XXII Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Introducción a la semana
Terminado el mes de agosto. Para muchos, en este hemisferio norte, ello supone
el encontrarse con la cotidianidad que se mantendrá a lo largo del año. La
disposición de los que hayan disfrutado de días de descanso es estar
agradecidos a ello. Y superar todo lo que se parezca a depresión postvacacional.
Todos han de afrontar esa cotidianidad con espíritu animoso. La palabra de Dios
ayudará a ello.
En esta semana se celebra como memoria obligatoria a san Gregorio Magno,
papa y doctor de la iglesia. Durante toda la semana seguiremos la lectura
continua. La primera lectura la ocupará la primera carta a los Corintios.
Comunidad cristiana a la que se dirige el Apóstol que se desarrolla en Corinto
capital del paganismo. Comunidad en la que surgieron no pocos problemas.
Comunidad que necesita que Pablo la ayude a dirigir su vida moral de acuerdo
con la fe cristiana. En los textos evangélicos se abandona el Evangelio de Mateo
y se comienza con el de Lucas. Se dejan aparte los capítulos que se refieren a la
infancia de Jesús, su bautismo el tiempo del desierto, y se comienza por su
misión pública, precisamente en Nazaret. Comienzo, brusco y poco prometedor.
Después continuará su enseñanza en Cafarnaum, en la sinagoga o desde una
barca, o caminando por el campo. Se enfrentará a los demonios que “poseen” a
enfermos, y también a los fariseos a causa de la cuestión del sábado.
Fray Juan José de León Lastra
Licenciado en Teología
Con permiso de dominicos.org