DOMINGO DE RAMOS (B)
(S e m a n a S a n t a)
“El Hijo de Dios me amo y se entrego por mí” (Gálatas 2,20)
- El final de la Cuaresma nos introduce en la “Semana grande” o “Semana
mayor” , como se denominaba, tradicionalmente, a estos siete días de la
Pascua Cristiana.
- El Domingo de Ramos es como, el pórtico de la Semana Santa en la que la
Iglesia va a conmemorar estos tres importantes acontecimientos de la vida
de Cristo relacionados con, “la historia de nuestra salvación”:
- 1º) El Domingo de Ramos: La Entrada de Jesús en Jerusalén,
aclamado por el pueblo sencillo como, “el Bendito del Señor” y
“el Rey de Israel” según nos narran los Evangelistas .
- 2º) El Jueves Santo : Se nos recuerda, la Institución de la Eucaristía
y el Lavatorio de pies a sus discípulos, junto a la Proclamación del
Mandamiento Nuevo.
- 3º) El Viernes, Sábado y Domingo Santos: Tiene lugar, la Vía
Dolorosa de Jesús (Pasión y Muerte) que culminan con el triunfo
de Cristo: su Resurrección, que da paso a la Pascua cristiana.
- Estos son los fundamentales hechos históricos que conmemora la
Semana Santa pero, en torno a ellos, la tradición cristiana ha ido creando
costumbres y devociones populares que están en el ánimo de todos:
- Los Pregones que anuncian la Semana Santa.
- La Bendición y Procesión de Ramos.
- Las Visitas a Jesús Sacramentado en los Monumentos-
Homenajes al Santísimo.
- El Sermón de las Siete palabras, El Ejercicio del Vía Crucis
- Y, ¿cómo no recordarlo? Los desfiles Procesionales que tanto
contribuyen a la rememoración de la Pasión Muerte y
Resurrección del Señor y que son como una Catequesis viviente.
. Una buena formación cristiana nos debe ayudar a saber discernir, entre
estos hechos fundamentales, y lo que pudiéramos considerar como el
ropaje: todas esas elogiables costumbres cristianas que el pueblo ha ido
creando en torno a lo fundamental. Así evitaremos, como suele decirse,
que “los árboles no nos impidan ver el BOSQUE!”.
- Y el “BOSQUE” es, el inmenso amor de Dios a los hombres manifestado
en su Pasión. Muerte y Resurrección y que San Pablo sintetizaba con esas
palabras que nos sirvieron de titular: “El Hijo de Dios me amó y se entregó
por mí” , que cada uno de nosotros podemos hacerlas nuestra.
Guillermo Soto