QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
(Ciclo
B)
Lecturas bíblicas:
Abrimos nuestra Biblia, buscamos y leemos:
a.- Jr. 31, 31-34: Haré una alianza nueva y no recordaré el
pecado.
b.- Hb. 5,7-9: Aprendió a obedecer y es causa de salvación
eterna.
c.- Jn. 12,20-33: Jesús
anuncia su glorificación por la muerte.
Esquema
1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore
en nosotros: Ven Espíritu Santo…
2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de
escuchar su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana.
Perdón Señor….
3.- Oración colecta: Te
rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude para que vivamos siempre
de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación
del mundo. Por nuestro.
4.- Lectio divina:
a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo
domingo.
Este
evangelio nos presenta la Hora de Jesús. El trasfondo es cristológico, donde lo
central es la muerte de Jesús, para dar fruto (vv.20-26), lo que redunda en su
exaltación y glorificación a la derecha
del Padre, y la atracción que ejercerá sobre los hombres hacia ÉL (vv.25-26;
cfr. Jn.12, 32). Comienza a develarse el misterio de Jesús, con su pasión y
glorificación. Encontramos la subida a Jerusalén de unos griegos que quieren
ver a Jesús (vv.20-21), y como llegó su hora de ser elevado a la gloria (cfr.
Jn. 12,32). La llegada de unos griegos, que quieren conocer a Jesús, núcleo
teológico del texto, es la atracción de la pascua judía y a la persona de
Jesús, preludio de la entrada de las
naciones paganas a las fuentes de la salvación. La voluntad salvífica del
Padre, el otro núcleo teológico, que no duda en entregar a su Hijo unigénito,
como cordero pascual a la muerte. Ambos temas teológicos nos introducen en la
Hora de Jesús, que se da entre lo histórico y lo escatológico, es decir, el
final de los tiempos. Hay un movimiento interno en la escena, todos se dirigen
a Jesús, la multitud va a su encuentro saliendo del templo y estos griegos que
vienen a las fiestas pascuales, pero van en busca de Jesús. Es singular que se
dirijan a Felipe y éste a Andrés, uno discípulo del Bautista, el otro llamado
por Jesús; Andrés, representa la comunidad judía, Felipe, los gentiles. La
llegada de los griegos y sus deseo de conocer a Jesús marca su Hora, la de dar
a conocer su obra y su evangelio a todos los pueblos paganos. Esa Hora ha
llegado, pero Jesús reserva la respuesta al Padre, les responderá muy pronto de
forma sorprendente, inaudita, como es la pasión del Hijo del Hombre. Pasión y
glorificación coinciden, muerte, resurrección, y elevación, constituyen la Hora
de Jesús. Si alguien quiere seguir sus pasos, como el grano de trigo, deberá
entregar la vida (vv. 24-26). La propia muerte lo turba, lo confunde, es su
naturaleza humana que reacciona ante la perspectiva que le espera, este es el
Getsemaní, de Juan, pero Jesús centra su vida en la adhesión incondicional en
la voluntad del Padre, que ha venido a cumplir (v.26). “Padre, glorifica tu
Nombre. Vino entonces una voz del cielo: Lo he glorificado y de nuevo lo
glorificaré” (v. 28), es su obediencia filial la que da gloria al Padre,
manifiesta de modo admirable el amor trinitario, que trae la salvación del
mundo. Es la respuesta del Padre, que por medio de su Hijo revela su obra de
salvación. Pero la voz, no ha venido por Jesús, sino para los que lo escuchan
(v.30), los creyentes, para que comprendan que las acciones del Hijo, son
también obras del Padre, que se identifica con ellas. Con esta entrega de todo
su ser, Jesús se manifiesta como el Hijo del Hombre, que inaugura el Reino de
Dios, expulsar al príncipe de este
mundo, con su muerte en la cruz y su grito de victoria de vida nueva para la
humanidad.
b.- Meditación. ¿Qué
me dice? ¿Qué palabra o hecho de este
evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu
elección.
- “Unos
griegos quieren ver a Jesús” (v.20). Querer ver a Jesús, es signo de querer
conocerlo en profundidad, no por curiosidad, sino por el deseo de saber quién
es, qué enseña.
- “Ha
llegado la hora” (v.23). Su Hora es mi Hora en la que debo entrar para
encontrar vida y salvación, si es glorificado por el Padre, también es por
nosotros.
-
“Atraeré a todos hacía mí” (v.32). Mirar al Crucificado, es entrar en
comunión con ÉL, su persona su misterio.
- Otros testimonios…
c.- Oración. ¿Qué le digo al Señor Jesús a propósito de
este texto? Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal.
- “Señor,
queremos ver a Jesús” (v.21). Señor Jesús, necesito conocerte más, y estar siempre
contigo, te lo pido Señor.
- “Si
el grano de trigo…” (v.24). Señor Jesús, enséñame a entregar la vida en los
compromisos diarios, te lo pido Señor.
-
“Padre, glorifica tu Nombre” (v.28). Señor Jesús, quiero hacer la voluntad del
Padre para hacer de la propia existencia una alabanza de su gloria. Te lo pido
Señor.
- Otras oraciones…
d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este
evangelio?
Compromiso.
Hacer de la propia vida una alabanza de gloria
a la S. Trinidad.
5.- Relectura bíblica que hace S. Isabel de la Trinidad
“En el
cielo de su alma la alabanza de gloria comienza ya el oficio que tendrá en la
eternidad. Su cántico no cesa, porque está bajo la acción del Espíritu Santo,
que obra todo en ella; y aunque ella no sea siempre consciente de ello, porque
la debilidad de la naturaleza no le permite estar siempre fija en Dios sin
distracciones, ella canta siempre, adora siempre; ella se ha convertido, por
decirlo así, en la alabanza y el amor, en la pasión por la gloria de su Dios.
En el cielo de nuestra alma seamos alabanzas de gloria de la Santísima
Trinidad, alabanza de amor de nuestra Madre Inmaculada. Un día se descorrerá el
velo, seremos introducidas en los atrios eternos y allí cantaremos en el seno
del Amor infinito. Y Dios nos dará el nombre prometido al vencedor (Ap. 2, 17).
¿Cuál será?... LAUDEM GLORIAE.” (El cielo en la tierra. Día Décimo).
6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre, por darnos a conocer a tu Hijo, te alabamos Señor.
- Te
alabamos Padre, por entregarnos a tu Hijo, para tener vida eterna, te alabamos
Señor.
- Te
alabamos Padre, desde todos los enfermos, encarcelados, atrapados en los vicios
del alcohol y las drogas, los depresivos, desde ellos y con ellos te alabamos
Señor.
- Te
alabamos Padre desde aquellos que con vida y obras glorifican tú Nombre, desde
ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, desde los monasterios de
clausura monjes y monjas para que hagas de sus vidas una continua alabanza de
gloria, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces: Te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, por los que buscan a tu Hijo para que encuentren, quien los
lleve a Jesús, te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, por todos aquellos que entregan su vida por Cristo para que sean
recompensados. Te lo pedimos Señor.
- Te
pedimos Padre, para que en la hora de la prueba para que seamos fieles a
nuestra fe cristiana. Te lo pedimos Señor,
- Te
pedimos Padre, que aumentes las vocaciones para el servicio de tu Hijo, de la
comunidad eclesial y de nuestros hermanos. Te lo pedimos Señor.
- Otras preces…
8.- Padre Nuestro
9.- Abrazo de la paz
10.- Bendición final.
S.
Juan de la Cruz enseña: “Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y
abriros contemplando”.
Página
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