Domingo de Ramos, Ciclo B

JERUSALÉN Y ROMA

Padre Pedrojosé Ynraja

 

1.- El encuentro dominical de hoy tiene dos referencias: Jerusalén y Roma, las dos iglesias madres. Más bien fue abuela una y es madre la otra.El momento álgido, como siempre, es la Eucaristía. Le sigue en importancia la solemne proclamación de la Palabra, hoy nos refiere los últimos días históricos del Señor, que son imponentes, pero, y pese a lo dicho, el colorido lo protagoniza la ceremonia inicial, la bendición de ramos y palmas, la oración y una breve proclamación de la Palabra, que da razón de lo que se está haciendo. Acaba con la procesión, si el tiempo lo permite y con permiso de la autoridad, que se decía antiguamente respecto a las corridas. El encuentro debe realizarse en el exterior y finalizar con entrada en la iglesia, si Dios quiere, debemos decir nosotros, de acuerdo con lo que nos enseña Santiago (4,15) y Pablo (I Cor 4,19).

 

Continúa la reunión cristiana en el interior del templo.Dos actos, dos espacios. Festivo uno, severo el otro.

 

2.- Nunca he estado durante la Semana Santa en Jerusalén. Conozco sus celebraciones por la televisión. La iglesia de allí efectúa el mismo recorrido de Jesús en este día. Lo he seguido en varias ocasiones. El trayecto de Betania a Bet-Fagé, unos doce minutos caminando, hoy es imposible recorrerlo, el muro lo impide. Me parece que por aquel entonces lo hice dos o tres veces. En Bet-Fagé he residido y por tanto lo conozco muy bien. Es en este lugar donde dice la tradición que estaba el borriquillo en el que subió el Señor, para entrar en Jerusalén. Desde la  iglesita franciscana que he mencionado, se inicia la procesión, empieza el camino empinándose unos 8 minutos y después desciende bruscamente hasta llegar a Getsemaní.

 

3.- El escenario que nos describen los evangelios es muy propio de las fiestas de Sukot, aquellos durante los cuales Israel vivía a la intemperie, en chozas improvisadas. La falda de la montaña estaba, y aun está, poblada de árboles. Por entonces abundarían las palmeras, hoy predominan los olivos.Según el texto el protagonismo lo tuvieron los niños. Más que protagonismo, lo que tuvieron fue la iniciativa. Hoy no se es consciente de ello y se les regalan palmas o ramos con adornos, se les sacan fotos y no se les deja tener ninguna iniciativa propia. Algunos me atrevo a decir que en el festejo son víctimas de los caprichos familiares.Una de las cosas que nos sorprenden a los mayores son las preguntas y ocurrencias de los niños. A veces nos molestan. Muy al contrario de los sentimientos que respecto a ellos tenía el Señor.

 

4.- Los apóstoles procuraron un jumento y alfombras improvisadas. Muy bien hecho. Pero quienes aclamaron, vituperaron y ensalzaron fueron ellos. Mucho mejor. Si ni el borrico, ni los mantos del camino hubieran ofrecido los mayores, los pequeños hubieran mirado el paso de aquel grupo con total indiferencia. El mérito, pues, fue de todos. Vosotros, mis queridos jóvenes lectores, ¿tenéis conciencia del deber que tenéis de imitar a los discípulos, para que a vuestros hermanitos se les ocurra aplaudir, cantar, gritar alegremente, como ven que hacéis vosotros cuando acudís a escuchar a un conjunto musical?.Si ellos no son capaces de encontrar ramas de árboles o de escoger de entre los que la parroquia pueda ofrecer a los asistentes, ¿les enseñáis a hacerse uno y llevarlo elevado y vibrante durante la ceremonia?

 

5.- En tiempos antiguos, y ahora también lo sé de algunos, el ramo de hoy se ponía al lado de la ventana, en el exterior, para que el Señor protegiese la casa y para que los vecinos o transeúntes, al pasar por la calle, supiesen que allí había una familia cristiana que había celebrado su Fe en la fiesta de Ramos.Acabada esta liturgia, antiguamente se señalaba cambiando los ornamentos sacerdotales del blanco al negro y de la capa a la casulla, ahora ya no, se inicia la que tiene su origen en Roma. Es una celebración sobria, domina por su duración, la proclamación evangélica de la Pasión del Señor. Cada año según un evangelista, este año por tanto, será el relato de Marcos. Al oír que se nos dice que Jesús murió, nos arrodillamos en silencio, meditamos lo que para Él supuso aquel trance y lo que para nosotros supone su muerte redentora.Eucaristía, muerte, sepultura y resurrección que se hacen presentes. Alimento espiritual que estimula y satisface nuestro espíritu.

 

6.- Hay que ser consecuentes. Cuando a alguien le toca la lotería los periodistas preguntan ¿en qué piensa gastar el dinero que ha ganado? A nosotros nos pregunta el Maestro y también nuestra conciencia: el don de hoy que se nos ha dado al iniciar esta semana trascendental ¿Cómo procuraremos que rinda durante el Triduo Sacro? ¿lo echaremos todo a perder desaprovechando la ocasión y marchando a gozar de las vacaciones indiferentes que la sociedad otorga, como disfruta cualquier persona alejada de la Fe?