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LECTIO DEL DOMINGO DE PALMAS
(Año Par. Ciclo C)
Parroquia Virgen del Carmen de Viña del Mar
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is. 50, 4-7: No oculté mi rostro a insultos y salivazos; y sé que
no quedaré avergonzado.
b.- Flp. 2,6-11: Se rebajó a sí mismo; por eso Dios lo levantó sobre
todo.
c.- Pasión de N.S Jesucristo según S. Lucas 22,14-23,1-56.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en
nosotros: Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar
su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta
semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que
nuestro salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar
al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad;
concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de
testimonio, y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por
nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
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c.- Evangelio: Lc.22, 7.14-71; 23,1-56: Pasión de N.S. Jesucristo
según San Lucas.
La narración de la pasión de Lucas, tiene mucho de relación personal
del discípulo con Jesús, contemplarlo en su pasión (cfr. Lc.23, 35.48),
y de exhortación moral y religiosa a mejorar nuestra vida por medio de
los acontecimientos que nos va a presentar. Actitudes de Jesús para
inspirar la vida del discípulo, como el perdón para sus verdugos y la
promesa de salvación para el ladrón arrepentido (cfr. Lc. 23,34.43). La
pasión de Lucas, refleja la bondad y misericordia de Jesús, su
majestuosa serenidad de la voluntad del Padre; pasión que
trasparenta un espíritu profundamente religioso, lo que se vería
opacado, sino la animara un espíritu entrañablemente humano. Este el
Cristo Jesús del evangelista Lucas.
Comienza con el relato de la Cena pascual e institución de la
Eucaristía:
1.- La Pascua de Jesús . “Con ansia he deseado comer esta Pascua
con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré
más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios” (vv.14-16).
El evangelista le quita toda fatalidad a la Pasión de Cristo, porque lo
contempla en su Ascensión hacia el Padre. Jesús muere porque lo
sentencian los hombres, pero también, porque quiere: entrega su
cuerpo y sangre, como alimento de vida que sostiene la vida de los
que creen en ÉL (cfr. Lc. 22, 15).
2.- Jesús, entrega su Reino. “Vosotros sois los que habéis
perseverado conmigo en mis pruebas;…” (vv. 28-30). Si bien Jesús
vive su pasión derrotado por los hombres, traicionado por Judas,
negado por Pedro, así y todo posee el Reino de Dios, por esto lo
entrega a los que quieran seguirle hasta el final. Es la recompensa
prometida a los apóstoles de reinar con ÉL en el cielo.
3.- Jesús en el Huerto de los Olivos. “Padre, si quieres, aparta de mí
esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Entonces, se le
apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Y sumido en
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agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas
espesas de sangre que caían en tierra.” (vv.41-44). Experimenta
Jesús la tentación final de su vida, la que proviene de la propia
fragilidad humana y de la sensación de fracaso de su misión; pero se
mantiene fiel a la voluntad del Padre. Es el camino de obediencia a la
fe.
4.- Prendimiento de Jesús. “Judas, con un beso entregas al Hijo del
hombre!... Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder,
dijeron: Señor, ¿herimos a espada?…Estando yo todos los días en el
Templo con vosotros, no me pusisteis las manos encima; pero esta es
vuestra hora y el poder de las tinieblas.” (vv.48-49.52). Jesús se deja
prender, evita la violencia, sana la criado del su sacerdote; es la hora
del príncipe de este tiempo.
5.- Negaciones de Pedro. Una vez en la casa del Sumo Sacerdote
Pedro niega conocerlo por tres veces a insinuaciones de una criada y
otros empleados de la casa: “¡Hombre, no sé de qué hablas! Y en
aquel momento, estando aun hablando, cantó un gallo, y el Señor se
volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor, cuando
le dijo: Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces. Y,
saliendo fuera, rompió a llorar amargamente (vv.57-59.60-62).
6.- Jesús ante el Sanedrín . “Entonces, tú eres el Hijo de Dios? Él les
dijo: Vosotros lo decís: Yo soy. Dijeron ellos: ¿Qué necesidad tenemos
ya de testigos, pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia
boca?” (vv. 70-71). Jesús, es Dios, Señor del universo, porque estará
a la derecha del Padre. Él es ahora el puente entre Dios y los
hombres. No hay otro. El que ha sido constituido Juez de vivos y
muertos, es condenado por un tribunal religioso y político.
7.- Jesús ante Pilato y Herodes. “Ningún delito encuentro en este
hombre….Herodes le hizo numerosas preguntas, pero él no respondi￳
nada, después de burlarse de él, le puso un espléndido vestido. Y lo
remitió a Pilato. Desde ese día Herodes y Pilato se hicieron amigos”
(23,4.9.11-12). Pilato quiere liberar a Jesús, basado en la verdad y la
justicia.
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8.- Jesús y Barrabás . “Toda la muchedumbre se puso a gritar a una:
“¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!” (v.18). Ahora Israel debe escoger
entre Jesús y Barrabás. Luego de un proceso injusto, Jesús es el
agitador político contra Roma y el malhechor, verdadero zelota, queda
libre. Aquí se ve, como la política presiona muchas veces sobre la
verdad y la justicia y el político de turno cede y sufren y mueren
muchos inocentes.
9.- Jesús y las mujeres camino del Calvario . “Le seguía una gran
multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por él.
“Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y
por vuestros hijos.” (v.28-29). Israel se queda solo porque ha
condenado a Jesús, no sabe que Jerusalén se condena a sí misma.
El lamento de Cristo, es una mezcla de anuncio compasivo y de
profecía de condena: viene la ruina para la ciudad que mata a los
profetas. Jerusalén será destruida por los romanos el año 70.
10.- Jesús perdona a sus verdugos . “Padre, perd￳nalos porque no
saben lo que hacen. Se repartieron sus vestidos echando a suertes”
(Lc. 23, 34). Elevado entre el cielo y la tierra, en un trono de
ignominia, Jesús no quiere ser causa de maldición para las gentes.
Termina el poder de la ofensa y la venganza, de pecado y maldición
con Jesucristo clavado a la cruz, se despliega el poder del perdón
misericordioso de Dios a todos los hombres.
11.- Jesús ofrece el cielo al buen ladrón . “Te aseguro que hoy
estarás conmigo en el paraíso” (Lc. 23,43). Jesús condenado a
muerte por los jefes religiosos del pueblo, se muestra como el dueño
de la salvación, que antes ha comunicado a todos los pecadores,
ahora, en la hora de la muerte se la comunica al ladrón arrepentido.
Acompañarán a Jesús todos los que no encuentran salvación en esta
vida, los pobres, los publicanos, pecadores, etc.
12.- Jesús muere en la Cruz. “Padre, en tus manos encomiendo tu
espíritu” (Lc. 23, 46). La naturaleza se rinde ante la muerte del due￱o
de la vida. Todo comienza de nuevo, la muerte se convierte en vía
hacia la casa del Padre. Jesús, asciende al Padre, queda abierto el
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camino que lleva a la verdad, a la vida, a la comunión plena con Dios.
Es el camino de la Iglesia, que tiene como Cabeza a Cristo, sentado a
la diestra del Padre. La verdad de la muerte de Jesús tiene su sede
en la Cruz; entrar en el paraíso para todo pecador será pasar por la
Cruz, ella es el hoy de la salvación que Jesús nos propone. La gloria
de la Resurrección y Ascensión de Cristo, que ahora se manifiesta
estuvo siempre presente en la Cruz del Redentor. En la Pasión que
nos narra el evangelista Lucas, descubrimos el amor del Padre hacia
su Hijo y hacia los hombres. La Cruz, se convierte en Sacramento de
la misericordia divina.
Padre Nuestro
Abrazo de la paz
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página Web: www.carmelitasvina.cl