TERCER DOMINGO DEL TIEMPO DE ADVIENTO
(Año Par. Ciclo B)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is.
61,1-2.10-11: Desbordo de gozo con el Señor.
b.- 1Tes. 5, 16-24: Que todo vuestro ser sea custodiado hasta
la parusía del Señor.
c.- Jn. 1, 6-8. 19-28: En medio de vosotros hay uno que no
conocéis.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore
en nosotros: Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar
su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón
Señor….
3.- Oración colecta: Estás
viendo Señor, como tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo;
concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla
con alegría desbordante. Por nuestro Señor.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo
domingo.
- “Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este
vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz” (Jn.1,6ss).
El
evangelio nos presenta el testimonio Juan Bautista (vv.6-8), y el anuncio de la
nueva economía salvífica (vv.19-28). En el primer testimonio se recalca la
entrada de la Palabra en el mundo
como la Luz de los hombres. Juan es testigo, en la historia, de la Luz, que no
es una idea abstracta, sino Alguien, como la Palabra encarnada o el Logos. Juan
Bautista aquí se presenta no como Precursor de Cristo, sino como testigo de la
luz verdadera. La razón de su existir consiste en ser testigo de la Luz. En un
segundo momento, encontramos propiamente el testimonio a favor de Cristo de
parte de Juan, delante de los judíos. Juan niega ser el Mesías, para definir su
lugar y valor delante de sus propios discípulos que lo consideraban el Mesías
prometido; tampoco era Elías, ni el Profeta, si se hubiera presentado como uno
de ellos justificaría que bautizase. El judaísmo esperaba que en el tiempo de
la salvación viniese Elías, y el Profeta, otro Moisés, fuera el precursor del
Mesías (cfr. Mal. 3,1-3; Nm. 12,7; Dt.18,15). El bautismo se relacionaba con la
realidad mesiánica, ya que por él se purificaba el hombre para participar de la
salvación. Si Juan rechaza los tres títulos que le dan: no es el Mesías, ni
Elías, ni el Profeta (vv.20-21), su bautismo no tiene valor. ¿Por qué bautiza?
(v.25). Juan se presenta como una voz que clama la salvación que Dios lleva
adelante, como lo habían anunciado los profetas (cfr. Is.40,3). Su bautismo de
agua, apunta al bautismo del Espíritu, que trae Cristo.
- “Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros hay uno
que no conocéis que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la
correa de su sandalia” (Jn. 1,26).
Juan
da testimonio de Uno que está en medio de ellos, los judíos, que trae la
salvación. Ese Uno o Desconocido revela una constante en el evangelio de Juan,
los judíos son ciegos, preguntan y buscan a Uno que ya esté entre ellos, y no
reconocen. Quien conozca a ese Uno, no dejará de dar testimonio de ÉL, una vez
conocido. El propio Juan no lo conocía todavía, pero desde que recibió la
misión de bautizar, tendrá la posibilidad de conocerlo y anunciar su presencia.
Es tan grande la dignidad de ese Desconocido, que Juan no se considera digno de
desatarle las correas de sus sandalias (v.27). Lo que Juan negó ser, lo
encuentra en Jesús de Nazaret, es decir, portador de la salvación anunciada. Su testimonio se despliega no sólo a los
judíos sino a todas las naciones. Lo
testimoniado hunde sus raíces en la historia, de ahí que el evangelista señala
hasta el lugar dónde ocurrían estas cosas: Bethabara. Lugar de paso, el otro
lado del Jordán, camino hacia la Tierra prometida de la salvación que es
Cristo, el Mesías.
b.- Meditación. ¿Qué me dice el texto? ¿Qué palabra o hecho
de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto.
- “Este vino para un testimonio, …” (v.7). Juan,
nos invita a dar un testimonio de la luz, que es Jesucristo. Como él estamos a
ser lámparas que comuniquen esa luz de Cristo.
- “No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la
luz” (v.8). Si él es la lámpara, Cristo es la luz si
él es la voz, Cristo la palabra a decir de S. Agustín.
- Otros testimonios…
c.- Oración. ¿Qué le
digo al Señor a propósito de este texto? Escoge una palabra del texto con la
que inicias tu oración personal.
- “¿Qué dices de ti mismo?” (v.22). Señor
Jesús, que siempre pueda, como Juan, dar testimonio de ti con la palabra y la
conversión de vida.
- “En medio de vosotros está uno a quien no conocéis”
(v.26). Señor Jesús, como discípulo nunca deje de
conocerte en tu misterio de Hijo de Dios, de Redentor Crucificado y Resucitado,
Servidor de la humanidad. Te lo pido Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este
evangelio?
- Dar testimonio de la luz, como
Juan Bautista.
5.- Relectura bíblica que hace S. Isabel de la Trinidad de
este pasaje evangélico en sus ejercicios espirituales meditaba acerca del
pasaje del evangelio de Juan para el tiempo de Adviento. “Si
conocieras el don de Dios, decía una tarde Cristo a la Samaritana. Pero ¿cuál
es el don de Dios sino El mismo? … Hay una criatura que conoció este don de
Dios, una criatura que no perdió ni una partícula, una criatura que fue tan
pura, tan luminosa que parece ser la misma luz: Speculum justitiae, Virgo
fidelis: es la Virgen fiel,... El Padre, inclinándose hacia esta criatura tan
bella, tan ignorante de su belleza, quiso que ella fuese la madre en el tiempo
de Aquel de quien Él es el Padre en la eternidad. Entonces, el Espíritu de
amor, que preside todas las obras de Dios, sobrevino. La Virgen dijo su fiat… y
tuvo lugar el más grande de los misterios. Y por la bajada del Verbo a ella,
María fue para siempre la presa de Dios.” (El cielo en la fe, nn. 38-39).
6.- Alabanzas. Te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre, por el Precursor de tu Hijo, que prepara año tras año nuestro
corazón para recibirle. Te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre por el testimonio de Juan, lámpara en la resplandece la luz de
Cristo. Te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre por el testimonio de su voz profética que desde el desierto nos
invita a la conversión. Te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre por el bautismo de agua que nos dejó el Bautismo, figura de que
será con agua y Espíritu, Te alabamos Señor.
7.- Preces. Te lo pedimos Señor.
San
Juan con su bautismo inauguró el tiempo de predicación y curación que Dios
Padre enviaba al mundo a través de su Hijo.
Decimos:
Juan Bautista,
enséñanos a dar testimonio de la luz.
-
Padre te pedimos te pedimos por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que
siempre indiquen el camino de conversión al pueblo para ir a Cristo y les
animen a seguirlo como hizo Juan Bautista. Oremos.
- Padre
te pedimos por los gobernantes de las naciones para que sepan escuchar la
verdad y las necesidades de su pueblo como hizo Juan Bautista. Oremos.
- Padre,
te pedimos por los buscan a Cristo para que con nuestro testimonio les
descubramos a Aquel que está en medio de nosotros. Oremos.
-
Padre, te pedimos que al contemplar el belén familiar nos dejemos guiar por la
luz que nos lleva a Jesús. Oremos.
- Otras intenciones…
8.- Padre nuestro…
9.- Abrazo de la paz.
10.- Bendición final.
“Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y
abriros contemplando” (S. Juan de la Cruz).
Página Web de la Parroquia Virgen del Carmen:
www.carmelitasviña.cl.