Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos (2 de noviembre)
Luis María Martínez Sanjuan, C.M..
Segura Esperanza… y cielo
En este fin de semana coinciden dos fiestas: todos los santos y los fieles difuntos.
¿Qué evangelio escoger? Imposible hacerse eco de tanta riqueza. Hoy he dado,
pues, otro giro y te ofrezco un himno de la liturgia.
No sólo los del cielo, o Amparo de Albacete, a quien llaman la santa. Todos
nosotros somos de la peña de “los santos”. Eso repetía Pablo a los Efesios: «A mí,
el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los
gentiles la riqueza insondable que es Cristo» (Ef 3, 8)
Eso sí, no te duermas en los laureles, practica y anuncia las bienaventuranzas con
tus actitudes hacia ellos (los hombres, los pobres). Y céntrate en el evangelio del
día final de nuestro “tour” humano sin olvidar las etapas del “camino” que lleva a la
VIDA. Haz que venga su Reino.
Y esto para ti: A todos los de…, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de
los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo. (Rom 1,7) [Rellena los puntos suspensivos]. ¡Y vive mirando arriba
estos dos días, aunque no puedas comprar flores!
Espero que mi abrazo de hoy sea de gracia, alegría y paz y responda a un amor-
Amor del mejor: Luis Mari
Fuente: Somos.vicencianos.org (con permiso)