Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo A, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 26
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Cuando el malvado se convierte de su maldad, salva su
vida * Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna. * Tened entre vosotros los
sentimientos propios de Cristo Jesús * Recapacitó y fue
Textos para este día:
Ezequiel 18,25-28:
Así dice el Señor: "Comentáis: "No es justo el proceder del Señor." Escuchad, casa
de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la
maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y
practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte
de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá."
Salmo 24:
Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas: / haz que camine con
lealtad; / enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador, / y todo el día te estoy
esperando. R.
Recuerda, Señor, que tu ternura / y tu misericordia son eternas; / no te acuerdes
de los pecados / ni de las maldades de mi juventud; / acuérdate de mí con
misericordia, / por tu bondad, Señor. R.
El Señor es bueno y es recto, / y enseña el camino a los pecadores; / hace caminar
a los humildes con rectitud, / enseña su camino a los humildes. R.
Filipenses 2,1-11:
H ermanos: Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si
nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría:
manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis
por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre
superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todo el
interés de los demás. Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo
Jesús.
[Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al
contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno
de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse
incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le
concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda
rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.]
Mateo 21,28-32:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo,
ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y
fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no
fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?" Contestaron: "El primero."
Jesús les dijo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la
delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos
el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le
creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis."
Homilía
Temas de las lecturas: Cuando el malvado se convierte de su maldad, salva su
vida * Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna. * Tened entre vosotros los
sentimientos propios de Cristo Jesús * Recapacitó y fue
1. ¡No al Fatalismo!
1.1 La palabra que no cabe, que nunca cabe en nuestra fe cristiana es "fatalismo."
Eso de que hay un destino marcado puede servir para algunas obras literarias o
para otras religiones. Nosotros, por el contrario, creemos que el futuro es un libro
que no está escrito; un libro en el que tenemos el derecho de escribir nuestras
propias páginas.
1.2 Las lecturas de hoy van en esa línea. Nos invitan, casi digo, nos obligan a
reconocer que sí es posible cambiar el rumbo. El ser humano no está hecho sino
que se va haciendo a sí mismo. Cada decisión que tomas te convierte de algún
modo en un ser distinto. Al escoger una u otra opción frente a ti estás escogiendo
también un modo u otro de ser.
2. Hay un camino: recapacitar
2.1 Por supuesto, el mensaje de la Escritura no es sólo que podemos cambiar sino
que podemos mejorar. Nuestra religión es esencialmente un mensaje positivo: la
conversión es posible; hoy puedes recapacitar; el resto de tu vida no existe
todavía: tú lo llamarás a la existencia. Cambia tu mente, cambia tu corazón y
cambiarán también tu vida y tus resultados.
2.2 En la primera lectura este mensaje aparece como una invitación vigorosa y
abierta a todos: "Si el malvado recapacita y se aparta de los delitos cometidos,
ciertamente vivirá y no morirá." El malvado es aquel que ha hecho muchos males,
aún más: es aquel a quien consideramos malo en sí mismo. Pero esa naturaleza
perversa no tiene la última palabra.
2.3 El mensaje es simple y poderoso: No estás atado a tu pasado malo. Ni siquiera
las palabras que tal vez tú mismo hayas dicho tienen por qué atarte. El segundo
hijo de la parábola de Cristo el día de hoy fue uno que había dicho en voz alta: "¡No
quiero!" Pero una palabra sabia pero puede deshacer lo que hizo una palabra necia.
3. Con el poder de Cristo
3.1 Por supuesto, se requiere más que buenos propósitos. Esto lo sabemos todos
los que hemos experimentado cuán débiles somos y con cuánta facilidad
quebrantamos nuestras buenas resoluciones.
3.2 Cristo nos anuncia y nos concede esa fuerza para no sólo reconocer lo que
estuvo mal sino para no sentir ya el mismo deseo de repetirlo. La acción de Cristo
en nosotros nos cambia el corazón, enseña el Evangelio.
3.3 Por eso Pablo, en la segunda lectura de hoy nos exhorta con estas palabras:
"Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús." Es muy difícil obrar como
Cristo si uno no es Cristo. Hay que ser uno con él para actuar y vivir como él. Y
somos uno con él primero por la fe, creyendo en su mensaje, y luego por el amor,
adhiriéndonos a su enseñanza, a su Iglesia y a su Espíritu Santo.