DOMINGO
FIESTA DE PENTECOSTÉS - CICLO A
NOS
COGIÓ VENTAJA LA EXCLUSIÓN.
Escuchemos, leamos y
meditemos lo que dice Pablo para nuestra fiesta de Pentecostés acerca de la
inclusión “Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo; diferentes
servicios, pero el Señor es el mismo; diferentes actividades, pero es Dios que
hace todo en todos, es él mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el
bien común; porque, así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos
ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo.
Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, (pobres o
ricos, de derecha o izquierda, credos religiosos; o seamos proclives a
cualquier exclusión del sí o el no); antes hemos sido bautizados en el mismo
Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo
Espíritu” (Segunda lectura)
UNA
INCLUSIÓN ALTERNATIVA.
La comunidad creyente como
alternativas de la exclusión es un don, un carisma vivo al servicio de los
demás: la ciudad es un vaso comunicante por el que pasa el amor de Dios que los
incluye a todos. Dar y recibir hace parte de la acción del espíritu en la
comunidad. La comunidad da en la medida que es capaz de recibir y recibe en la
medida que es capaz de dar. El Espíritu se nos da para que impregnando nuestra
vida personal y comunitaria se constituya en don para la convivencia e
inclusión social. La comunidad por la acción del Espíritu es un ser de paz que
sabe construir la paz superando las polarizaciones. Lo que se prueba en
pentecostés es que la Iglesia es el efecto del resucitado; haciendo que las
personas vivan en comunidad como inclusión, signo primordial de la
resurrección.
LA
PAZ ES INCLUYENTE.
“Así fuera de noche y las
puertas estuvieran cerradas por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio
de ellos y les dijo: la Paz esté con ustedes. Dicho esto, les mostró las manos
y el costado; y cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría;
y de nuevo les dijo: la paz esté con ustedes. Como mi padre me envió así
también os envió yo” (evangelio). Para los discípulos la paz en su interior es
una condición previa a la misión que es inclusiva”. Hacer discípulos,
bautizándolos en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo”. La paz no
es el final de un proceso sino el inicio de toda inclusión debido a que la paz
comienza o se reinicia por el camino de la inclusión bautismal en la comunidad
cristiana.
La experiencia de
pentecostés fue inclusiva en todos los aspectos: “Se llenaron todos del
Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu les
inducía a expresarse: “¿No son galileos todos los que están hablando? ¿Cómo los
oímos hablar en nuestra lengua nativa? ¿Cómo los podemos oír hablar en nuestra
propia lengua?” Esto ocurrió el día de pentecostés cuando los discípulos
estaban reunidos en un mismo lugar antes de ser enviados (primera lectura)
NO
BUSCAMOS: SOMOS LA PAZ.
La vida Espiritual implica
dejarnos conducir por el Espíritu sin acomodarnos fácilmente a la cultura
excluyente: “No os acomodéis a este mundo al contrario, transformaos y renovad
vuestro interior para que sepáis discernir
cuál es la voluntad de Dios”( ROM 12,2) “Yo os digo: Dejaos conducir por
el Espíritu y no os dejéis arrastrar por la apetencias de la carne” (egoísmo)
(Gal 5,16) Por el contrario, frutos del Espíritu son amor, alegría, paz,
generosidad, benignidad, bondad, mansedumbre, prudencia…” (Gal 5,19-23). “La
paz os dejo, mi paz os doy” “Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté
dentro de vosotros y vuestra alegría sea completa” (14,27; 15,11).
Una oportuna y permanente
exhortación de Pablo que a su vez hace parte de la acción del espíritu es: “¡No
apaguéis el espíritu! (1 Tes 5,19).
¿Qué es lo que en la
convivencia familiar puede apagar el espíritu? ¿Qué está en nuestra sociedad
oscureciendo el Espíritu? ¿Qué hechos van minado en nuestro interior el
Espíritu? ¿Cómo puede el Espíritu sanar la polarización? Que en nuestro caso
debe partir de la iglesia-comunidad a la familia y la sociedad.