XII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
CONFIANZA
Padre Pedrojosé Ynaraja
1.- No os voy a hablar del lugar donde transcurre el episodio del evangelio de la
misa de hoy, mis queridos jóvenes lectores. Me he referido a él en muchas
ocasiones y tengo la sensación de que vosotros me leéis habitualmente.
Seguramente es vana ilusión imaginarlo, pero así es. Aun así os advertiré que
está situado a pocos kilómetros del Líbano, a los pies de la cordillera que lleva su
nombre, bajo heleros de nieves perpetuas hasta hace pocos años, manando allí
mismo agua que surge de entre las rocas. El Jordán nace y sale brincando sin
parar.
2.- Debemos suponer que para llegar a allí, partieron de la baja Galilea, calculo
que el viaje supondría unos 80km a pie. Un tan largo trecho da para muchas
conversaciones y comentarios. También para discusiones. El camino y el paraje
donde se encuentran ahora es solitario. En un lugar que había sido de interés
pastoril, en sus cercanías, se estaba edificando una población moderna,
dedicada a un romano ilustre: el emperador. Pero era un rincón tranquilo, con
rincones aptos para encuentros personales, sin agobios.
3.- Hoy en día no es así, pero de todos modos se puede gozar del silencio y
soledad, si uno se aleja un poco de la piscina y los pocos establecimientos
comerciales que hay allí. He visto por el entorno animales salvajes, damanes
concretamente, y córvidos revoloteando y por las cercanías sé que hay jabalíes y
cérvidos. Conozco a excursionistas que gozan constatando que han llegado a su
meta y parten de inmediato, añadiendo a su memoria el nombre del lugar donde
han estado, coleccionando en su cerebro lo que considera éxitos. Correcto
deporte sin trofeos, no lo niego.
4.- La actitud del Señor es muy otra. Sin duda están sentados en el suelo de tal
manera que les permite hablar entre ellos, todos con todos. Es la hora que
muchos aprovechan para cantar, de explicar chistes o de compartir
preocupaciones e ilusiones. Muy legítimo. A la gente de hoy en día le falta
tranquila comunicación personal. Es preocupante el manejo continuo del móvil.
Dicen que escuchan a los de su entorno, pero, como máximo, oyen lo que se
dice, sin asimilarlo, ni retenerlo, casi siempre.
5.- Es preocupante esta actitud, no se trata de que el “telefonino” y sus
prestaciones estén o no de moda, lo alarmante es que se establecen barreras
trasparentes, que incomunican, sin que se note, a las personas que conviven. Es
más fácil, me lo han comentado algunos, no es experiencia mía, desnudarse e ir
a una playa nudista, que explicar lo que a uno le pasa, le angustia o le
entusiasma, a un amigo o a un consejero espiritual de confianza.
6.- Tales actitudes son preocupantes y al resultar con frecuencia patológicas,
para solucionar el conflicto interior, muchos acuden al sicólogo, al siquiatra, o a
terapias de grupo, que hay que pagar y son más aburridas. Nunca procuran la
felicidad que comporta un amigo. (Me estoy refiriendo a situaciones que no son
de gravedad clínica).
7.- Jesús no era así. Ha escogido amigos y se confía a ellos. Digo escogido y no
que tiene. La amistad no es una posesión, es donación gratuita compartida. Les
quiere contar sus planes, lo que piensa va a ser su futuro. Antes de hacerlo
desea saber qué concepto tienen de Él. A todos nos gusta conocerlo. Se lo
pregunta a bocajarro. Primero solicita que le digan qué piensan de Él los otros.
No se irrita, ni se vanagloria al escuchar las respuestas. Implican reencarnación,
que es cosa que no está incluida en su programa, ni doctrina. Pero no lo
condena, no hace falta, ya lo sabrán otro día. En realidad, lo que más le interesa
es saber qué piensan ellos mismos de Él. Según sea su respuesta continuará
hablándoles como hasta ahora, o lo hará de otra manera.
8.- Por lo que dice el texto, le contestan libremente y con desparpajo y esto a Él
le gusta. Considera que son dignos de conocer sus planes. No de que cada uno
conozca individualmente sus planes, sino de que ellos, que desea sean su futura
comunidad o iglesia, estén enterados de lo que le espera en el futuro. Para que
desde ahora lo comenten y asimilen. Los políticos ofrecen proyectos atractivos,
ellos mismos se procuran asesores para que les ayuden a comunicarse, con gran
atractivo personal. El Maestro no es así. Una vez ha comprobado que su opinión
personal no es del todo desacertada, les comenta con algún detalle lo que le
ocurrirá, pero les pide silencio. Es una forma de que asimilen mejor sus
proyectos.
9.- El “míster” profesional somete con frecuencia a entrenamiento a puertas
cerradas. No solo resulta útil para que el equipo adversario desconozca sus
técnicas, sino que jugando de esta manera sabrán hacerlo mejor conjuntamente
cuando llegue el momento. Lo que les cuenta no es proyectos deslumbrantes, ni
facilidades para el futuro. Hoy diríamos que su hablar no es políticamente
correcto. Pero el Evangelio no sigue los mismos derroteros que un partido
político, o la venta de un producto comercial, recién puesto en el mercado.
10.- Nunca os rijáis, mis queridos jóvenes lectores, por criterios de márquetin,
cuando se trata de vivir de acuerdo con la vocación a la que habéis sido
llamados. Y es que en este terreno, estar dispuestos a perder, es tener
asegurado el éxito. Renunciar a ganar, es segura victoria. La paradoja cristiana
que no hay que olvidar. Si sois fieles a ello, vuestra vida será una aventura
apasionante. Fue martirio de unos de los allí presentes aquel día, dificultades de
otro, incomodidades de sucesivos discípulos. Así es la Iglesia a la que
pertenecemos.