IV Domingo de Pascua, Ciclo B
CUESTIÓN DE AMISTAD Y RESPETO
Padre Pedrojosé Ynaraga Diaz
1.- Las palabras del Señor, mis queridos jóvenes lectores, tienen un encanto
singular. Sé muy bien que para muchos de vosotros no les resultará la
imagen que escoge el Maestro, lo expresiva que lo es para mí. El símbolo del
pastor que utiliza Él, es muy propia de la cultura mediterránea y de unos
tiempos que ya están acabándose. Conocí de pequeño algunos pastores de
los rebaños de un tío mío. Recuerdo muy bien en su ruda amabilidad, su
delicadeza, nada propia de una persona que vivía a la intemperie y entre
animales. Por el mismo desierto del Sinaí, me he encontrado beduinos con
sus camellos, cabras y ovejas. La facha de los primeros animales, no invita a
caricias, son feos de por sí y esclavos, que raramente se revelan. En cambio,
nada hay tan atractivo como un corderito. El viajero que se detiene en un
oasis, tiende de inmediato a aproximarse a los rebaños, a tocar, a mimar.
Las ovejas se dejan querer, y el pastor mira complacido.
2.- Los lobos son el paradigma de la maldad por estas tierras peninsulares.
Reconozco que cuando yo nací, estos carnívoros salvajes estaban al borde
de la extinción. Matar un lobo era una proeza que, según contaban, retribuía
la autoridad. Uno de mis recuerdos infantiles, es ver un camión, impulsado
por gasógeno, figuraos el tiempo que hace de ello, ni sabréis de lo que os
estoy hablando, que llevaba delante, muy visible, un lobo muerto, por las
calles de Burgos, como un trofeo singular, que era muy aplaudido por todos
los vecinos. Han pasado muchos años y por aquello del respeto a la
diversidad y el equilibrio de las especies, también de las depredadoras, el
odiado animal está protegido por la ley, no sin que los pastores dejen de
enojarse, cuando algún ejemplar ataca, pese a que el dueño reciba una
subvención por el daño ocasionado al rebaño.
3.- Estas explicaciones os pueden parecer a algunos de vosotros, mis
queridos jóvenes lectores, fútil y banal explicación. No me molesto si así
pensáis de mí. Mi propósito al contaros estas cosas, al daros cuenta de mis
vivencias, es que comprendáis el acierto del lenguaje, de las enseñanzas, del
Maestro. Ciertas personas son fieles de una doctrina, de un libro, de unos
criterios. A nosotros los cristianos, no nos faltan enseñanzas, contenidos y
legislaciones, pero nuestra adhesión es a una Persona, a un Compañero, a
un Hermano Mayor, al Hijo predilecto de nuestro Dios, que es Padre. No
olvidéis nunca la diferencia. La originalidad y riqueza de nuestra Fe. Somos
afortunados, de Fortuna espiritual, que es divisa siempre admitida.
4.- Podemos olvidar pasajes de los evangelios, ignorar aspectos de la Ley,
vivir en los paisajes más insólitos que nos pueda llevar el destino, pero
siempre, si hemos conocido el Amor que Jesús nos tiene y nos acordamos de
cómo transcurrió su vida, ni ignoraremos como debemos comportarnos, ni
nos sentiremos solitarios, ni desgraciados. El cordero puede alejarse, pero el
pastor lo busca. La oveja tal vez busque pastos escondidos y desviados de la
ruta común, el pastor mandará al perro que la devuelva, o irá él mismo a
recogerla, pero no se perderá aquel animal.
5.- Continúo con la mía, que, seguramente, no será la vuestra. Para
comprender más al Señor, para serle fiel, no sólo me recluyo en oración de
cuando en cuando, tampoco me limito a consultar y aprender el contenido
de los textos, según la traducción e interpretación de los mejores autores,
que no dejo de hacerlo, ahora bien, también pregunto, indago, entre las
gentes cuya vida se pueda parecer a la de los que rodeaban al Maestro.
Todavía, aunque difícilmente, puede uno encontrar pastores semejantes a
los de aquellos tiempos. Compruebo, al tratar con ellos, lo acertado del
lenguaje de Jesús y siento su atractivo personal, que eso es la devoción.
Incluso los asalariados, se sienten vinculados a sus animales. Muchas veces
he dicho a algunos jóvenes vinculados a una empresa, que no debían
enamorarse de ella, nunca me atrevería a criticar el cariño que un pastor
siente por sus ovejas. Lamenta el Señor que no todos sean de los suyos. No
se trata de posesión del que considera al inferior un esclavo, desea Él la
compañía protectora y enriquecedora de su Amor.
6.- Quisiera que hoy en solitario o, mucho mejor, si lo podéis hacer en
equipo, examinarais vuestro comportamiento y vuestros criterios. Que no
ignoraseis el respeto a la persona y a su conciencia, su libertad y su
singularidad, pero que, desde esta tolerancia, comprobaseis la indiferencia,
la despreocupación, la indolencia egoísta que hay en tanta conducta de hoy,
de aquellos que son “políticamente correctos”.
7.- Os escribo impresionado por dos noticias de hoy que me preocupan. La
otra noche, un barco se hundió con cerca de mil personas que libremente
(¿?) habían escogido salir de tierras subsaharianas y cayeron al agua. La
inmensa mayoría han muerto. Si pienso que allá ellos, que no deberían
haberse dejado engañar y embarcado en tan viejos pesqueros, que debían
ser responsables y no situarse de tal modo en el navío, que desequilibraran
la carga, etc. La actitud es muy lógica, muy acertada, pero muy poco
cristiana. La otra noticia es la del chico de 13 años que esta mañana ha
atacado a profesores y alumnos, acabando con la muerte de uno de ellos. Si
me quedo abrumado con la noticia, si lamento su proceder, sin sentirme
responsable de los chicos de la misma edad que están, o estarán, en mi
entorno, y por respeto a su libertad y por entender los desequilibrios tan
propios de la adolescencia y de una sociedad decrépita que les rodea y que
es tan propia de estos pagos, sin decidirme a hacer algo, seré tal vez un
correcto ciudadano, pero, en mí interior, un egoísta, alejado de lo que el
Maestro nos inculcó.
8.- Aceptar sonriente al que se nos aproxima, invitar a compartir el gozo de
la Fe, descubriéndole con nuestra conducta ejemplar el Amor, la Caridad tan
propia del Señor, facilitarle la entrada en la Iglesia, Esposa de Jesucristo,
que trasmite Gracia, no es avasallador proselitismo. Es Solidaridad de gama
alta.