XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
EMPRENDEDORES
Padre Pedrojosé Ynaraja
1.- Las lecturas de la misa de hoy, mis queridos jóvenes lectores, se
complementan entre sí y son de actualidad. En mis tiempos de enseñanza
primaria teníamos unos libros destinados a adiestrarnos en la lectura, tal como
un piloto de aviación se entrena en un simulador de vuelo. Ahora bien, el
contenido de los textos de las tales antologías, siempre era didáctico. Al leer el
evangelio de hoy me he acordado del cuento de la lechera, una fábula de Esopo,
que nunca faltaba en tales manuales. La narración, pues, era de dominio
público, jóvenes y viejos, escolares y abuelos.
2.- Refiere esto: una jovencita soñadora, llevaba al mercado y en su cabeza, un
cántaro con leche. Su imaginación le llevó a suponer que vendería de inmediato
su producto y que con el dinero compraría huevos, incubados estos, nacerían
gallinas, que una vez vendidas, le permitirían comprar una cabra, después de la
cabra una vaca, etc. etc… puede alargarse cuanto queráis. Al final, por cualquier
motivo baladí, nuestra protagonista movió imprudentemente la cabeza, se le
cayó el cántaro al suelo, que, evidentemente, se rompió y se quedó ella sin
continente, ni contenido. Lloró lo que queráis. Lo había perdido todo
3.- El Maestro cuenta una parábola de enseñanza parecida, pero más trágica. Su
proyecto, construir grandes almacenes y preparar su jubilación, es propio de
emprendedores, actitud hoy admirada por la gente. El infarto de miocardio que
le puede suceder, es un fenómeno tan habitual, que ya ni aparece en la sección
de sucesos de la prensa. Hay que mirar adelante, el hombre no debe
enquistarse, está destinado a un futuro mejor. Es una de sus peculiaridades. Los
animales mejoran por instinto, no son capaces de planificar su porvenir.
4.- El Eclesiastés, el texto de la primera lectura de hoy, aterriza prosaicamente.
Al final nadie se puede llevar a la tumba sus ahorros, o sus bonos, o sus
preferentes, nos diría hoy el autor. El cristiano es un hombre diferente, no lo
olvidéis, mis queridos jóvenes lectores. Vive sumergido entre la ciudadanía, pero
no es como los demás. Los media le estimulan a una cosa, la vocación que
emana de Dios es otra. En el mundo hay divisiones, en la vida de Fe todo debe
ser comunión. Nos han sumergido con Cristo y nos tiñeron de Él y esto se debe
notar, deben darse cuenta los otros. Se trata ahora del contenido de la segunda
lectura de este domingo.
5.- Se publican los nombres de los más ricos, de los campeones, de los
afortunados. Los cristianos de idéntica manera tenemos nuestro registro de
héroes, el catálogo Guinness de récords, se llama el Martirologio Romano que,
os advierto, ni en él están todos, ni los que están todos son mártires, ni mucho
menos la mayoría son romanos. Por internet lo podéis consultar, y os advierto
que está en lengua castellana. Os lo digo porque yo lo compré cuando se publicó
en papel, fue muy caro y está redactado en lengua latina. Son muchísimos,
aunque, ya os lo he dicho, ni están todos, ni son los mejores. Simplemente son
santos, tal vez vosotros hayáis conocido a otros mejores, no lo dudo. El registro
no se hizo ni en papel, ni en la red de redes. Es una realidad oculta para muchos
pero totalmente real. Podéis escoger algunos y estudiarlos por vuestra cuenta.
Aquellos que os susciten admiración, con quienes os podáis identificar, a
quienes, de alguna manera, podáis imitar. Y hasta podréis solicitar su ayuda,
que vale mucho más que un autógrafo.