DOMINGO I DE CUARESMA, CICLO C -
LAS TENTACIONES UN PROBLEMA MAL PLANTEADO
Las tentaciones ocurren a Jesús porque es ser humano; si no fuera porque somos
humanos como Jesús no hubiera dicho satanás “hasta otra ocasi￳n”; es decir son una
constante de la vida; ¿por qué entonces tantos escándalos moralistas con las
tentaciones? Siempre habrá una lucha entre los instintos y la vida del Espíritu. Si no
hay lucha indica que las tentaciones nos están ganando la batalla. ¡Éstas son hábiles
pero no tienen ningún misterio!
EL BIEN APARENTE Y EL BIEN REAL
Cuando el moralismo plantea la lucha entre el bien y el mal nos hace equivocar porque
la lucha es entre un bien aparente, gustoso a los sentidos; y el bien real que es el
seguimiento a Jesucristo. Las tentaciones son un problema mal planteado con Dios, los
hermanos y nosotros mismos en relación al pan, el poder y el éxito.
¿PORQUÉ NO AYUNAR DE TENTACIONES?
Las tentaciones pueden estar en lo que llamamos pan y la manera de buscar el pan. Pan
es ser compasivos con los demás; razón para que en Cuaresma tengamos en el corazón
la respuesta a esta pregunta, ¿Dónde está tu hermano?
En la segunda tentación Jesús renuncia a todo poder que venga del dinero, de la
política de los abusos, de la corrupción, de la inequidad y la injusticia. Ese poder no es
el de Dios sino el de satán. “Todo esto será tuyo si te arrodillas y me adoras; está
escrito adorarás al Se￱or tu Dios, y a Él solo servirás”.
En la tercera tentación, Jesús renuncia a cumplir su misión recurriendo al éxito fácil y
la ostentación. No será un mesías triunfalista; sino como quien está entre los suyos para
servirles. No faltará quienes todavía estén buscando imagen, prestigio y dinero dentro
de la Iglesia, dejando de lado el seguimiento de Jesús. “Los ángeles del Se￱or tienen
órdenes de cuidarte y sostenerte en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las
piedras”: Pero Jesús le respondi￳:·También está escrito: No tentarás al Se￱or tu Dios”
Recordemos que cuando Jesús enfrenta las tentaciones ya había recibido el Espíritu
Santo en el Jordán, el mismo que hemos recibido nosotros en el bautismo para tener
discernimiento ante las tentaciones
¿Por qué no asumimos la actitud de Jesús ayunando a las tres tentaciones, orando para
que el señor actúe con las nuestras como Él hizo con las suyas; y que Dios sea
compasivo con nuestras tentaciones para que nosotros seamos compasivos con los
 
demás. Puede ser interesante que en esta Cuaresma sea la primera vez que asumimos la
compasión como conversión.
“Calcen las sandalias de la prontitud para el evangelio de la paz; embracen el escudo
de la fe, en el que se apagarán los dardos incendiarios del maligno. Pónganse el casco
de la salvaci￳n, empu￱en la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” (Ef 6,16-
17)
DOMINGO I DE CUARESMA, CICLO C - FEBRERO 14 DE 2016
LAS TENTACIONES UN PROBLEMA MAL PLANTEADO
Las tentaciones ocurren a Jesús porque es ser humano; si no fuera porque somos humanos
como Jesús no hubiera dicho satanás “hasta otra ocasión”; es decir son una constante de la
vida; ¿por qué entonces tantos escándalos moralistas con las tentaciones? Siempre habrá una
lucha entre los instintos y la vida del Espíritu. Si no hay lucha indica que las tentaciones nos
están ganando la batalla. ¡Éstas son hábiles pero no tienen ningún misterio!
EL BIEN APARENTE Y EL BIEN REAL
Cuando el moralismo plantea la lucha entre el bien y el mal nos hace equivocar porque la
lucha es entre un bien aparente, gustoso a los sentidos; y el bien real que es el seguimiento a
Jesucristo. Las tentaciones son un problema mal planteado con Dios, los hermanos y nosotros
mismos en relación al pan, el poder y el éxito.
¿PORQUÉ NO AYUNAR DE TENTACIONES?
Las tentaciones pueden estar en lo que llamamos pan y la manera de buscar el pan. Pan es ser
compasivos con los demás; razón para que en Cuaresma tengamos en el corazón la respuesta
a esta pregunta, ¿Dónde está tu hermano?
En la segunda tentación Jesús renuncia a todo poder que venga del dinero, de la política de
los abusos, de la corrupción, de la inequidad y la injusticia. Ese poder no es el de Dios sino el
de satán. “Todo esto será tuyo si te arrodillas y me adoras; está escrito adorarás al Señor tu
Dios, y a Él solo servirás”.
En la tercera tentación, Jesús renuncia a cumplir su misión recurriendo al éxito fácil y la
ostentación. No será un mesías triunfalista; sino como quien está entre los suyos para
 
servirles. No faltará quienes todavía estén buscando imagen, prestigio y dinero dentro de la
Iglesia, dejando de lado el seguimiento de Jesús. “Los ángeles del Señor tienen órdenes de
cuidarte y sostenerte en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las piedras”: Pero
Jesús le respondió:·También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios”
Recordemos que cuando Jesús enfrenta las tentaciones ya había recibido el Espíritu Santo en
el Jordán, el mismo que hemos recibido nosotros en el bautismo para tener discernimiento
ante las tentaciones
¿Por qué no asumimos la actitud de Jesús ayunando a las tres tentaciones, orando para que el
señor actúe con las nuestras como Él hizo con las suyas; y que Dios sea compasivo con
nuestras tentaciones para que nosotros seamos compasivos con los demás. Puede ser
interesante que en esta Cuaresma sea la primera vez que asumimos la compasión como
conversión.
“Calcen las sandalias de la prontitud para el evangelio de la paz; embracen el escudo de la fe,
en el que se apagarán los dardos incendiarios del maligno. Pónganse el casco de la salvación,
empuñen la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” (Ef 6,16-17)
Padre Emilio Betancur Múnera