TERCER  DOMINGO DE PASCUA

                                             (Año Par. Ciclo B)

 

Lecturas bíblicas:

Abrimos nuestra Biblia y buscamos:

a.- Hch.3, 13-15.17-19: Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.

b.- 1Jn. 2,1-5: Él es víctima de propiciación por nuestros pecados.

c.- Lc. 24,35-48: El Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.

Esquema

1.- Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven Espíritu Santo…

2.- Acto Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de todo lo que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….

3.- Oración colecta: Que tu pueblo exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu; y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de resucitar gloriosamente. Por nuestro Señor.

4.- Lectio divina:

a.- ¿Qué dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.

- “La paz con vosotros” (Lc. 24,36s).

El evangelio nos presenta la segunda aparición del Resucitado a sus discípulos, la primera es a los discípulos de Emaús (vv.13-35), y que inaugura con un saludo de paz (v.36). Esta presencia repentina del Resucitado, causa  algo de miedo, porque este nuevo modo de ser de Jesús resucitado, está más allá  de la compresión humana (v.37). Este pasaje de Lucas, se podría denominar el de las  pruebas de la Resurrección. Creen que es un espíritu, las apariciones del Resucitado  no son producto de la imaginación, fantasía o visiones internas. Pareciera que estas  apariciones fueran en contra de todas la historia de la salvación del antiguo Israel o  revelación bíblica. El evangelista, recurre a la Tradición de la Iglesia: “Así está  escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día y que se  predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las  naciones, empezando desde Jerusalén” (v.46-47). El Resucitado, les abre el  entendimiento para que comprendieran las Escrituras (v.45). Se necesitaba esta  gracia de comprender en profundidad las Escrituras, comprender que toda la historia de Israel culmina en el acontecimiento de la Pascua de Jesús, el Mesías,  el Cristo, el Ungido; alcanza con el Resucitado su  sentido más profundo, más humano, divino.

- “¿Tenéis aquí algo de comer?” (Lc. 24,41)

Como Lucas escribe para griegos, que  dudaban de la Resurrección insiste en la realidad física del cuerpo de Jesús, les presenta las marcas de los clavos de la crucifixión (cfr. Jn. 20, 25. 27). Su cuerpo  glorioso tiene carne y huesos, es más, para probarles, que está vivo, les pide algo  de comer, le trajeron algo de pescado asado y comió (v. 42). Al miedo, le siguió la  alegría (v.41). La primitiva predicación apostólica, habló de las comidas que  tuvo el Resucitado, con sus discípulos (cfr. Hch. 10,40ss); como cuerpo Resucitado,  no tiene necesidad de alimento, pero asume, las condiciones de quien está  vivo y sujeto, a estas necesidades humanas (cfr. Lc. 24,26; 1 Cor.15, 35-49). La  pascua de Jesús, posee otro elemento fundamental: la misión de los apóstoles, de la  naciente Iglesia, predicar la conversión y el perdón de los pecados a todos los  pueblos (v.47). Ahí donde se predica el evangelio y los hombres reciben el perdón  de los pecados y los corazones se convierten al Señor Jesús, es donde mejor se  comprueba el triunfo de Jesús sobre la muerte. Lucas, confirma el triunfo personal de Jesús sobre la  muerte, no sólo con las apariciones del Resucitado que recibió de la Tradición de la  Iglesia, sino que añade el dato de la corporalidad pascual del cuerpo de Cristo y su  encuentro con los discípulos, por ello deja que lo palpen y come con ellos (vv.39- 44). Es en la Resurrección de Jesús, donde se funda la  historia nueva de la humanidad de los redimidos y salvados. La fe en el corazón,  que encendió la predicación y el perdón de los pecados, nos capacita para  reconocerlo, está a la derecha del Padre, pero viene a nosotros, a confirmar su Resurrección, con su Palabra y Eucaristía; su nuevo modo de vida con el Padre,  al   cual nos invita vivir desde ahora por ser bautizados, fruto de su entrega en el  Calvario y de su Resurrección.

b.-  Meditación. ¿Qué me dice?  ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección.

- “Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo” (v.39). Me dice que Jesús está vivo. El Crucificado es ahora el Resucitado. Tocarlo, palparlo sólo será posible por medio de la fe, escucharlo en las Escrituras, en los hermanos.

- “Abrió sus inteligencias” (v. 45). Entiendo que es en comunidad cómo comprendo no sólo que Jesús debía resucitar, sino también predicar la conversión, el perdón de los pecados, ser testigo de la resurrección comunicando esa vida nueva de resucitado a quien permanece en la oscuridad o el sinsentido, la indiferencia.

- Otros testimonios…

c.- Oración. ¿Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge una palabra con la que inicias tu oración personal.

- “La paz con vosotros” (v.36). Señor Jesús dame de continuo tu paz, armonía entre el cielo y la tierra, Dios y hombre en paz y con el prójimo. Te lo pido Señor. Te lo pedimos Señor.

- “Vosotros sois testigos de estas cosas” (v. 48). Señor Jesús, que pueda con tu Espíritu ser testigo de tu Resurrección, de tu Evangelio, de una comunidad que celebra la fe en el único Señor. Te lo pido Señor. Te lo pedimos Señor.

- Otras oraciones…

d.- Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?

- A vivir la fe en comunidad, proclamar la gloria del Resucitado, su evangelio.

5.- Relectura bíblica que hace S. Teresa de Jesús de este pasaje evangélico: “Porque en pensar y escudriñar lo que el Señor pasó por nosotros, muévenos a compasión, y es sabrosa esta pena y las lágrimas que proceden de aquí. Y de pensar la gloria que esperamos y el amor que el Señor nos tuvo y su resurrección, muévenos a gozo” (Vida 12,1).  

6.- Alabanza y Adoración. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre, por la vida nueva que nos da el Resucitado, te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre, por los nuevos bautizados en la Iglesia, tus hijos. Te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre, desde todos los que, desde las Escrituras, te conocen aman y sirven, Te alabamos Señor.

- Otras alabanzas…

7.- Preces: Te lo pedimos Señor.

- Te pedimos Padre, por la Iglesia, el Papa Francisco, nuestro Congreso Eucarístico para renovar nuestra adhesión a Cristo y su Iglesia hoy. Te lo pedimos Señor. 

- Te pedimos Padre, por la paz en Medio Oriente para que los hombres puedan conocer este de tu Hijo resucitado. Te pedimos Señor.

- Te pedimos Padre por todos los enfermos, los alejados de la Iglesia, los que te buscan con sinceridad para que seamos acogedores en nuestras comunidades cristianas. Te lo pedimos Señor.

- Otras preces…

8.- Padre Nuestro

9.- Abrazo de la paz

10.- Bendición final.

S. Juan de la Cruz, enseña: “Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros contemplando” (D. 157).

www.carmelitasviña.cl