DOMINGO XXVI TIEMPO ORDINARIO  CICLO B

 

¡CUANDO LA RELIGIÓN ES EXCLUYENTE!

 

Después de la organización del pueblo en el desierto del Sinaí (Nm 10), hubo una crisis enorme por las dificultades en el desierto que hacían olvidar el don del maná con murmuraciones. Dios comprendiendo el cansancio pastoral de Moisés por mantener la alianza; la congruencia entre la fe y la justicia, les dio el espíritu de Moisés a setenta dirigentes en la tienda del encuentro para indicarles que su misión seguía estando acompañada orientada por la tradición mosaica. Edad y Medad que se quedaron fuera del grupo (setenta ancianos) recibieron el espíritu y se pusieron a profetizar en el campamento, Josué se lo contó a Moisés diciéndole “mi señor prohíbeselo” (Primera lectura); porque temió que la autoridad de su maestro pudiera ponerse en riesgo. Moisés le respondió: “¡Quisiera que todos los del pueblo del Señor fueran profetas!”

 

En la segunda alianza, N.T, Jesús había reconvenido a Juan porque encontró a uno diferente al grupo de discípulos expulsando demonios a nombre de Jesús: “No se lo impidan; no hay nadie que haga obras maravillosas en mi nombre y que al mismo tiempo pueda hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor.” (evangelio)

 

Juan tiene como Josué un mal sentimiento de exclusión porque no importaba lo que los otros dos hacían, profetizar y luchar contra el mal, sino que no pertenecían a “los nuestros”. Lo mismo le ocurrió a Jesús cuando por curar un hombre en sábado, debió preguntar: “¿Que está permitido en sábado hacer el bien o el mal?” (Mc8,14).

 

Cicerón en su famoso discurso del año 64 se dirigió al Cesar, así: “Mientras que nosotros considerábamos a todos como enemigos, menos a los que estaban a favor nuestro, tu consideraste como partidarios tuyos a todos los que no estaban contra ti”. San Agustín escribió, “quienes parecen fuera del rebaño sin embargo están en él, y quienes parecen dentro están fuera”. En la iglesia hay gente que no está inscrita en los despachos parroquiales pero que Jesús reconoce como incluidas por su manera de obrar.

 

EL MAYOR ESCÁNDALO ES LA “GRANDEZA”

 

Después del incidente con Juan Jesús reitera la importancia que tiene la “acogida” por el hecho de ser de Cristo y “el cuidado de los escándalos con la gente sencilla”. Para el evangelio de Marcos los escándalos son “la grandeza” y los “pequeños” son los que buscaban en la comunidad un espacio de iguales. Puede referirse a los paganos ante las actitudes dominante de los judeo-cristianos. Lo cierto es que nada de lo que haga por los “pequeños” se quedará sin recompensa (evangelio).

 

HACER EL BIEN ES LO IMPORTANTE

 

Quien escandaliza, entonces, es el que quiere ser superior. Las advertencias de Jesús más que amenazas mortales, cortar y sacar, manos, pies y ojo, sirven para subrayar la “deformación” que produce “la grandeza”.

 

Desde la antropología hebrea el texto se podría leer así: “Si tus manos, con la que recibimos y damos, te pone en peligro de vivir desde y para la ambición, cámbiala. Si tu pie va por un camino equivocado que no lleve a servir, toma otro camino; si los deseos que tienes ante tus ojos no son para compartir, deséchalos”. De lo contrario nos encontramos encerrados en nuestra propia carne de egoísmo, llamada “infierno o gehena”.

 

Acojamos el mensaje, sobre la grandeza del dinero, del apóstol Santiago en la segunda lectura: “Ustedes los ricos (por la mala administración de las riquezas), se han atesorado un castigo para los últimos días. El salario defraudado está clamando contra ustedes; sus gritos han llegado hasta el oído del Señor. Han condenado a los inocentes y los han matado porque no podían defenderse”.