XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Luis María Martínez Sanjuan, C.M..
¿Qué te parece? ¿Cómo lo sientes?
Fue san Vicente de Paúl quien dijo: Dios ni quiere ni puede hacer nada sin nosotros.
¡Qué bueno! Claro que si formamos una sola cosa con Él…
Verdad es que mientras muchos dejan a la gente de lado, Jesús nos ha dicho que
no es así para Dios, que somos un miembro imprescindible de Su cuerpo. Eso sí; no
te sientas imprescindible. Siéntete necesario/a.
¿Te has sentido alguna vez inútil? ¡¡Rechaza esta tentación!! Piensa: A tu lado, en
tu parroquia, en tu pueblo, en tu grupo: te necesitan. ¡No escondas como el del
evangelio esa cualidad tuya que otros no tienen!
¿Cuántas veces sales a buscar? ¿Insistes con bondad, con generosidad? ¿Te
pareces al Padre, te parces a Jesús? No tendrás envidia de la bondad de Dios,
¿verdad?
Dicen que esta hermosa reflexión es de san Agustín: Reza como si todo dependiera
de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti…
Y no olvides a quienes cargamos cruces en la vida, a quienes están peor que tú.
Piensa qué puedes hacer por ellos. Piensa de nuevo lo del día de la cruz: Lo que
salva es el amor, no el sufrimiento.
Tampoco me olvides a mí. Reza por mí y recibe un beso cariñoso: Luis Mari
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)