XII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C
EL BAUTISMO SUPERA CONFLICTOS.
Jesús viene de sanar a la comunidad de discípulos que acercó a Jesús para
indicarle que la gente no tenía pan; y Jesús les respondió Denles ustedes, la
comunidad de discípulos, de comer. “tom￳ los cinco panes y los dos peces, alz￳
la vista al cielo, los bendijo, los partió y se los fue dando a la comunidad de
discípulos para que los sirvieran a la gente. Comieron todos, quedaron
satisfechos, y recogieron los trozos sobrantes en doce cestos (la comunidad de
discípulos, la Iglesia)
COLOMBIANOS ¿QUIÉN SOY YO?
Ahora es el momento de preguntarle a la comunidad de discípulos y a nosotros
¿Quién soy yo? A la pregunta le dio dos momentos diferentes: “¿Quién dice la
gente que soy yo?” (su familia, sus maestros, la iglesia, sus lecturas y
catecismos) y “¿ustedes mis discípulos, comunidad cristiana, quien dicen que
soy yo? No le interesa tanto la opinión de la gente sino el compromiso de la
comunidad de discípulos, no individualmente como acostumbramos creerlo, sino
el compromiso comunitario de nosotros con Él. “¿Y vosotros, (la comunidad),
quien decís que soy yo? Pedro le responde, no particularmente sino a nombre de
la comunidad,” tú eres el Cristo, el mesías, el Espíritu que viene a instaurar el
Reino”, representado en la multiplicaci￳n de los panes. Esto significa que para
Pedro la multiplicación de los panes tuvo que haber sido una evidencia que el
reino había llegado. ¿Por qué una respuesta tan buena Jesús les prohibió
repetirla? Jesús le dice a Pedro que tiene razón en cuanto a lo que se refiere
como Mesías; pero advirtiendo que el Mesías no es exactamente como ellos
creen; y les anuncia un Mesías sufriente: “Es necesario que el Hijo del hombre
sufra mucho… que sea entregado a la muerte y resucite al tercer día”, “Quien
quiera seguirme que tome su cruz, el conflicto de cada día y me siga”. En este
sentido la comunidad de los discípulos no tienen un mejor tratamiento que el de
Jesús. En una imagen de Juan, se confirma lo anterior: “El que quiera salvar su
vida la perderá; pero el que la pierda por mí, la salvará”
FORTALECED LA IDENTIDAD.
Si la comunidad cristiana no sabe responder a la pregunta que hace Jesús,
¿quién soy yo?, entonces la identidad cristiana está resquebrajada, para asumir
el conflicto y el postconflicto que puede ser más difícil que cualquier proceso
anterior.
Pablo se dirige a la comunidad de los gálatas, en quien nosotros estamos
representados, en un momento de serias dificultades como las nuestras de
conflicto y postconflicto, para superarlas como cuerpo de Cristo. “A todos el
bautismo nos ha unido en Cristo”. La imagen del vestido es estupenda para
indicarnos que todos hemos sido arropados por Cristo en el bautismo, cubriendo
todas las particularidades, judíos y paganos convertidos a cristianos, esclavos y
libres, hombre y mujer, victimarios y víctimas. El bautismo nos integra a
Jesucristo y El a su vez nos vincula con Abraham para hacernos numerosos
como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Aquí sí que vale decir: Lo que
Dios ha unido que no lo separe el hombre”
Retomemos la solidaridad de la multiplicación de los panes para comprender
como comunidad que ha llegado “el reino de Dios” y reavivemos nuestro
bautismo para asumir, como creyentes, las dificultades futuras que Dios quiera
no sean más onerosas que las presentes
“Se￱or, tú eres mi Dios a ti te busco; de ti sedienta está mi vida. Señor todo mi
ser te añora, como el suelo reseco recuerda el agua. Señor, es mejor tu amor
que la existencia; por eso y por siempre te alabarán mis labios” (Sal 62).