5º Domingo de Pascua (C)
Todas las cosas nuevas
El mandamiento nuevo de Jesús, permite a Dios implantar su morada en medio de la
humanidad.
En este 5º domingo de Pascua, la luz del Resucitado continúa brillando para nosotros. En la
alegría de su Espíritu, celebremos la vida nueva que Él nos da.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (13,31-33a.34-35):
Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios
es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en si mismo:
pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un
mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también
entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os
amáis unos a otros.»
Palabra de Señor
Reflexión Central:
La última demanda de Jesús
La lectura del evangelio nos transporta al cenáculo donde Jesús realiza la última cena con
sus discípulos. Judas acaba de partir para preparar su traición. La señal del debut de la
pasión acaba de ser dada. Sabiendo que muy pronto será arrancado de la vista de los suyos,
Jesús expresa su última voluntad. “Como yo los he amado (…) ámense los unos a los otros”.
El amor en la vida de Jesús
Cuando Jesús ha fraccionado (partido) el pan y lavado los pies de sus discípulos (Juan 13,3-
15), Él significaba ya en qué consistía el amor.
Pero toda su vida nos aclara acerca del sentido de la ofrenda y del servicio.
Jesús veía la urgencia de socorrer las personas atacadas por enfermedades y sufrimientos
morales. Él ha alimentado las multitudes hambrientas de reconocimiento (agradecimiento),
de sanación interior, de ternura y de pan. Él ha transformado por su acogida un hombre
rico, un recolector de impuestos deshonesto, un paralítico, un ciego, una mujer pagana y
otra jorobada. Él ha tocado la samaritana en su verdad profunda. Él ha vivido un amor sin
límites por todas las personas, sin juzgar ni condenar. Él ha perdonado a sus verdugos
(ejecutores). Él nos ha amado llegando hasta donar su vida para que nosotros tengamos la
vida en abundancia (Juan 10,10). Y Él nos pide amarnos como Él nos ha amado.
Amar como Él
¿Es posible? ¡Nuestra sed de confort y de placer, nuestra obsesión por las apariencias y el
deseo de satisfacer, complacer a todo precio nos centran totalmente en nosotros mismos!
Amar como Jesús, nos obliga a salir de nuestro egoísmo, a dejar de lado nuestras
preocupaciones y nuestra búsqueda de gratificaciones personales para ir a consolar
aquellos que están sumidos en la pena, calmar sus angustias, erradicar su tristeza.
Amar como Jesús, implica que nosotros nos aceptemos los unos y los otros tal como somos:
gente de aquí o de allá, ricos o pobres, eruditos o ignorantes, fuertes y frágiles. Que alguien
esté sobre la cuesta de la delincuencia o en ruptura con su vida familiar o social, a pesar que
el otro repita sin cesar los mismos errores o que esté paralizado ante los esfuerzos a
realizar…
Amarnos como Jesús nos ama, significa:
aceptarnos de manera incondicional, sin juzgamientos (juicios).
Es abrir los brazos a nuestro hijo afligido por una pena de amor.
Es Apoyar un colega que tiene dificultad para salir de la depresión.
Visitar un vecino enfermo de un cáncer en fase terminal y que tiene necesidad de ánimo,
coraje para enfrentar la muerte.
Acoger al extranjero que acaba de llegar a nuestra comunidad y que busca intercambio e
interactuar.
Perdonar a las personas que nos han hecho mal (nos han herido) …
En resumen, reavivar la esperanza y restaurar la comunión entre nosotros.
Un ideal a alcanzar
Es por nuestro amor los unos por los otros que el mundo (la sociedad, los demás) nos
reconocerán como sus discípulos, dice Jesús. ¡Mas el amor día a día es difícil! ¿Cómo llegar
a amar como Él, de manera gratuita, con la misma humildad y la misma entrega de sí
mismo? ¿Cómo llegar a amar sin excluir a nadie, rechazando la vía o camino del poder, del
control y de la violencia? Con seguridad, Jesús no se espera eso, que lleguemos a vivir todo
ello sin dificultad…Es un ideal que Él propone. Y perseveraremos en la búsqueda de este
ideal si permanecemos cerca de Jesús, la fuente misma del amor. Ayudándonos los unos a
los otros a reconocer los signos de su amor en nuestra vida. Dejándonos guiar por su
Espíritu…Un paso a la vez…un día a la vez…
ORACIÓN-CONTEMPLACIÓN
Nosotros tratamos de amar a tu manera.
Humildes peregrinos en nuestro mundo,
caminamos en búsqueda de amor y de verdad.
Nuestros odios y nuestras rupturas no hablan bien de nosotros.
y de repente! He aquí que todos los pretextos son buenos
para satisfacer nuestra sed de poder.
Y por lo tanto, nosotros tratamos de amar y de servir
aquí y ahora en nuestra comunidad.
Sostiene nuestros pasos vacilantes,
nuestros gestos torcidos.
Permítenos Señor según tu promesa
de HACER todas las cosas nuevas.
Amén!
P. GUSTAVO QUICENO J. mxy
REFERENCIAS:
Pequeño misal “Prions en Église”, edición quebequense, 2010,2013.
HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.
http://paroissevalcourt.org
Otras fuentes de internet.