XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Luis María Martínez Sanjuan, C.M.
Soliloquio
Sí; es cierto. Es cierto que rezo todos los días Venga a nosotros tu Reino. Pero de lo
que no estoy tan seguro es si procuro todos los días que reines tú, mi Dios, y tu
justicia. ¡¡Quiero como Jesús servir, ser grano de trigo que cae en el surco del
mundo!!
Ten paciencia conmigo, qué sí, que yo quiero entregarlo todo a tus hijos más
pequeños y más necesitados.
Me da confianza saber, como dice san Pablo, que aunque me remuerda la
conciencia, tu amor es más grande que mi conciencia.
Dame tu Espíritu prometido y haz de mí un instrumento en tus manos para
construir tu Reino. Haz de mí un buen labrador aunque sólo te entregue el fruto de
dos denarios. ¡No me quites tu Reino! ¡Déjame ser uno de tus obreros, aunque sólo
sea de la última hora!
QUE SEA ASÍ DE VERDAD. PADRE.
¡Ah! También a ti quiero servirte: Luis Mari
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)