PRIMER DOMINGO DE CUARESMA (C)
“Las tentaciones de Cristo son hermanas gemelas de las que todos padecemos en nuestro
corazón”
(José Luis Martin descalzo)
Emprender el camino con Cristo
Al ejemplo del pueblo judío y de Jesús, Nuestro Señor, iniciamos nuestro caminar hacia
Pascua y la Tierra Prometida. Encontrando nuestra fuerza en la Palabra de Dios y
dejándonos conducir por el Espíritu Santo, dejaremos que el Señor guíe nuestras vidas, Él
que nos posibilita ser justos.
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días,
el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel
tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”.
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo
y le dijo:
-- Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me lo han dado, y yo lo doy a quien
quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
-- Está escrito: “Al señor, tu Dios, adorarás y al solo darás culto”
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
-- Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que
cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras."
Jesús le contestó:
-- Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN CENTRAL:
¿El diablo existe?
Es la pregunta que me hacía una de mis amigas en la veintena hace pocos días…Después de
hablar un poco sobre la realidad de las posesiones diabólicas y los exorcismos, esa fue la
pregunta concluyente: ¿acaso el diablo existe? Como dice el Padre italiano Cantalamezza
en uno de sus comentarios: «…el demonio, el satanismo y otros fenómenos del mismo
género son en nuestros días muy actuales e inquietan fuertemente a nuestra sociedad.
Nuestro mundo tecnológico e industrializado está impregnado de ocultismo, de espiritismo
y así mismo abundan los magos, los brujos, los redactores de horóscopos, los vendedores
de ilusiones, de amuletos, así como también pululan verdaderas sectas satánicas. Arrojado
por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana. En otras palabras, cazado por la
fe, él ha regresado gracias a la superstición”.
El episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto que leemos este domingo, nos ayuda
a ilustrarnos un poco sobre este tema. ¿Entonces, existe el demonio? ¿Es decir, la palabra
DEMONIO hace referencia a una entidad personal, dotada de inteligencia y de voluntad, o
se trata simplemente de un símbolo, de una manera de indicar la suma del mal moral en el
mundo, del inconsciente colectivo, de la alienación colectiva, etc.?
Muchas personas, entre ellos los intelectuales, no creen en el demonio en el primer sentido
de la palabra. Pero es necesario hacer notar que grandes escritores y pensadores, como
Goethe, Dostoievski, han tomado en serio la existencia de Satán. Baudelaire, que no era
ciertamente un santo, dijo en alguna ocasión que “la más bella de las artimañas del diablo
es de persuadirte que él no existe”.
En los evangelios no puede considerarse como la prueba principal de la existencia del
demonio los muchos episodios de liberación de personas posesas o poseídas, porque las
creencias antiguas sobre el origen de ciertas enfermedades pueden haber influido en la
interpretación de estos hechos. La prueba, es Jesús quien ha sido tentado en el desierto por
el demonio. La prueba también es los numerosos santos que han luchado en su vida contra
el príncipe de las tinieblas. Ellos no son “Don Quijotes” que han luchado contra molinos de
viento. Eran al contrario hombres y mujeres concretos con una psicología muy sana.
Si tantas personas encuentran o ven absurdo creer en el demonio, es porque ellas se basan
en los libros, es porque ellas pasan su vida en las bibliotecas o en sus oficinas, cuando no
son los libros lo que interesan al demonio sino preferentemente las personas, y, sobre todo,
precisamente, los santos. ¿Qué puede saber sobre Satán aquel que nunca ha sido
confrontado con la realidad de Satán sino solamente con su idea, es decir, con las
tradiciones culturales, religiosas, etnológicas (de raza) sobre Satán? Éste trata en general
con mucha seguridad y superioridad este sujeto, considerándolo todo como “oscurantismo
medieval”. Pero esto es una falsa seguridad. Sería como aquel que alardea “no tener miedo
a los leones”, dando como prueba el hecho que él ha visto muchas pinturas y fotografías de
leones, y nunca ha tenido miedo. De otro lado, es desde todo punto de vista normal y
coherente que aquel que no cree en Dios no cree tampoco en el diablo.
¡Seria por lo mismo trágico y triste que una persona que no cree en Dios crea en el diablo!
Sin embargo, la cosa, la más importante que la fe cristiana tiene para decirnos no es que el
demonio existe, sino más bien que Cristo ha vencido el demonio. Cristo y el demonio no son
para los cristianos dos príncipes iguales y contrarios, como en ciertas religiones dualistas.
Jesús es el único Señor; Satán no es más que una creatura “que ha jugado mal y por tanto
ha arruinado su destino”. Si algún poder se le ha conferido sobre los hombres, es para que
los hombres tengan la posibilidad de escoger libremente un terreno (un campo) y también
para “que ellos no se enorgullezcan” (cfr. 2 Corintios 12,7), creyéndose autosuficientes y
creyendo no tener necesidad de redentor. “El viejo Satán es un loco-dice el refrán de una
canción góspel-, él ha disparado para destruir mi alma, pero él ha mal apuntado y ha
destruido mi pecado”.
Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos mal, si nosotros no
lo queremos. Después de la venida de Cristo, Satán es como un perro amarrado: él puede
ladrar con todas sus fuerzas y tirar todo lo que quiera de su cuerda (o lazo de amarre) , pero
si no nos acercamos a él, él no puede mordernos.
¡En el desierto, Jesús se ha liberado de Satán para liberarnos de Satán! Es la Buena Noticia
con la cual comenzamos nuestra caminada de Cuaresma hacia la Pascua.
REFLEXIÓN 2
SEGÚN la percepción popular, Jesús es visto en este relato como un héroe que se sustrae
(rechaza) sin pensarlo dos veces a las solicitaciones del diablo. Pero tomándolo meramente
así, nos perdemos lo esencial del relato: Jesús ha vivido toda la lista de nuestras tentaciones,
y entonces a lo largo de toda su vida ha estado obligado a tomar cientos de decisiones (de
opciones), como yo, como nosotros. Miremos más de cerca.
Jesús acaba de vivir el choque de una experiencia religiosa al momento de su bautismo en
el Jordán. Él ha descubierto que es amado de una manera única por Dios, que Él tiene una
misión especial. Entonces, ahora siente necesidad de aislarse para reflexionar, hacer
examen. El evangelio habla de 40 días de ayuno en el desierto. El ayuno se explica dentro
del contexto de preparación a una misión, la cifra 40 expresa en la antigüedad el tiempo
necesario para la maduración de la vida y el desierto hace referencia a lo que ha debido
vivir el pueblo judío cuando ha dejado Egipto para ir hacia la Tierra Prometida, sus
tentaciones de volver atrás, sus dudas en la fe en Moisés y en Dios. A su manera, Jesús ha
vivido todo esto.
Antes que nada, la palabra “diablo” para los griegos representa ese bastón o palo que se
mete entre las ruedas para frenar el carruaje. Él representa entonces los obstáculos en una
misión, y es por ello que se prefiere traducir la palabra por “deseos contrarios a la misión”.
Las tres tentaciones pueden resumirse así:
Si verdaderamente eres un hombre habitado por Dios, centra tu oración en tus necesidades
físicas esenciales;
Reconoce tu necesidad de ser importante y entonces cede completamente a tu deseo de
controlar todo y de ser célebre;
En fin, pídele a Dios ser como Él y así escapar al sufrimiento y a la muerte.
Nosotros conocemos la respuesta del evangelio basada en el Antiguo Testamento: el ser
humano necesita mucho más que pan, él tiene necesidad de amar y de ser amado, y él tiene
necesidad de buscar el sentido último de la vida; Dios solo es un absoluto, y entonces el ser
humano debe permanecer libre en referencia a lo restante; nosotros no podemos controlar
a Dios y obligarlo a evitarnos de ser humanos, en particular a enfrentarnos a nuestra
muerte.
Todas las opciones de Jesús han sido en ese sentido.
Él ha vivido lo que nosotros vivimos.
¡La Buena Noticia! La fuerza que Él ha desarrollado a través de sus múltiples opciones, Él
nos la pone a disposición hoy para que el difícil trabajo de vivir de nacimiento al ser humano
renovado.
¿El secreto? Basta simplemente con abrirse al Espíritu que habla ya en el interior profundo
de nosotros.
OBJETIVO-VIDA DE LA SEMANA:
1. En los momentos de desolación, me vuelvo con confianza hacia Jesús.
2. Reservo momentos de silencio para profundizar en la Palabra de Dios que está en mi
boca y mi corazón.
3. Pido al Espíritu Santo ayudarme a discernir, entre mis deseos, aquellos que tienen como
objetivo el bien de aquello que no son más que apariencia de bien.
4. Doy gracias al Señor por invitarme a entrar en su Pascua.
5. Referencio una forma de tentación que me aleja de Dios y de los demás. Oro al Señor
para que venga a combatirla conmigo.
6. Pienso desde ya que puedo compartir materialmente con los más pobres durante la
Campana de Compartir de Cuaresma.
ORACION-MEDITACION:
Señor, Tu que has asumido nuestra condición humana hasta el final;
Tú sabes que las tentaciones atraviesan nuestra vida:
Tentación de existir sin Dios
y de fabricarnos la felicidad solos;
Tentación de imponernos ante los otros, de dominarlos;
Tentación de buscar las alabanzas, las falsas glorias.
Pero Tú, Tú has vivido sin jamás pecar.
Tú te comportaste como un verdadero Hijo de Dios.
Tú nunca dudaste del Padre,
Tú has confiado en Él plenamente,
sabiendo que todo viene de Él y que es Fiel.
Tú te has apoyado en su Palabra y has sido fiel en su amor.
Hemos comenzado nuestro ascenso hacia la Pascua,
te pedimos, quédate con nosotros, Señor.
Que este tiempo de Cuaresma sea para nosotros un tiempo de desierto.
Un tiempo de agradecimiento
hacia aquel de quien recibimos la VIDA.
Un tiempo para seguirte y descubrir que tu PALABRA
es el refugio y abrigo más seguro sobre nuestro camino.
Un tiempo para estar más cerca de ti Señor,
un tiempo para que descubramos de lo que somos capaces
como Hijos e Hijas de Dios
habitados como Tú por el Espíritu Santo.
Si, te pedimos, quédate con nosotros.
Enséñanos la confianza y el abandono en el Padre.
¡Entonces, en Pascua, tendremos el corazón abierto a tu alegría!
P. Gustavo Quiceno Jaramillo. mxy
REFERENCIAS:
Pequeño Misal “Prions en Église”, edición quebequense, 2010-2013.
HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.
http://mystereetvie.com
Reflexión de internet del padre Cantalamezza.
http://betania.es