SOLEMINIDAD DEL NACIMIENTO DE SAN JUAN
BAUTISTA
(Año Par.
Ciclo B)
Lecturas
bíblicas:
Abrimos
nuestra Biblia y buscamos:
a.- Is.49,1-6: Te hago luz de las
naciones.
b.- Hch. 13,22-26: Juan predicó antes
que llegara Cristo.
c.- Lc.1,57-66.80. Se va a llamar
Juan.
Esquema
1.-
Invocación al Espíritu Santo para que sea ÉL quien ore en nosotros: Ven
Espíritu Santo…
2.- Acto
Penitencial: Pedimos perdón al Señor, antes de escuchar su Palabra, de todo lo
que nos ha impedido orar durante esta semana. Perdón Señor….
3.- Oración
colecta: Oh
Dios que suscitaste a San Juan Bautista para que preparase a Cristo un pueblo
bien dispuesto; concede a tu familia el don de la alegría espiritual y dirige
la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y la paz. Por nuestro
Señor.
4.- Lectio
divina:
a.- ¿Qué
dice el texto? Leemos el Evangelio del próximo domingo.
- “Se le
cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo” (v.57).
El evangelio, no da detalles del
nacimiento de Juan. Al autor le interesa la imposición del nombre, y la
circuncisión del niño. Su nacimiento, es como su anunciación, preludio el
nacimiento de Jesús. Son los vecinos y parientes, los que nos hablan de la
alegría y el gozo de la madre, su gratitud, puesto que ha sido la misericordia
de Dios, la que le ha quitado su oprobio. Los padres, a los ocho días cumplen
con la Ley de Moisés, que mandaba circuncidar a los varones (v.59; cfr. Gn.17,
10; Lv. 12,3). Los parientes y amigos, deciden imponer el nombre del padre,
Zacarías al niño, Isabel interviene y señala, que el nombre es Juan, como lo
había llamado el ángel (v.60; cfr. Lc. 1, 13). Recurren a Zacarías, quien
confirma lo dicho por su esposa, y escribe el nombre del niño en una tablilla
de cera: Juan es su nombre (v. 63).
- “Y todos
quedaron admirados” (v.63).
La admiración los invade a todos, e
inmediatamente a Zacarías se le soltó la lengua, y comenzó a hablar, a alabar a
Dios. Los vecinos se preguntan: “¿Qué será de ese niño?, pues la mano del Señor
estaba con él” (v.66; cfr. 1Cro. 4,10; Hch. 11, 21), con lo que se indica un
futuro liberador (cfr. Ex. 15,6). Su destino y camino está trazado, su tiempo
no le pertenece, sino a Aquel que puso el nombre y señaló su vía. ¿Quién será,
quien así comienza? Pequeño y grande a la vez (v. 80). Si este niño que
comienza a crecer ya es grande, cuánto más será Aquel que existe desde el
principio, y que Juan anunciará. La esperanza ha roto su noche y como aurora
Dios se acerca y eleva en el horizonte de la humanidad. A este niño Juan le
envuelve el misterio: lo ha visitado Dios desde su concepción y la gente se
admira de su llegada. Dios está cerca, la mujer estéril ahora es madre, el sacerdote
mudo ahora habla, y al pequeño Juan, el Espíritu lo reviste de esperanza. El
desierto lo acogerá, como su casa y cátedra desde donde convocará a Israel a
escuchar su voz profética y hasta la Palabra hecha hombre, acudirá a él a
pedirle el Bautismo y lo reconocerá como el Cordero de Dios.
b.- Meditación. ¿Qué me dice? ¿Qué palabra o hecho de este evangelio me
habla al corazón? Escoge tu texto o versículo y da razón de tu elección. Te
escuchamos.
- “Se cumplió el tiempo…” (v.57). Llegada la plenitud de los tiempos,
nace Juan, como alborada de la salvación.
- “El Señor le había hecho gran
misericordia…” (v.58). Isabel bendecida con la maternidad, ya goza de Dios,
para quien no hay imposible.
- Otros
testimonios…
c.- Oración.
¿Qué le digo al Señor Jesús a propósito de este texto? Escoge una palabra con
la que inicias tu oración personal. Te escuchamos.
- “Al octavo día…” (v. 59).
Señor Jesús, que la fidelidad de los padres a su compromiso de fe, lo sepan
construir en sus hijos, te lo pedimos Señor.
- “Juan es su nombre…” (v.63). Señor
Jesús, que el santo nombre de Dios sea respetado en las familias y en la
sociedad, te lo pedimos Señor.
- “La mano del Señor estaba con él”
(v.66). Señor Jesús, que tu mano siempre nos proteja, sostenga y guíe en la
vida de cada día. Te lo pido Señor.
- Otras
oraciones…
d.-
Contemplación y acción. ¿A qué me compromete este evangelio?
Compromiso. Como Juan, ser testigo de
la luz.
5.-
Relectura bíblica que hace S. Juan de la Cruz. Cuando habla de las lámparas de
fuego, imagen de los atributos divinos, describe el alma que recibe su luz y
calor de amor. Si Juan Bautista es la lámpara, Cristo Jesús es la luz y el amor
de Dios, que quiere llegar a todos los hombres. “Y ¡cuánto, y cuán aventajado, y de cuántas maneras será tu
deleite, pues en todas de todas recibes fruición y amor, comunicándose Dios a
tus potencias según sus atributos y virtudes! Porque cuando uno ama y hace bien
a otro, le hace bien y ámale según su condición y propiedades; y así tu Esposo,
estando en ti, como quien él es te hace las mercedes: porque, siendo él
omnipotente, te hace bien y ámate con omnipotencia…” (Llama de amor viva B
3,6).
6.- Alabanza
y Adoración. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por el
nacimiento de Juan, el Precursor. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por Zacarías e
Isabel que acogieron a Juan. Como otro hijo de la promesa. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre, por el don de la
admiración que causan tus obras maravillosas. Te alabamos Señor.
- Te alabamos Padre por el don del
Bautismo que nos hace hijos tuyos, te alabamos Señor.
- Otras alabanzas…
7.- Preces:
Oramos Padre… Te rogamos óyenos.
- Te pedimos Padre, para que la Santa
Iglesia, con la fidelidad de Juan, anuncie la llegada del Reino de Dios y
presente ante todos los pueblos al Cordero que quita el pecado del mundo,
invitando a la conversión. Oremos.
- Te pedimos Padre, para que el Papa
Francisco, con la parresía de Juan, siga anunciando el Evangelio de Jesucristo
al mundo, con verdad y libertad, sin temer a las ideologías que deshumanizan y
a los poderes injustos. Oremos.
- Te pedimos Padre, por los niños por
nacer para que reciban, como Juan, la bendición del Mesías, que los elige para
ser sus discípulos desde el seno materno. Oremos.
- Te pedimos Padre por los catecúmenos
de la Iglesia, para que iluminados Juan, el más grande de los profetas, se
preparen adecuadamente para recibir el Bautismo. Oremos.
- Otras
preces…
8.- Padre
Nuestro…
9.- Abrazo
de la paz
10.-
Bendición final.
S. Juan de
la Cruz enseña: “Buscad leyendo y hallaréis meditando; llamad orando y abriros
contemplando” (D.157).
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