1
SEXTO DOMINGO DE PASCUA
(Ciclo C)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Hch. 15, 1-2. 22-29. Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros.
b.- Ap. 21, 10-14. 22-23: Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo
c.- Jn. 14, 23-29: El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de
todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Concédenos, Dios todopoderoso, continuar celebrando con
fervor estos días de alegría en honor de Cristo resucitado; y que los misterios
que estamos recordando transformen nuestra vida y se manifiesten en nuestras
obras. Por nuestro Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará y vendremos
a él y haremos morada en él” (Jn. 14, 23ss).
El Jesús que se va, se manifestará a los discípulos que crean en sus palabras y le
amen. Dicha revelación es imposible para un mundo que se opone a creer y a
amar. Aquí se da prioridad al hecho de amar a Jesús; quien lo ame, guardará su
palabra. Esta seguridad nace de la convicción que el discípulo vive en el tiempo
con la garantía que le dan las palabras de Jesús, en las que afirma que el Padre
amará a los discípulos amen y crean. Pero Jesús promete mucho más: vendremos
a él y haremos morada en él (v.23). ¿Cuándo sucederá esto? El Padre y el Hijo
establecerán una morada permanente en los que cumplan la palabra de Jesús de
Nazaret y lo amen (cfr. Jn.14,18-21). En su discurso se habla de un tiempo
intermedio entre su eminente partida y su regreso al final de los tiempos, tiempo
2
del Espíritu Santo, tiempo que será llenado por la presencia del Paráclito y del
Señor exaltado a la derecha del Padre, presencia vivificante en medio de una
comunidad que le rinde culto (cfr. Jn.14,16-17.17-21). Ellos establecerán su
morada en aquel que ama a Jesús y se mantiene en su palabra. El evangelista
nos propone un criterio para saber si amamos a Jesús, saber, cuánto cumplimos
sus mandamientos, o mejor dicho, su único mandamiento: amor a Dios y al
prójimo. Pero no se limita a sólo este mandamiento, sino a toda la revelación que
nos ha comunicado, es decir, permanecer en su palabra, condición indispensable
para recibir al Paráclito. El Jesús que se marcha no deja huérfanos a sus
discípulos, los que creen y aman experimentan su presencia en la ausencia, y
pueden esperar todavía más, una llegada final en que Jesús y el Padre celebrarán
la unión definitiva con los creyentes.
- “Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os
lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn.14, 26ss).
La presencia del Espíritu Santo, Espíritu de la Verdad, permanecerá en los
creyentes, en la medida que guarden los mandamientos de Jesús; aunque él se
marche nos los dejará huérfanos. La misión del Espíritu, consistirá en hacerles
saber que el Padre y el Hijo, vive en ellos, por el conocimiento y el amor (v. 23).
Guardar su palabra, es fundamental para vivir esa experiencia de la inhabitación
trinitaria pos-pascual en el alma del creyente. Jesús evoca la presencia de Yahvé,
en medio de su pueblo (cfr. Ex. 25,8; 29, 45; Lv. 26, 11), experiencia propia de los
tiempos mesiánicos, anunciada por los profetas (cfr. Ez. 37, 26; Za. 2, 14; Ap. 21,
3-22). Se trata de dejar trasvasar su personalidad, habitar en el creyente, hacer
morada en nosotros, es lo que quiere el Padre y el Hijo. Como Cristo Jesús, es
tienda del encuentro del hombre con Dios (Jn.1,14); ahora el cristiano puede vivir
esta experiencia. Lo que interesa a Juan, es hacernos comprender, que sin Jesús,
no podemos vivir: su muerte ahora no la comprenden, pero insiste en que será
procurarles una mayor presencia no sólo suya, sino también la del Padre. Juan se
mueve en este sentido, en un doble plano, un antes de la muerte y resurrección de
Cristo y la era del Espíritu Santo. Enseña a leer la experiencia de la muerte de
Cristo, desde la luz pos-pascual y desde esa realidad, leer los diversos tiempos
por esto el evangelista fija su atención ahora en la figura del Espíritu Santo.
Enviado por el Padre, a nombre de Jesús, su misión será recordar la enseñanza
de ÉL a sus discípulos a través del tiempo. Profundizar su magisterio en la vida de
los fieles y de la Iglesia. Además les promete una paz estable a los que creen en
su palabra, a pesar de las asechanzas del mundo con su Señor, y contra de los
fieles: no hay nada que temer (v. 27). Les exhorta a la alegría, porque va al Padre
para volver, con la posibilidad de una mayor comunión con ellos. El Padre es
3
mayor, en cuanto origen, de toda la historia de salvación, porque va a glorificar al
Hijo y enviará al Espíritu Santo, pero el Padre y el Hijo son una sola cosa. Jesús
entregará libremente su vida, todo termina con una confesión de amor y
obediencia al Padre (vv. 28-29).
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “Si alguno me ama” (v.23). Me enseña que palabra, amor a Jesús y acción del
Espíritu van íntimamente unidos para ser digna morada de la Trinidad.
- “El Paráclito…os ense￱ará todo” (v.26). Confiar en la acción del Espíritu Santo, el
Paráclito es dejarme guiar para mantenerme en su palabra vivificante.
- “Mi paz os doy” (v. 27). Su paz es otra manera de su presencia y hacerlo
presente cuando nos vemos amenazados por la violencia de donde provenga. Él
es el Príncipe de la Paz (cfr. Is. 9,5).
- “El Padre es más grande que yo” (v.28). Su partida debe ser motivo de alegría
para el creyente, porque Jesús vuelve al Padre a su Casa, pero regresa con una
multitud de hijos que adoptó para ser hijos de su amado Padre. ¡Cómo nos amado
el Padre!
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge
una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Vendremos a él” (v. 23). Se￱or Jesús, que ame tu palabra la guarde, y así esté
muy junto a mí. Te lo pido Señor.
- “El Espíritu os lo ense￱ará todo” (v.26). Se￱or Jesús, concédeme tu Espíritu,
para conocerte y amarte más. Te lo pido Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
Me comprometo a conocer y guardar la palabra de Jesús.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico:
Santa Teresa de Jesús: Santa Teresa de Jesús, en las cumbres de la mística
cristiana, la palabra sigue iluminando la vida del cristiano como al comienzo de
ella. “La paz interior y la poca fuerza que tienen contentos ni descontentos por
4
quitarla de manera que dure... Esta presencia tan sin poderse dudar de las tres
Personas, que parece claro se experimenta lo que dice San Juan, «que haría
morada con el alma» (Jn.14,23), esto no sólo por gracia, sino porque quiere dar a
sentir esta presencia, y trae tantos bienes, que no se pueden decir, en especial
que no es menester andar a buscar consideraciones para conocer que está allí
Dios.” (Rel. 66,10).
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por tu Hijo, tú única palabra para nosotros. Te alabamos
Señor.
- Te alabamos Hijo, por revelarnos la Palabra del Padre. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Espíritu Santo, por hacer morada en nosotros. Te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Oramos Padre…Te rogamos óyenos.
- Oramos Padre, por la Iglesia y el drama de los refugiados para que tengan un
futuro. Te rogamos óyenos.
- Oramos Padre, el Papa Francisco y sus deseos de paz y sabernos hermanos
todos los hombres. Te rogamos óyenos.
- Oramos Padre, por todos los enfermos, encarcelados, los que sufren para que
encuentren alivio en la caridad de sus hermanos. Te rogamos óyenos.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
www.carmelitasvina.cl