DOMINGO SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR, CICLO C
LA BENDICIÓN PRESENCIA EN LA COMUNIDAD
El día de la ascensión como en el de pascua dos hombres con vestiduras blancas
dicen a los apóstoles: “Galileos ¿qué hacen ahí parados mirando al cielo? Ese
mismo Jesús que los ha dejado para ir al cielo, volverá como han visto alejarse”
(Primer lectura).
Todos los encuentros con el resucitado terminan en la misión de la comunidad lo
cual implica: abrir las mentes para entender las escrituras por la acción del
Espíritu Santo. (Hechos 2,41-42); descubrir en la palabra el Kerigma, muerte y
resurrección de Jesús; para cambiar de mentalidad (metanoia) como paso de la
religión natural a la fe. El libro de los Hechos confirma este momento como el
inicio de la comunidad cristiana, después de los apóstoles haber recibido el
Espíritu Santo. Si los discípulos se hubieran dedicado a lo que muchos
predicadores acostumbran en la predicación, contar historias sobre el Jesús
histórico, no hubiera sido necesaria la muerte y resurrección de Jesús; pero si
trasmiten, como lo hicieron, sus vivencias de la resurrección, son testigos con
experiencias propias. “Vosotros sois testigos de estas cosas”. Para las
comunidades primitivas este fue el fundamento de la evangelización
EL GOZO DE BETANIA Y BELÉN
“Mientras los bendecía se fue apartando de ellos, elevándose al cielo”; haciendo
de su ascensión una prolongación por la bendición. La nueva presencia de Jesús
en la comunidad es la bendición (eulogein), que da pie para postrasen ante él.
“Luego regresaron a Jerusalén”, ciudad santa permaneciendo en el templo para
alabar a Dios”, de allí parte la misión; El gozo del retorno desde Betania, lugar
de la ascensión es el mismo del anuncio a los pastores para adorarlo en Belén.
Así une Lucas el inicio de la vida terrena de Jesús con la ascensión como nueva
presencia en la comunidad de los discípulos. El evangelio no termina en la
ascensión, sino que sigue en la misión, cuya narración requiere del libro de los
Hechos.
La bendición de la ascensión tiene perfiles de universalidad porque el resucitado
sigue bendiciendo a “Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra”.
Pablo convence a los Corintios y Efesios de la necesidad de la ausencia física de
Jesús para el nacimiento de la comunidad. La diversidad se convierte en
comunidad por ser un mismo Señor y un mismo Espíritu (1 Cor 12,4-7.25; Ef.
4,7-13). “Si Cristo descendió Él solo, ya no ascendió Él solo. No es que
queramos confundir la dignidad de la cabeza con la del cuerpo; pero si
afirmamos que la unidad de todo el cuerpo pide que éste no se separe de su
cabeza” (San Agustín).
BAJAR PARA ASCENDER.
Para muchos la ascensión expresa una aspiración del corazón: Subir, ser más,
tener un mejor nivel social. Otros pensarán en la ascensión como esfuerzo de
dificultades por superar o ansias de figurar. En la Ascensión aprendemos a ser
cristianos mirando al cielo, pero pisando bien la tierra Por la Ascensión el
cristiano puede hacerse hombre de futuro con compromisos presentes. La
Ascensión es descendiendo como lo es la vida cristiana en su totalidad. Ascender
bajando es una pascua un programa total de espiritualidad cristiana. El culmen
de bajar está en el monte de las bienaventuranzas.