COMPARTIENDO EL EVANGELIO
Reflexiones de Monseñor Rubén Oscar Frassia
(Emitidas por radios de Capital y Gran Buenos Aires – ciclo 2014)
Domingo 24 de agosto de 2014 – Vigésimo primero del tiempo ordinario.
Evangelio según San Mateo 16, 13-20 (ciclo A)
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué
dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?". Ellos le
respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros,
Jeremías o alguno de los profetas". "Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que
soy?". Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo
de Dios vivo". Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no
te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo
te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la
Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos.
Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en
la tierra, quedará desatado en el cielo". Entonces ordenó severamente a sus
discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
PREGUNTAS QUE REQUIEREN RESPUESTAS SINCERAS
El primer contacto que uno tiene con Dios es a través de la fe y la fe no inventa,
no crea por necesidad sino que es un conocimiento muy fuerte del ser humano,
que conoce por la fe; lo que conoce por la fe es cierto, seguro, objetivo y
verdadero. Por lo tanto, el conocimiento por medio de la fe es un verdadero
conocimiento. Cuando afirmo “yo creo en Jesucristo” afirmo que Jesucristo ES,
que le CREO y que en Él CONFIO, no lo invento sino que adhiero a lo que ya es,
a lo que ya está.
La fe es un verdadero conocimiento y todos tenemos que cuidar, aumentar,
desarrollar y alimentar la fe a través de la oración, de la Palabra de Dios, de la
participación en la Misa porque es el hilo conductor. En la Iglesia, es Dios con su
Espíritu que nos lleva a todos y va ordenando todas las cosas.
En este Evangelio vemos que Simón, Cefas, reconoce en Jesús al Mesías por
obra del Espíritu, como bien le dijo Jesús “es el Padre quien te ha dado este
conocimiento, no fueron tu razón, ni tus argumentos, ni tu inteligencia, ni tu
astucia, sino que fue Dios; y Yo te digo tú eres Pedro”.
Y desde entonces pasaron todos los Papas. Ayer Benedicto, hoy Francisco, y así
Dios va guiándonos en la Iglesia a cada uno de nosotros.
Ahora bien, detengámonos un instante y preguntémonos interiormente: ¿creo de
verdad en Jesucristo?, ¿creo que se encarnó en la Virgen?, ¿creo que vino a
darnos la doctrina?, ¿creo que murió por nosotros?, ¿creo que resucitó?, ¿creo
que está vivo?, ¿creo que está presente en la Eucaristía?, ¿creo que me perdona
los pecados?, ¿creo que está -en serio- en todos nosotros? Bueno, si creo
verdaderamente, no puedo quedar igual, porque si muchas veces la pertenencia
a la Iglesia son costumbres, o actos externos, o eventos, tengamos cuidado
porque estamos perdiendo el tiempo.
Es importante pedir al Señor que vivamos de la fe, no de los eventos, no de las
cosas externas, no delas costumbres, no de las tradiciones, en todo caso de la
TRADICION que es viva y en ella está presente el Señor. Hagámonos esas
preguntas pero también tengamos la capacidad de la respuesta.
Que Santa Rosa de Lima bendiga a nuestra nación, a toda América Latina, a
todos los peruanos que habitan nuestro país y a todos nosotros: en el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén