XXII Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Jueves
Lecturas bíblicas
a.- 1Cor. 3, 18-23: Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
b.- Lc. 5, 1-11: Vocación de los primeros cuatro discípulos.
Luego de hacer una síntesis de la actividad de Jesús, el evangelista entra con el
tema de la pesca milagrosa (vv.4-9) y la vocación de los cuatro primeros discípulos
(vv.10-11). La gente se acercaba a Jesús para oír la palabra de Dios, y ÉL les
enseñaba, sentado en la barca de Pedro a las orillas del lago de Genezaret. Esa
palabra de Dios, atrae a los hombres con una fuerza misteriosa. Jesús y Pedro, ya
se conocen, por lo mismo, al sentirse llamado ha sido preparado por la gracia, de
ahí la prontitud de su respuesta. La palabra de Dios, abre en el hombre capacidades
nuevas en el campo de la generosidad. Acabada la predica manda a Pedro, dueño
de la barca, que bogue mar adentro, y ante la insistencia del Maestro, lo hace, pero
advirtiéndole, que han pasado la noche sin coger nada, pero porque ÉL lo dice,
nuevamente echará las redes (n. 5). Si no pescaron nada de noche, menos lo harán
por la mañana (cfr.Rom.4,18-21;Gén.15,5). Sin embargo, recogieron una gran
redada de peces y Pedro se echa a los pies de Jesús y le pide: «Aléjate de mí,
Señor, que soy un hombre pecador.» Pues el asombro se había apoderado de él y
de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado.” (vv. 8-9).
¿Qué había sucedido? Descubren en Jesús una persona especial, un ser misterioso,
cuya palabra realiza lo que no se puede logar por la solas fuerzas humanas, la
elección y vocación exigen fe para vivirla, como Abraham. Pedro recibió, un signo
de parte de Dios, para creer; ve en Jesús, una manifestación de Dios, y lo primero,
es revivir su condición de pecador, el temor ante el totalmente Otro, el sólo Santo,
por ello le pide que se aleje (cfr. Is. 6,5). En llamarle Señor, Pedro descubre una
intervención divina en esa pesca única. Pero en lugar de alejarse, los convierte, a
Pedro y sus compañeros en pescadores de hombres. Hasta ahora Jesús ha estado
sólo, predicando, y sanando enfermos, expulsando demonios, desde este momento
estará acompañado de sus cuatro primeros discípulos: Santiago y Juan, Pedro y
Andrés. (cfr. Mc. 1,16-20; Mt. 4,18-22). ¿Qué vio Jesús en estos hombres?
Pescadores de hombres que lo siguieran como discípulos. (vv. 10-11). Lo dejaron
todo, barca, redes, trabajo, casa por seguirle para escuchar y hacer suya su
palabra, su doctrina y su estilo de vida. Lo que ahora da sentido a su vida es Jesús,
el reino de Dios, la pesca de hombres. La epifanía que vivió Pedro lo hizo
reconocerse pecador, experimentar el temor de Dios y recibió el primer trabajo por
el reino de Dios: la vocación para la obra de la redención.
Teresa de Jesús, comprendió eso de ser discípula de tan gran Maestro, puesto que
se puso a su escucha y servicio, por esto les propone a sus hijos e hijas este
pensamiento: “No es pequeño bien y regalo del discípulo ver que su maestro le
ama” (CV 26,10).
Padre Julio Gonzalez Carretti OCD