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UNDÉCIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
(Año Par. Ciclo C)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- 2Sam. 12,7-10.13: El Señor perdona tu pecado. No morirás.
b.- Gál. 2, 16.19-21: No soy yo, es Cristo quien vie en mí.
c.- Lc. 7,36-8,3. Sus muchos pecados están perdonados, porque
tiene mucho amor.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en
nosotros: Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su
Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan,
escucha nuestras súplicas, y pues el hombre es frágil y sin ti nada
puede, concédenos la ayuda de tu gracia para guardar tus
mandamientos y agradarte con nuestras acciones y deseos. Por
nuestro Señor Jesucristo.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa
del fariseo, se puso a la mesa” (Lc.7, 36s).
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Este evangelio es propio de Lucas, distinto de la unción de Betania
(cfr. Mt.26, 6-13). Las comidas en que participa Jesús con los
fariseos, poseen la particularidad de un clima que es más griego, más
humano, más cálido que judío. En ese ambiente se manifiesta el
perdón y el amor que Dios concede a los pecadores y excluidos de la
salvación. La mujer pecadora ingresa en el banquete del fariseo en
busca de Jesús, para manifestarle su amor. Derrama perfume a sus
pies, los unge, y los cubre de besos, con sus cabellos secaba esos
pies cansados. Los invitados al banquete, rechazan a la mujer y su
acción, comenzando por el dueño de casa, que pensaba en su
interior, que si el Maestro supiera que clase de mujer era esa, no se
dejaría tocar por ella por ser una pecadora (v. 39).
- Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios
y el otro cincuenta” (v. 41).
Jesús conociendo lo que piensa Simeón, propone la parábola de los
deudores insolventes, uno, debía cincuenta denarios y el otro,
quinientos; ambos fueron perdonados, ¿cuál le amará más? A aquél a
quién perdonó más. La pecadora y el fariseo, son esos deudores;
quien más agradece es el que ama más, es decir, la pecadora. Jesús
confirma cuanto ha dicho en la parábola: “Y le dijo a ella: Tus pecados
quedan perdonados (v.47). ¿Quién puede perdonar pecados, sino
Dios? En Jesús está Dios en medio de los hombres y mujeres
necesitados de misericordia. La pecadora tiene fe y un entrañable
amor por el Maestro de Nazaret, Dios y Hombre verdadero. El amor
borra multitud de pecados, el amor hace pasar de la muerte a la vida,
se ama a Jesús como esa mujer, el Padre lo amará (cfr.Jn.14,21;
1Pe.4,8;1Jn.3,14). Aquel a quien se le perdona poco, es porque ama
poco. Quien no siente necesidad de misericordia, está en grave
peligro, porque no lo mueve el dolor del pecado, que lo lleva a acoger
con gozo y gratitud la misericordia de Dios, no percibe el amor
desbordante de Dios manifestado en Cristo. Lo que salvó a esta
mujer es la fe, el perdón se promete al amor. Se aplicó la palabra de
Jesús y la aceptó con fe. El amor de esta mujer es la respuesta a la
oferta que primero le había hecho Dios en Cristo perdonando sus
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muchos pecados. Pero la fe y el amor van dirigidos primeramente a
Jesús porque de ahí se derivan la adoración, la acción de gracias, el
creer en su palabra principio de una reconciliación con Dios en esa
relación íntima entre amor y perdón. En Lucas, encontramos otros
ejemplos de mujeres sanadas, perdonadas, liberadas, todas
existencias cimentadas en el perdón, liberadas de su aflicción (cfr. Lc.
7,11-17), al que han respondido con un amor comprometido que las
hace verdaderas discípulas de Cristo.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este
evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da
razón de tu elección.
- “Un fariseo le rog￳ que comiera con él… un mujer pública lleg￳ se
puso detrás de los pie de él, besaba sus pies y los ungía con perfume”
(v.36-38). El fariseo invita a Jesús a su casa, la mujer llega a
agradecer con gestos las palabras y obras de Jesús realizadas en ella.
- “¿Quién de los dos le amará más?...Supongo que aquél a quien
perdon￳ más” (vv.41-43). El fariseo, como la mujer, son deudores de
la misericordia de Dios, la respuesta de amor es diferente.
- “Ha mostrado mucho amor. Tú fe te ha salvado. Vete en paz” (v.48-
50). El amor de la pecadora y su agradecimiento alcanza alturas de
tan esquicito valor como el perfume que derramó a los pies de Jesús.
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto?
Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado
mucho amor” (v. 47). Señor Jesús, perdona mis pecados para que su
efecto sea amarte siempre más por tu misericordia. Te lo pido Señor.
- “Tú fe te ha salvado. Vete en paz” (vv.48.50). Se￱or Jesús, fortalece
mi fe para que las obras nazcan como el de la mujer de un amor
agradecido. Te lo pido Señor.
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- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este
evangelio?
Me comprometo a tener las mismas delicadezas que tiene el Señor
conmigo, tenerlas yo con ÉL y ser agradecido con ÉL.
5.- Relectura bíblica que hace S. Santa Teresa de Jesús. Ella tiene
un lema, y ese es, cantar las misericordias de Dios, para con ella:
“¿En quién, Se￱or, pueden así resplandecer vuestras misericordias
como en mí? Vágame ahora, Se￱or, vuestra misericordia” (V 4,4). Nos
invita a hacer lo mismo en nuestra existencia cristiana.
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por tu infinita misericordia manifestada en tu Hijo
con los pecadores. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por perdonarnos los pecados haz que con ello
se acrezca nuestro amor y fidelidad. Te lo pedimos Señor.
- Te alabamos Padre, por el testimonio de amor de tantas mujeres,
esposas, madres, religiosas y laicas, que como María Santísima, están
comprometidas activamente con el Reino de Dios en tu Iglesia. Te
alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Oramos Padre… Te rogamos óyenos.
- Te presentamos Padre, la Iglesia, el Papa Francisco, sus deseos de
paz y mayor compromiso con los que más sufren la inmigración, la
falta de empleo, las reformas en la Iglesia. Te rogamos óyenos.
- Te presentamos Padre, nuestro país y sus distintos conflictos
internos para surjan las respuestas necesarias para el bien de todos.
Te rogamos óyenos.
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- Te presentamos Padre, los enfermos de nuestras comunidades, para
que pongas tu mano sanadora sobre ellos y les la salud y el consuelo
que tanto necesitan. Te rogamos óyenos.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz).
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