Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Ciclo A, Tiempo Ordinario,
Domingo de la Semana No. 34
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja *
El Señor es mi pastor, nada me falta. * Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios
lo será todo para todos * Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de
otros
Textos para este día:
Ezequiel 34,11-12.15-17:
Así dice el Señor Dios: "Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su
rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le
dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos
los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo
mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear -oráculo del Señor Dios-.
Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas;
curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es
debido. Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y
oveja, entre carnero y macho cabrío."
Salmo 22:
El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar. R.
Me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas; / me guía por el
sendero justo, / por el honor de su nombre. R.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con
perfume, / y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré
en la casa del Señor / por años sin término. R.
1 Corintios 15,20-26.28:
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un
hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán
murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su puesto:
primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de
Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez
aniquilado todo principado, poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios
haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la
muerte. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a
Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.
Mateo 25,31-46:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga en su gloria el Hijo del
hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán
reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor
separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su
izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid vosotros, benditos de mi Padre;
heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve
hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me
hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la
cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te
vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te
vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos
enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada
vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de
comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me hospedasteis,
estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con
sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él
replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los
humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos
a la vida eterna."
Homilía
Temas de las lecturas: A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja *
El Señor es mi pastor, nada me falta. * Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios
lo será todo para todos * Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de
otros
1. Cristo Pastor, Cristo Juez
1.1 La imagen del pastor nos parece acogedora y amorosa; la imagen del juez nos
parece severa y casi amenazante. Uno de los propósitos de la celebración de hoy es
que sepamos complementar una imagen con la otra: nuestro benigno pastor será
también nuestro juez; nuestro juez insobornable es hoy nuestro pastor. Así nos lo
enseña Ezequiel.
1.2 El Dios que busca a las ovejas es el mismo que juzga a las ovejas. ¿Qué quiere
decir esto? Quiere decir que el amor incondicional e inagotable nos conduce a un
terreno en el que no vale disculpa alguna. Precisamente porque Dios nos ha amado
sin medida nos ha quitado toda posibilidad de engañarnos. No hay excusas para el
que se sabe amado, radicalmente amado, gratuitamente amado, infinitamente
amado. El amor total elimina al engaño. El amor total hace brotar la verdad total.
2. La consumación de la historia
2.1 San Pablo nos ofrece otra perspectiva sobre el misterio magnífico que hoy
celebramos. El reiando de Cristo paracerá en plenitud sólo al final. Nuestra historia,
pues, tiene una dirección. No es el monótono repetirse que parecía amenazarnos
desde los estribillos del Eclesiastés: "Nada nuevo bajo el sol" (Qo 1,9). Cristo le da
la dirección, el sentido a la historia. Él es el sentido de la historia y sin él la historia
humana, individual o colectiva, es sólo una sucesión de deseos que no satisfacen.
2.2 Pablo nos presenta al universo sometido a Cristo. La consumación consiste en
eso: el sometimiento a Jesucristo. Entonces es posible apresurar la consumación.
No es una fecha exterior al mundo, que caiga sobre el mundo porque "estaba
escrita" en algún lugar. Es a la vez algo inconcebible y algo concebido; algo que
viene de la más absoluta trascendencia, y que sin embargo se despliega desde las
entrañas de nuestra historia. Apresuramos la consumación cuando apresuramos el
reinado de Jesucristo.
3. Los criterios de juicio
3.1 La historia humana, llegada a su consumación, tendrá que comparecer ante
Cristo. La palabra del Señor decreta el destino eterno, pero no lo crea. El juicio
sucede en la historia, aunque se decreta sólo a su término. Sucede en la historia
porque ya sabemos de qué y por qué somos juzgados. El bien negado es un mal
futuro. Todos los bienes que negamos son los males que nos acusan.
3.2 Las palabras de Cristo en ese día serán: "¡Vengan!" ó "¡Apártense!". Mas, si lo
pensamos bien, esas palabras no son otra cosa que un espejo de las obras de unos
y otros. Los que se acercaron a Cristo escucharán que Cristo les dice que se
acerquen; los que se apartaron de Cristo escucharán que Crsto les dice que se
aparten. El gran juicio es sólo un espejo ampliado de la vida que llevamos.
3.3 Cristo está oculto en los pobres. O dicho de otro modo: la pobreza es el ámbito
en que Cristo se revela. No es nuevo esto para quien haya leído el Evangelio. En la
pobreza se revela la gracia porque pobreza significa: límite de nuestras fuerzas y,
por tanto, límite de nuestras pretensiones. La pobreza no es una decoración o un
capricho de Cristo; es la condición única en que podemos descubrir un amor que
existe donde nosotros no podemos dominarlo. Un amor que es nuestro dueño.