Lectio Divina: Fiesta. Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán (9 de
noviembre)
Autor: P. Chuno Chávez Alva , C.M.
Ustedes son el templo vivo y verdadero de Dios
LA PALABRA HOY: Ezequiel 47,1-2.8-9.12; Salmo 45; 1 Corintios 3,9-11.16-17;
Juan 2,13-22
Ambientación: Crucifijo, cirios, ladrillos de cartulina con los nombres de los grupos
que forman nuestra parroquia (o comunidades de nuestras Congregación)
Cantos sugeridos: Qué alegría cuando me dijeron; Iglesia peregrina
Ambientación
La Iglesia celebra hoy, la consagración de la Basílica de Letrán, que es la catedral
de Roma, símbolo de unidad de todas las comunidades cristianas. Cada templo
tiene su historia y sus tradiciones. Pero a todas las iglesias les une un mismo
motivo y finalidad: ser el lugar de encuentro con Dios. El templo es importante,
pero más importante es ser «piedra viva» del templo de Dios, ya que el Señor
habita en cada hombre de buena voluntad.
Oración inicial
Bendito seas, Padre, porque en Cristo, nuestro Señor, estableciste con tu pueblo, la
Iglesia, una alianza nueva para una religión y culto verdaderos en espíritu y en
verdad.
Tú nos pides una religión efectiva en frutos de fe y amor, para que no sea estéril la
misión que nos has confiado.
Para eso concédenos vencer nuestra pasividad y comodidad, sintiéndonos las
piedras vivas del auténtico templo del Espíritu.
Haz, Señor, que llevemos nuestro culto a la vida diaria, a la familia, al mundo, al
trabajo y al amor de los hermanos. Así podremos darte gloria y adorarte como tú
quieres: en espíritu y en verdad. Amén.
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Juan 2,13-22
Motivación: Las lecturas de hoy nos van a recordar que Cristo, es el verdadero
templo, y que el cristiano por la presencia del Espíritu Santo es morada de Dios. La
escena evangélica de hoy anuncia a Jesucristo resucitado como el nuevo templo en
el que se realiza la presencia salvadora de Dios. Escuchemos.
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Qué gesto realiza Jesús en el templo? ¿Por qué?
¿Qué pretende demostrar con este gesto?
¿Cómo reaccionan quienes lo escuchan?
¿De qué templo hablaba Jesús? ¿Cuándo recuerdan sus discípulos estas
palabras?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 21,12-17; Mc 11, 15-19; Lc 19,45-
48; Salmo 69,10; 1Cor 6,19 .
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Jesús plantea una nueva forma de vivir la religión basada en su
persona. ¿Cómo reaccionaría hoy ante muchas realidades y situaciones de nuestra
Iglesia, de nuestras parroquias, de nuestras familias cristianas, de nosotros
mismos?
¿Es Jesús y su mensaje el centro de nuestro culto?
¿Qué deberíamos purificar en nuestras celebraciones?
¿Descubres algo de mercantilismo, de “negociado” en tus relación con Dios?
Una Iglesia de piedras vivas, ¿cómo nos animaría en la construcción del Reino?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación : el culto en espíritu y verdad, es la religión de la vida entera, vivida en
fidelidad a la voluntad de Dios y en solidaridad fraterna con los demás,
especialmente con nuestros hermanos más débiles y necesitados. Con estos
sentimientos dirigimos nuestra oración a Dios.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias
o la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este doming
(Salmo 45)
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: Para San Vicente la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, que
continúa su obra y la hace presente en el mundo. La pertenencia al mismo cuerpo
es el fundamento de la compasión y la caridad cristiana.
¿Y cómo puedo yo sentir su enfermedad sino a través de la participación que los
dos tenemos en nuestro Señor, que es nuestra cabeza? Todos los hombres
componen un cuerpo místico; todos somos miembros unos de otros. Nunca se ha
oído que un miembro, ni siquiera en los animales, haya sido insensible al dolor de
los demás miembros; que una parte del hombre haya quedado magullada, herida o
violentada, y que las demás no lo hayan sentido. Es imposible. Todos nuestros
miembros están tan unidos y trabados que el mal de uno es mal de los otros. Con
mucha más razón, los cristianos, que son miembros de un mismo cuerpo y
miembros entre sí, tienen que padecer juntos. ¡Cómo! ¡Ser cristiano y ver afligido a
un hermano, sin llorar con él ni sentirse enfermo con él! Eso es no tener caridad; es
ser cristiano en pintura; es carecer de humanidad; es ser peor que las bestias. (XI,
560,561)
Compromiso:
Orar por la unidad de la Iglesia, renovar nuestro amor a ella y el
compromiso de ser piedra viva en su edificación.
En nuestros grupos: realizar nuestro servicio a los pobres con la certeza
que son los “miembros privilegiados” de la Iglesia.
Oración final
Para que consigamos una mayor
unidad en la iglesia.
Ayúdanos, Señor .
Para que sepamos aceptar las diferencias
como una riqueza del Espíritu.
Ayúdanos, Señor .
Para que seamos solidarios
con las iglesias que sufren persecución o pobreza.
Ayúdanos, Señor .
Para que los cristianos seamos
testigos de la fe coherentes y alegres.
Ayúdanos, Señor .
Para que demos consuelo y esperanza
a los que sufren.
Ayúdanos, Señor .
Concédenos, señor, los dones de tu Espíritu, para que entre todos construyamos tu
reino en el mundo. Amén.
Con permiso de somos.vicencianos.org