TIEMPO
ORDINARIO – DOMINGO XIII B
(1-julio-2018)
Jorge Humberto Peláez S.J.
Vivamos
el Gozo del Evangelio y la Alegría del Amor
ü Lecturas:
o Libro
de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-25
o II
Carta de san Pablo a los Corintios 8, 7-9. 13-15
o Marcos
5, 21-43
ü Hay
personalidades que son incapaces de hacer una lectura amable y positiva de la
vida. Siempre subrayan algún aspecto negativo y tienen una crítica amarga en
sus labios. No es fácil convivir con estas personas porque aportan negatividad.
Igualmente, hay momentos de la vida en comunidad en los que convergen
circunstancias negativas que implican sufrimiento: las injusticias, la
violencia, las crisis económicas, las calamidades naturales, etc. Así es la
vida.
ü En
medio de la diversidad de temas desarrollados por las lecturas bíblicas de este
Domingo XIII del Tiempo Ordinario, encontramos un elemento común: todos estos
textos comunican un mensaje de optimismo y esperanza, y nos dan energía espiritual
para transitar por el camino de la vida:
o El
libro de la Sabiduría nos recuerda que todo lo que ha sido creado por Dios es
santo y bueno, y Él quiere que seamos felices.
o El
salmista expresa su profundo agradecimiento porque el amor providente de Dios
lo ha salvado en situaciones muy difíciles.
o El
apóstol Pablo hace un llamado a la generosidad con nuestros hermanos como
respuesta a la infinita generosidad de Jesús para con nosotros.
o En
el evangelio, se narra la resurrección de la hija de Jairo. Jesús es Señor de
la vida; viene a comunicarnos la vida divina; gracias a su Pascua somos hijos
de Dios y coherederos con Él.
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ü Los
invito, entonces, a meditar sobre estos textos, dejando que resuenen en nuestro
interior para que estos mensajes de alegría, paz, confianza y agradecimiento inspiren
nuestra espiritualidad y nos purifiquen del pesimismo y negativismo que nos intoxican
y paralizan.
ü Empecemos
por el libro de la Sabiduría. La teología
de la creación nos enseña que todo lo que ha salido de las manos amorosas
de Dios es santo y bueno. En este libro leemos: “Todo lo creó para que
subsistiera; las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas veneno de
muerte”. Estas palabras del libro de la
Sabiduría corrigen un pensamiento muy extendido a lo largo de los siglos: el dualismo. Según esta corriente
filosófica y religiosa, la santidad y la bondad son atributos de las realidades
espirituales; y todo lo que se asocia con lo material, por ejemplo, el cuerpo y
la sexualidad, son malas o, al menos, peligrosas. Esta visión dualista es inaceptable
dentro de una teología católica; tristemente, muchos sacerdotes y profesores de
Moral han sido contaminados por estos principios.
ü Las
enseñanzas del Papa Francisco han traído un aire de renovación y frescura a la
Iglesia. Hay dos documentos particularmente importantes: la Exhortación Apostólica
El Gozo del Evangelio y un bellísimo
documento sobre el amor en la familia, que se titula La Alegría del Amor. Gozo y Alegría
son dos palabras centrales en el magisterio del Papa Francisco, quien nos
invita a cambiar nuestra lectura de las realidades materiales y de la sexualidad,
entendidas, por causa de una desafortunada catequesis, como algo negativo, que
genera pesimismo y sentimientos de culpa.
ü El
salmista agradece con gozo la acción de Dios en su vida: “Te ensalzaré, Señor,
porque me has librado, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando
bajaba a la fosa”. La existencia humana es terriblemente frágil. Nos acechan
mil peligros. Estar vivos y disfrutando de buena salud es un verdadero milagro.
El salmista nos enseña a ser agradecidos. Muchas veces nos quejamos por las
pequeñas incomodidades que encontramos en la vida diaria, olvidándonos de reconocer
y agradecer tantas cosas maravillosas que ocurren en nuestra vida.
ü En
su II Carta a los Corintios, el apóstol Pablo motiva a los miembros de la comunidad
a que sean generosos: “Ya que sobresalen en todo: en la fe, en la palabra, en
el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tienen, distínganse
también ahora por su generosidad. A continuación, hace dos precisiones: por qué
ser generosos y cuál es la finalidad de esta generosidad:
o ¿Por
qué ser generosos? “Bien sabemos lo generoso que ha sido nuestro Señor
Jesucristo: siendo rico, por ustedes se hizo pobre, para que ustedes, con su pobreza,
se hagan ricos”.
o Y,
¿cuál es la finalidad que se busca? “Se trata de nivelar. En el momento actual, la abundancia de ustedes remedia la falta
que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará la falta de
ustedes; así habrá nivelación”. En la mente de Pablo la generosidad que se
solidariza con las carencias de los hermanos genera unas dinámicas que permiten
superar los desequilibrios y desniveles sociales.
ü Finalmente,
llegamos al relato del evangelista Marcos, quien narra la resurrección de la
hija de Jairo, un israelita piadoso que trabajaba en una de las sinagogas de la
región. Con una fe profunda pide la intervención del Maestro, y le pide que
imponga las manos a su hija moribunda. Jesús se conmueve ante el dolor de este
padre de familia y resucita a su hija de doce años. Él muestra su dominio sobre
la muerte.
ü Esta
rápida visión de conjunto de los textos bíblicos que propone a nuestra consideración
la liturgia de este domingo, es una invitación para revisar el clima espiritual
de cada uno de nosotros. No dejemos que el pesimismo eche raíces en nuestro
interior; no escuchemos las falsas noticias que circulan por las redes
sociales. Asimilemos el mensaje del Papa Francisco que nos habla del Gozo del Evangelio y la Alegría del Amor.