DOMINGO SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO.
NOVIEMBRE 23 DE 2014
PARA GANAR EL EXAMEN FINAL.
La imágenes de unas ovejas descarriadas y perdidas una tras otra en un día de
tiniebla y oscuridad hicieron eco en el corazón del profeta Ezequiel para pensar
en lo que Yahve hizo por Israel desde el momento de su exilio a Babilonia, “día
nebuloso y oscuro”. El profeta sabía la fidelidad del Dios de la Alianza: “Yo
mismo iré a buscar a mis ovejas a todos los lugares por donde se dispersaron”.
“Yo mismo apacentaré, buscaré, curaré, cuidaré y juzgaré entre las ovejas,
entre carneros y machos cabríos” (primera lectura).El anuncio novedoso del
texto es que Israel sigue siendo el rebaño de Dios que hará retornar del exilio.
El exilio de Babilonia significó también el fracaso sucesivo de los reyes que se
comportaron como pésimos pastores. Dios, por el contrario tendría como cetro
de rey un bastón de pastor.
Cuando Ezequiel escribió este texto ya no había más reyes en Israel, Dios los
había relevado para retomar el liderazgo de Israel.
La separación entre ovejas y cabritos Dios la hará con sentimientos de pastor;
quienes sean bendecidos serán tratados como hermanos, y a los de la izquierda,
lugar desfavorable, siniestro, los llamará maldecidos.
Los benditos de mi Padre, es decir la familia de Dios se reunirá en un reino
preparado desde antiguo para entregarles allí la herencia de la vida eterna por
haber dado de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, hospedar a
los forasteros, vestir a los desnudos, visitar a los enfermos y quienes han
perdido la libertad. Jesús se identifica con los pobres de Antioquia donde vivía
Mateo: “Yo les aseguro que cuando lo hicieron con el más insignificante de mis
hermanos conmigo lo hicieron” (evangelio). Jesús juzga en razón de los
comportamientos con el mismo Jesús sufriente. En los pobres sabemos quién es
el Dios nuestro.
“Quienes no lo hicieron con uno de estos más insignificantes tampoco lo hicieron
conmigo” el Jesús sufriente; entonces irán al castigo eterno y los justos, el grupo
de sus hermanos los pobres, a la vida eterna”
COMO RESPONDER LAS PREGUNTAS.
La vida eterna es una práctica permanente de solidaridad hasta convertirse en
herencia de Dios como recompensa a nuestra ética de la compasión, llamada por
el evangelio “obras de misericordia” La compasión requiere un trato con los
pobres en su “corporeidad”, es decir, en su condición más vulnerable. Dios ha
puesto en nuestros corazones su sentido de compasión para poder responder no
como yo quiero sino como el hermano necesita; es una relación íntima con el
sufrimiento del pobre que va mas allá de crearles falsas expectativas, las que
son siempre irrespetuosas con los sentimientos de quienes no pueden hacerse
respetar por no tener con quien hablar.
Los maldecidos son los que se castigan así mismos por no responder a la palabra
y misión de los discípulos de Jesús; son ellos mismos quienes se han excluido
negando por su comportamiento con respecto a los hermanos la condición de
hijos del Padre y hermanos de los otros. Así y todo el Rey no niega la condición
de hijos a los que están a la izquierda.
Ser bendecidos y maldecidos depende de nosotros. Si nos sabemos los puntos
del examen final no buscados con trampas sino dados por el mismo Maestro,
Jesús, como vamos a perder el examen final de la vida; mas aún el único que no
se gana por mérito sino por un reconocimiento gratuito.
Sin fe en el juicio final la historia personal y social y todo cuando nos rodea se
convierte en un caos indescifrable.
Es providencial esta fiesta de Cristo-Rey con una Palabra de Dios propia de la
Navidad. Para llenar este país de puentes de solidaridad, reconciliación y paz
primordialmente los hermanos del Jesús sufriente, que son también hermanos
nuestros.