“EL AÑO DE LA MISERICORDIA”
Carta de Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas
para el domingo III de Adviento
(13 de diciembre de 2015)
Los textos bíblicos de este tercer domingo de adviento nos llaman a animarnos y a no perder la
esperanza. La figura de San Juan Bautista, desde su austeridad profética, nos exhorta a
convertirnos. El que es el profeta de “la verdad”, no dud￳ en denunciar a Herodes y en dar la
vida por lo que creía. Solo podemos “volver a Dios”, cuando nos disponemos a construir desde
“roca” y no desde arena, o bien desde las mentiras. Cuando con humildad somos capaces de
revisarnos y evaluar como estamos construyendo, nos encaminamos a realizar “un examen de
conciencia” y nos introducimos en el camino de reconciliaci￳n que nos permite “volver a Dios”,
para recibir el abrazo paternal y misericordioso.
El adviento ubicado en el fin del año, es un tiempo apropiado para realizar “un examen de
conciencia”. Si bien tiene una dimensi￳n personal, el mismo no puede ser un acto individualista.
Necesariamente tenemos que revisar como vivimos nuestros compromisos comunitarios y si el
llamado a la santidad lo asumimos desde nuestra responsabilidad ciudadana construyendo una
sociedad mejor. Revisar y pedir para vivir el compromiso de la unidad y de la misericordia.
El 8 de diciembre pasado en la solemnidad de la Inmaculada concepción, hemos iniciado en toda
la Iglesia el año Jubilar extraordinario de la Misericordia. Esto responde a un pedido del Papa
Francisco hecho en la Bula de convocatoria “Misericordiae Vultus”. En la misma, el Papa nos
dice: … “hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la
mirada fija en la misericordia, para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del
Padre. Es por esto que he convocado un “Jubileo Extraordinario” de la Misericordia como
tiempo propicio para la Iglesia, para que haya más fuerte y eficaz el testimonio de los
creyentes….”(3). El Papa así anuncia el motivo de este año jubilar y señala como inicio el 8 de
diciembre. Nosotros también hemos iniciado este año con una Misa celebrada en la Parroquia
Inmaculada concepción de Posadas el 7 de diciembre, y en cada parroquia de la Diócesis.
El Papa también sigue se￱alando en su convocatoria: “El domingo siguiente III (tercero) de
adviento, se abrirá la puerta Santa en la catedral de Roma, Basílica de San Juan de Letrán… Para
el mismo domingo establezco que en cada Iglesia Particular, en la Catedral que es la Iglesia
Madre para todos los fieles, o en la concatedral o en la Iglesia de significado especial se abra por
todo el a￱o Santo una idéntica Puerta de la Misericordia…”. Al referirse a la apertura de esta
puerta el Papa se￱ala: “En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual
cualquiera que entrara podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece la
esperanza”.
Con este acontecimiento celebramos la conclusión de un gran acontecimiento en la vida de la
Iglesia que fue el Concilio Vaticano II. El Papa Francisco cita al santo papa Juan XXIII, para
animarnos a vivir este año de la Misericordia, en su reflexión en la apertura de dicho Concilio:
“En nuestro tiempo la Esposa de Cristo prefiere usar la medicina de la Misericordia y no
empu￱ar las armas de la severidad… La Iglesia Cat￳lica, al elevar por medio de este Concilio
Ecuménico la antorcha de la verdad católica, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna,
paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella.” Y el Papa
Pablo VI en la conclusión del Concilio señalaba que la antigua historia del Samaritano ha sido la
pauta de la espiritualidad del concilio hacia el mundo moderno”.
Como Diócesis, en cada comunidad, Parroquias, Colegios, movimientos, áreas pastorales
queremos insertar más profundamente la caridad y la misericordia en nuestra tarea
evangelizadora durante este año de especial gracia.
Nuestra esperanza alimentada en esta Navidad por el nacimiento de Jesús nos compromete a
realizar un buen examen de conciencia y a trabajar activamente en ser constructores de una
sociedad mejor, dispuestos a cruzar la puerta de la Misericordia en este año jubilar para recibir el
abrazo de nuestro Padre Dios y de nuestros hermanos
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas