con vosotros!
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