Ustedes son libres de escoger a sus dioses...

 

La pluralidad religiosa nos abre espacios inéditos en diálogo, aceptación mutua, respeto. Comprender a los demás en su sus cultos y tradiciones diferentes a las nuestras, es un desafío grande hoy. Implica madurez, tino, identidad bien asimilada, superación de fundamentalismos anacrónicos y sectarismos apasionados. También marca frontera con proselitismos financiados o de cualquier otra índole como amenazas o terrorismo.

Hoy sufrimos la tentación de dejar a nuestro Dios. Es que el acontecimiento Dios, resulta ser un problema para nuestra sociedad tan inclinada por el facilismo, el esnobismo, la inmediatez. También nos caracteriza el orgullo, la soberbia, la vanidad. No reconocemos nuestras debilidades y pequeñeces. Y Dios está ahí en lo último, en lo pequeño, en lo simple. Somos amigos del ‘milagrismo’, de lo espectacular, del éxito… y Dios pasa por lo inédito, lo escondido, lo interior.

Josué, quien ha cumplido su labor de conducir al Pueblo hasta la Tierra prometida, los invita a tomar la opción más radical de la vida: “Ustedes son libres de escoger a sus dioses, lo que soy Yo y toda mi familia, hemos decidido seguir al Señor, nuestro Dios”. Es una decisión crucial que implica libertad, fidelidad, coherencia. La fe no se vende, la fe no se negocia. Va en ella nuestra vida en su totalidad. No hay escondites, ni excusas. Es la vida misma la que responde a la fe.

Jesús al ver que muchos de sus discípulos se escandalizaban y lo dejaban, pregunta a los Apóstoles: “¿Ustedes también quieren irse?” Es una pregunta actual por las situaciones constatadas de muchas gentes que están abandonando su fe primera. Esto nos invita a una reflexión seria y profunda sobre nuestras convicciones religiosas, sobre las raíces que la engendran y los horizontes que abre en nuestra propia vida. La respuesta debe ser la Pedro: “¿Y a quién iríamos si sólo TÚ tienes palabras de vida eterna?”

Cochabamba 26.07.18

jesús e. osorno g. mxy

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