DOMINGO III DE CUARESMA - CICLO B
SOMOS GRIEGOS EN BUSCA DE JESÚS
Pablo sabía
muy bien que los judíos esperaban los signos de fortaleza que hiciera el Mesías para instaurar el reino
(como no eran los signos que hacia Jesús, no era el Mesías). Ellos se habían acostumbrado a la idea de un Dios que les hablaba a los hombres por
medio de Moisés y los profetas Ante la presencia de un hombre que habla como
“maestro” tienen derecho a pedirle pruebas; eran asi
dignos sucesores de sus padres quiénes en el desierto se habían dedicado a pedir signos.
En cuanto los
paganos, griegos, la vida y los signos de Jesús no estaban de acuerdo con la
sabiduría griega; ellos se gloriaban de haber dado a la humanidad filósofos
celebres, influyentes en la cultura latina, Roma. Los griegos se encantaban con
las discusiones complicadas que llegaran a establecer una nueva doctrina bajo
la autoridad de maestros como Sócrates, Platón, Aristóteles y más tarde por los
maestros del estoicismo o el hermetismo hasta Apolo y Pablo.
Judíos y
griegos estaban encerrados en su racionalidad como certidumbres. “Pero para
quienes son llamados, los elegidos como don a ser creyentes, de entre los judíos y paganos; para esos
cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de dios es más
sabia que la sabiduría de los hombres (griegos); y la debilidad de Dios mas fuerte que la fuerza de los hombres” (judíos). Así
pues, “Cristo crucificado al que nosotros predicamos es un escándalo, piedra en
el camino, para los judíos y locura para
los paganos” (segunda lectura). “Que nadie se engañe, si uno se considera sabio
en las cosas de este mundo; vuélvase loco para llegar a ser sabio; pues la
sabiduría de este mundo es locura para Dios… el Señor conoce que los
pensamientos de los sabios son inconsistentes” (col3,18
ss). “Te alabo Padre señor del cielo y de la tierra
por haber escondido estas cosas a los sabios e inteligentes de la tierra y
revelarlas a los pequeños” (Mt 11,25). El problema es el hombre incapaz de
conocer por sus propias fuerzas la sabiduría; ella es conocida sólo por Dios y
sólo el puede descubrirla a los hombres. Jesús había
dicho que los secretos de la sabiduría
eran revelados a los pequeños y escondidos; así es el misterio de la fe
que Juan continúa explicando en el evangelio de
hoy.
LA RESPUESTA AL ESCÁNDALO
No deja de
ser un escándalo para los judíos, una locura para los paganos y un signo para
los creyentes que con motivo de la celebración de la pascua, por lo ocurrido en
el templo, se presintiera aun más el mesianismo de
Jesús: “echando a los vendedores de
bueyes, ovejas y cambistas que habían convertido en un mercado la casa de su
padre, Dios. Los judíos continuaron con el problema de las señales: “¿qué señal
nos das de que tienes autoridad para actuar así?” el signo es este: “destruyan
este templo y en tres días lo reconstruiré” la réplica fue: “cuarenta y seis
años se ha llevado la construcción, y tú lo va a levantar en tres días? La purificación, destrucción y reconstrucción del templo
no fue por un descaro o ilegalidad de compraventa en un sitio de oración, sino
de una sustitución del templo, porque todo este ejercicio comercial no era
digno del culto a Dios. La cita que Jesús hace de Isaías es incluyente: para
que todos lo que estaban excluidos de la casa de Dios y sólo podían llegar al patio de los gentiles:
pudieran tener casa “mi casa será casa de oración para todos los pueblos"
(Is 56,7).
La respuesta
del mesianismo de Jesús a judíos, griegos, y a nosotros fue su resurrección:
“destruiré este templo y en tres días lo reedificaré” (evangelio). La presencia
de Dios continuará siendo “el cuerpo del resucitado”; y la presencia del
resucitado será para siempre la comunidad.
CONDICIONES PARA SER COMUNIDAD
Los
mandamientos de la primera lectura, la ley dada por Dios a Moisés en el Éxodo,
son las propuestas como promesas de liberación; para ser templo de Dios por el
cumplimiento de la Ley (la Torá) esclavitud: ídolos, blasfemias, dioses, odiar,
adulterio, matar, secuestrar, robar, violentar, falso testimonio, mentir,
deshonrar al padre y a la madre, codiciar etc. “No adorarás nada, ni le
rendirás culto, porque yo soy el señor tu Dios”.
En el nuevo
testamento, segunda alianza, una de las principales condiciones para ser cuerpo
de Dios es primordialmente el cuidado corporal por las obras de misericordia
como acciones incluyentes del Espíritu Santo para mantener una comunidad como
templo y signo perdurable de la resurrección de Jesús.