XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Luis María Martínez Sanjuan, C.M.
Aunque a veces te sientas o hayas sido un pelín rebelde, gracias a Dios esto tiene
solución. Vive como el hijo pequeño, aunque este sea el pródigo.
Las de Jesús no son las muletas que decía Bertolt Brecht que había que tirar.
Sí. Yo también lo veo. Veo que muchas personas parecen vivir una religión de
supermercado, de consumo. Y muchos se han contagiado del ambiente y tienen
como principio la manía horrible de usar y tirar.
Esto no es de ahora. Ya lo criticaban los antiguos profetas. Y Jesús contra lo que
más se revolvió fue contra la hipocresía.
¿A quién piensas que se deja más de lado? ¿A quién se utiliza? ¿Y tú, estás dejando
o minusvaloras a alguien? ¿Por qué? Ojo, que esto se puede hacer hasta en la
propia casa.
Yo no quiero dejar de lado a nadie. Desde luego a ti, no. Y menos a Dios.
Y no lo olvides: Dios es quien llama. A ti y a mi nos toca responder.
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)