Día 28 de Diciembre.
Santos Inocentes: Mt 2, 13-18
Celebra hoy
Herodes se había enterado
por medio de los Magos que había nacido un rey de Israel. Los sabios, leyendo
las escrituras, dijeron que debía haber sido en Belén. Y allí se fueron los
magos. Herodes les aguardaba con intriga y rabia para saber si le habían
encontrado; pero no volvieron, porque un ángel (o alguien) les dijo que Herodes
haría lo posible para matar a ese niño. Esto no era difícil imaginarlo, ya que
Herodes había mandado matar a tres de sus hijos porque temía que le quitasen el
trono. Cuando se sintió burlado por los Magos, que se habían vuelto por otro
camino, maquinó el crimen sangriento: mandó matar a todos los niños menores de
dos años en Belén y sus cercanías. San Mateo, que escribe su evangelio para los
hebreos, al citar el Antiguo Testamento, recuerda a Raquel, la amada esposa de
Jacob, que llora por sus hijos.
A veces nos preguntamos:
¿Por qué permite Dios que mueran tantos inocentes por la crueldad de los
hombres? Es que no solamente fueron aquellos inocentes. Pues todos los días
mueren muchos inocentes. Podemos pensar en tantos miles de abortos voluntarios
que se producen constantemente. Son inocentes que mueren y que tienen derecho a
la vida. Luego hay muchos niños nacidos en circunstancias muy pobres en países
del tercer mundo, que por no tener fácil acceso a hospitales y medicinas,
mueren siendo inocentes. Otros mueren por la violencia familiar o por tantas
guerras sin sentido. ¿Por qué tanto sufrimiento inocente? ¿Por qué Dios
permitió tanto dolor en Belén para todas aquellas madres que veían a sus hijos
ser arrancados de ellas?
En realidad no es fácil dar
una explicación al sufrimiento y especialmente al sufrimiento inocente.
Parecería que va contra la bondad de Dios. Pero Dios respeta la libertad humana
y deja actuar, sea para el bien o para el mal. Lo principal que podemos decir
es que Dios vino a la tierra no para quitar el dolor, sino para salvarnos
uniéndose a nuestro dolor con el suyo. Ante esta maldad de Herodes, Dios no
salva a
De hecho sabemos que “para
quien ama a Dios, todo puede convertirse en bien”. También el sufrimiento, que
sea llevando la cruz con Jesús, puede convertirse en gracia redentora para
nosotros y para los demás. Sin embargo nuestra finalidad, como cristianos, es
hacer que los demás sufran lo menos posible. Esto lo vemos más en este tiempo
de Navidad en que se nos invita a dar alegría a los que sufren.
Como consecuencia de la
persecución de Herodes,
Tomó al Niño y su madre.
Forman como un conjunto totalmente unido, donde el principal es aquel Niño, que
es Dios mismo hecho hombre. San Mateo parece que quiere decir a los israelitas
que Jesús es el Mesías, superior a Moisés. Por eso pone el acento en aspectos
parecidos: El faraón manda matar a los niños hebreos, pero Moisés se salva,
porque ha de salvar a su pueblo. Jesús salvaría al mundo entero.