Comentario al evangelio del viernes, 24 de octubre de 2014
Queridos amigos, paz y bien.
Hoy nuestra Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María está de fiesta.
Celebramos el día del nacimiento para el cielo de nuestro santo Padre Fundador, san Antonio María
Claret.
El dies natalis de nuestro Fundador es el motivo para dar gracias a Dios por su vida, por su obra y por
nosotros, sus hijos, Congregación querida. Una llamada a sentir que el espíritu de Dios está sobre cada
uno de nosotros, como lo sintió Jesús en la sinagoga de Nazaret, y como lo vivió Claret.
En la solemnidad de san Antonio María Claret, se nos propone hacernos presente en cualquier tipo de
frontera, usando todos los medios urgentes, oportunos y eficaces, para construir el Reino de Dios. Cada
uno con su vocación, con su carisma personal, dentro del carisma común de la Congregación. Y siendo
creativos, como lo fue Claret. Dando oportunidad a otros de trabajar con nosotros, para que la Buena
Nueva llegue a todos los rincones del mundo, del uno al otro polo.
Claret supo interpretar el tiempo en el que vivía, mirar alrededor, y buscar las formas precisas para que
la Palabra de Dios llegara a todas partes. Preocupado desde pequeño por la vida eterna, quiso que todos
pudieran salvarse, tuvieran la oportunidad de oír la Buena Nueva. Y como solo no podía, buscó la
ayuda de algunos compañeros, para llegar más lejos.
En 1870 murió en el destierro nuestro Fundador. Hoy somos más de 3000 claretianos, repartidos en 63
países del mundo. Para saber más, pincha aquí . Y reza, por favor, por nosotros, para que nuestro
Fundador no se avergüence de nosotros, sus hijos, por haber perdido el impulso misionero.
Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.
Alejandro J. Carbajo, cmf