XXV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B
AL FINAL NO JUZGAR A LOS NIÑOS
Después de la conquista de Alejandro el Grande hacia el 33 a.C, una gran colonia
judía emigró a Egipto, Alejandría, en la delta del Nilo, alegres por la libertad
religiosa que tenían y la fe que podían trasmitir a sus hijos. La pertenencia judía y
griega no fue fácil por su incompatibilidad de ser fieles a su religión o a las
costumbres griegas. Precisamente fue un sabio judío quien al ver como se extinguía
la comunidad judía se dedicó a mantener viva la esperanza por la fidelidad
exponiéndose a la persecución por parte de los suyos; “Dios no nos abandonará
jamás porque Él es nuestro padre.” sus enemigos pensaban “Tendamos una trampa
al justo porque nos reprende de las faltas a los principios de nuestra educación.
Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él”
(primera lectura). Sin duda alguna que la verdadera sabiduría está en la fidelidad
comentada por Santiago: “Los que tienen la sabiduría son amantes de la paz,
comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales
y sinceros, los pacíficos siembran la paz y cosecharán frutos de justicia” Ustedes
codician lo que no pueden temer y acaban asesinando. Ambicionan algo que no
pueden alcanzar y entonces combaten y hacen la guerra” (Segunda lectura).
MEJOR ACCIONES DE BAJAR QUE DESEOS DE SUBIR\
El evangelio de hoy es el segundo anuncio que incluye la catequesis sobre la cruz
“Les decía: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, le
darán muerte y tres días después de muerto, resucitará… pero ellos no entendían
aquellas palabras y temían pedirle explicaciones” (Mc 9,30-32). Jesús insiste en que
lo comprendan no como el mesías político judío sino a la luz de la cruz y
resurrección. Inexplicable que después de las palabras de Jesús los discípulos se
pongan a discutir “quien era el más importante” sin tener en cuenta la cruz”, ser
último de todos y servidor de todos.
Se puede ser el primero y no está prohibido para el evangelio ser el primero sólo
que ser el primero no puede ser a costillas del otro sino en beneficio del otro.“ el
servidor de todos... ”Entonces el camino no es subiendo sino bajando; hay que
cambiar el deseo de subir por las acciones de bajar.
Ser el último de la fila puede convertirse en el primero, todo depende de donde se
parta. Todas nuestras medidas comunes de importancia y grandeza son tonterías
infladas por el “ego”. Quien es el más importante es la condición para dirimir la
mayoría de conflictos, desde los familiares hasta los políticos y económicos,
matando al niño que todos tenemos en nuestro interior.
UNA CITA EQUIVOCADA.
Ni el niño y muchísimo menos la niña tenían dignidad en la palestina del siglo
primero, así enfatizaba Jesús “el último de la sociedad y la casa pero el servidor de
todos”. El término griego “Paidós” también puede traducirse por “servidor”, "El que
acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí,
no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.
Si se nos autoriza a ser pequeños desde el servicio o dejar aparecer nuestro niño
interior estaremos dándole al mundo su dimensión precisa. Es necesario acoger en
nuestra vida a nuestro propio niño y también al que tenemos delante de nosotros.
Forma parte de la misión de los discípulos hacer de la casa y la iglesia el ámbito
materno, casa en que los niños encuentren acogida sin debilitar su dignidad siendo
respetados y acogidos. En alguna oportunidad, por equivocación, un niño fue citado
a un juzgado. Eso se llama una equivocación inspirada porque el niño es el jurado
final ante quien nuestra civilización debe ser juzgada.
P. Emilio Betancur