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VIGESIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
( Año Par. Ciclo C)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Am. 6,1.4-7: Los que lleváis una vida disoluta iréis al destierro.
b.- 1Tim. 6,11-16: Guarda el mandamiento hasta la venida del Señor.
c.- Lc. 16,19-31: El rico malo y el pobre Lázaro.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra,
de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perd￳n Se￱or….
3.- Oración colecta: Oh Dios!, que manifiestas especialmente tu poder con el
perdón y la misericordia; derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para
que deseando lo que nos prometes, consigamos los bines del cielo. Por nuestro
Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Había un hombre rico… Y uno pobre llamado Lázaro, que echado frente a
su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del
rico…” (Lc.16, 19s).
El evangelio nos presenta la vida presente y el más allá de la muerte de un rico y
de mendigo. Luego de proclamar las bienaventuranzas de los pobres y las
conminaciones contra los ricos, el evangelista nos presenta el destino final de
ambos. Está presente la idea de no dejarse convencer por la Escritura, lo que
significa, rechazar el mensaje y al enviado de Dios. Se resalta la idea de la
generosidad en esta vida y de dar cuenta de los bienes en la eternidad y el querer
rectificar lo malo es imposible, sólo se puede realizar en esta vida. El corazón duro
no se convierte aunque resucite un muerto. Los protagonistas son un hombre rico
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y un mendigo. El primero vive bien, veste bien, daba grandes banquetes cada día.
Vive como si Dios no existiera, no ve a Dios mucho menos al pobre (cfr. Lc.12,
19). A la puerta de su casa había un mendigo, postrado, cubierto de llagas,
deseaba las sobras que caían de la mesa del rico y los perros lamían sus llagas.
Muertos ambos, la suerte de ellos es muy distinta, mientras Lázaro es llevado por
los ángeles al seno de Abraham (cfr. Mt.8,11), el rico fue al infierno, lugar de los
muertos, sitio de castigo y tormento. La vida perdura después de la muerte, y
según cumplieran con la voluntad de Dios en esta tierra será su destino eterno en
el más allá. El rico quiere cambiar su destino, y acude a Abraham que mande a
Lázaro para alivie su sed, sigue viendo al mendigo como un servidor. Abraham no
consiente, le recuerda haber gozado en vida de sus bienes, en cambio, Lázaro
males, con lo cual se deduce que el rico, sufre no por haber sido rico, sino por
haber usado mal su riqueza (cfr. Lc. 16,9). Sigue lejos de Dios, puesto que cuando
vivía no hizo caso de Yahvé, sólo que no era consciente del dolor que ello
suponía, por eso sufre ahora. Fue sordo a la palabra de Dios (cfr. Rm.15, 4).
_ “Y dijo: ‘Entonces, padre, te ruego que lo envíes a casa de mi padre, pues
tengo cinco hermanos, para que les avises en serio, a fin de que no vengan
ellos también a este lugar del tormento’ (Lc.16, 27-28).
Lázaro, aunque quisiera no podría ir porque hay un abismo entre buenos y malos.
Lázaro puso su confianza en Dios, por ello es admitido en el banquete celestial
(cfr. Mt.5,3-10). En Moisés y los profetas, en las Escrituras Dios nos dejó su
palabra que nos guía para vivir para siempre con ÉL en comunión perfecta y no
lejos como el destino del rico (cfr. 2Pe.1, 19). Ahora es Jesucristo es su palabra,
su contenido su vida y obras, su misterio de pasión muerte y resurrección (cfr. Lc.
24, 27-46). Quien se hace su discípulo, y cumple su palabra, es preservado del
infierno, porque fruto del evangelio, ella es la conversión (cfr. Hch. 2,37s). Quien
no escucha la Palabra de Dios, menos se dejará convencer aunque resucite un
muerto; Lázaro de Betania resucitó, sin embargo fue ese el motivo que condenó a
Jesús a la muerte por parte de los fariseos (cfr. Jn.11, 46ss). Dios hizo lo que el
rico pedía pero resucitando a Jesús de entre los muertos. Es la gran señal que
pedían los doctores de la ley y que el rico. El rico no debe fiarse de las riquezas y
apoyarse de ellas, debe buscar la voluntad de Dios, y fruto de ello, será el amor al
prójimo (cfr. Is.58,6s; Sant.2,5.6.12s). La comunidad eclesial necesita siempre de
esta amonestación de parte del Señor Jesús.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.
- “Había un hombre rico…Y un pobre llamado Lázaro” (v.19). El rico que no pens￳
nada más que en sí mismo; Lázaro, simplemente pasa hambre.
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- “Muri￳ el pobre y fue llevado al seno de Abrahán. Muri￳ el rico y fue sepultado”
(v.22). Vidas distintas, destinos diferentes, siendo ambos hijos de Dios.
- Otros testimonios…
c.- Oración. Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge
una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Hijo recuerda que recibiste tus bienes durante la vita…” (v.25). Se￱or Jesús, que
aprecie siempre tus bienes, pero que aprenda a compartirlos. Te lo pido Señor.
- “Tienen a Moisés y a los profetas, que los oigan” (v.29). Se￱or Jesús, que
siempre escuche tu Palabra y me alimente de tu Eucaristía, te lo pido Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
Me comprometo a compartir la vida y los bienes.
5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús, enseña que en la oración
podemos acostumbrarnos a estar ante la Verdad que es Dios y desde su luz mirar
nuestra historia, nuestra vida y convertirnos día a día a su evangelio. “Qué será el
día del juicio, cuando esta Majestad se nos mostrará claramente y veremos las
ofensas que hemos hecho” (V 40,11).
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por querernos en tu Hijo nuestra mayor riqueza, te alabamos
Señor.
- Te alabamos Padre por hacernos partícipes de tu vida celestial, te alabamos
Señor.
- Te alabamos Padre desde todos los ricos que comparten sus bienes, te
alabamos Señor.
- Te alabamos desde todos los pobres y enfermos de la tierra, desde ellos y con
ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Oramos Padre… Te rogamos óyenos.
- Te pedimos Padre por una mayor justicia social en nuestro país y en nuestro
corazón, te lo pedimos Señor.
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- Te pedimos Padre, por el Papa Francisco, la Iglesia Universal, para que su
mensaje de paz llegue a todos los hombres, te lo pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por los enfermos, los que sufren en el alma, las familias en
dificultades, por falta de trabajo, para que consigan uno digno y estable, te lo
pedimos Señor.
- Te pedimos Padre, por este Mes de la Biblia, para que aprendamos a escuchar y
hacer vida esa palabra orada. Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (S. Juan de la Cruz). www.carmelitasvina.cl